Este grupo de hinchas "antifascistas" fue creado en 1992 cuando era presidente Ruiz Mateos por siete jóvenes que se escindieron de la Peña los Petas
Así son los "Bukaneros": Los ultras del Rayo Vallecano, de nuevo en Primera División, vinculados a Podemos y a los movimientos anticapitalistas

Los "Bukaneros" son conocidos por ser una de las aficiones deportivas futbolísticas con más masa social de España y por ser firmes "defensores de la izquierda antifascista", al menos en la Comunidad de Madrid. Son uno de los grupos ultras más conocidos de España. Pero todo comenzó a finales de la temporada 91/92, cuando un grupo de siete jóvenes, fieles seguidores del Rayo Vallecano, decidió crear un foco de animación antifascista en el Estadio de Vallecas para la temporada siguiente.
Estos jóvenes eran una escisión de la histórica "Peña los Petas", cuyo nombre venía referido a su afición por el consumo de hachís y marihuana. La "Peña los Petas" fue una de las más consolidadas y tradicionales del Rayo Vallecano durante la década de los 80. Se situaba en la grada, enfrente de la Tribuna de Preferencia del Estadio. La edad, cada vez más avanzada de los líderes de los Petas, hizo que estos jóvenes quisieran independizarse y crear un grupo ultra con el nombre de los "Bukaneros". Eligieron este nombre como referencia a la tradicional Batalla Naval que todos los años celebran los vecinos de Vallecas para celebrar las Fiestas del Carmen, patrona de este popular barrio madrileño.
Fue en la temporada de 1992, ya con la familia Ruiz Mateos al frente de la propiedad del club franjirrojo, cuando los 'Bukaneros' deciden dar el paso definitivo y cambiar su ubicación, y se sitúan en el fondo del Estadio de Vallecas que da a la calle Payaso Fofó. Toman esta decisión para intentar minar la fuerza de otro grupo de ultras que por entonces dominaba el campo de Vallecas vinculado a la ultraderecha y que se denominaba "Brigadas Franjirrojas" que, compuesto aproximadamente por un centenar de miembros, tomaron el relevo del extinto “Komando Vallekas”.

Iñaki Jiménez 'el Pirrakas'.
Incialmente, en las temporadas 93 y 94, este grupo de ultras bautizado como hinchas antifascistas de los "Bukaneros" no lograron tener mucha aceptación ni éxito en el Estadio de Vallecas. Sin embargo, en la temporada 95/96 el grupo empieza a crecer ya que algunos miembros de las recién creadas "Brigadas Amarillas Sección Madrid" se introducen en este grupo de aficionados ultras de Vallecas, que pasa de 15 a 40 miembros, lo que supone un aliento esperanzador en el colectivo. Además, ese año comienza su conflicto con las "Brigadas Franjirrojas" de la ultraderecha y empiezan a viajar en más ocasiones que en las temporadas pasadas siempre acompañados y amparados por los "Petas".
Poco a poco, este grupo ultra continúa evolucionando apoyados por ultras de conocidos equipos de países sudamericanos radicados en Madrid, perpetuando hitos novedosos en las aficiones deportivas en España, como los mosaicos en rollos de papel higiénico, los grandes banderones, las pancartas, los bombos y los altavoces, lo que hace que el grupo se consolide ya con más de 60 participantes. Además, se producen algunos incidentes con grupos rivales de mayor historia y el nombre "Bukaneros" empieza a conocerse en el panorama deportivo estatal.
El grupo se siente a sus anchas y comienza el "boom Bukanero" en el Estadio de Vallecas, momento en el que se confirma la desaparición de las Brigadas en la temporada de 1997. Los "Bukaneros" consiguen el apoyo de la familia Ruiz Mateos que les sufragan los viajes durante su estancia en Segunda División. Para ello ponen como coordinador a uno de los hombres de confianza y de seguridad del empresario José María Ruiz Mateos, Víctor de la Cruz. Éste ejerce de cadena entre la presidenta del equipo de Vallecas, María Teresa Rivero, y los "Bukaneros", con los que viaja a diferentes puntos de la geografía española. El Rayo consigue el ansiado ascenso a Primera División al ganar en la promoción contra el Extremadura.
La influencia de los Ruiz Mateos en Vallecas
El desarrollo y la consolidación de los "Bukaneros" como grupo ultra principal del Rayo Vallecano tuvo lugar durante los éxitos que el equipo de la popular barriada madrileña logró durante la propiedad de la familia Ruiz Mateos.
El empresario José María Ruiz Mateos fue el máximo accionista del Rayo entre 1991 y 2011, y guió al conjunto madrileño al sueño europeo con una participación histórica en la Copa de la UEFA.

José María Ruiz Mateos y su esposa, Teresa Rivero, en el césped del estadio de Vallecas.
El empresario andaluz, tras un tiempo en la cárcel por evasión de divisas, fraude y apropiación indebida, decidió meterse en el mundo del fútbol con el Rayo Vallecano, club en el que aprovechó su conversión a Sociedad Anónima Deportiva para comprar la mayor parte de las acciones en un tiempo de crisis económica.
Su primer gran fichaje fue el de José Antonio Camacho, que llegó al club en febrero de 1992 y desde el banquillo lideró al equipo para ascender a Primera División. Aparte de la aportación económica que hizo al club, el carisma y sus dotes por ganarse al personal convirtieron en poco tiempo a Ruiz Mateos en un personaje querido por la afición de Vallecas. En 1994 José María decidió dar un paso atrás y, aunque siguió siendo el máximo accionista, su mujer, María Teresa Rivero, se convirtió en la presidenta hasta 2011.
El periodo más exitoso de su gestión en la sombra, bajo la dirección de su mujer, llegó en la temporada 1999/2000, cuando el equipo fue líder de la Liga española durante cuatro jornadas y a final de campaña logró una invitación para participar en la Copa de la UEFA al ser el equipo con menos amonestaciones de Europa. En esos momentos, era normal ver a la presidenta siendo aplaudida por los Bukaneros al igual que lo fue su marido en años anteriores.
Con el buen momento del Rayo se produce una entrada considerable de gente joven al grupo ultra, que consigue ya más de doscientos miembros, muchos de ellos con inquietudes políticas (antifascistas). En ese periodo, los hinchas rayistas colaboran con algunos colectivos de la izquierda madrileña y ya va siendo habitual en Vallecas el “Día contra el Racismo en los Estadios de fútbol”, una fecha en el que se invita a inmigrantes al fútbol para celebrar una jornada de convivencia junto a ellos en el popular barrio madrileño.
La culminación de todo este proceso de crecimiento y madurez se da con la participación del Rayo en la Copa de la UEFA en la temporada 2000/2001. Una competición que permite a los ultras rayistas desplazarse por Europa para apoyar a su equipo y difundir así su ideología de izquierdas. Empiezan a surgir líderes como "el Capo", un sindicalista del sector de la limpieza o "el Espi" (en referencia al personaje del programa de televisión, Espinete), que empiezan a marcar la tendencia de los componentes del grupo.
Gracias a esto la afición creció hasta el punto de superar los once mil abonados en 2002 y permitir el cambio de nombre del campo en 2004, que pasó a llamarse Estadio Teresa Rivero. Pero no todo podía ser bonito y a partir de ese momento, el Rayo entró en una caída sin freno que lo llevó a penar por Segunda B durante cuatro años y otros tres más en Segunda, hasta su vuelta a Primera en 2011 de la mano del técnico José Ramón Sandoval.
Los problemas económicos de la familia Ruiz Mateos afectaron al equipo y fue entonces cuando la afición salió al rescate creando una “Fila 0” para que la gente pudiera hacer donativos y comprar camisetas con el objetivo de pagar a los jugadores y trabajadores del club.
Este hecho hizo que la relación de los "Bukaneros" y la familia Ruiz Mateos no acabase como se esperaba después de tantos años buenos. Los aficionados llegaron a arrancar las letras de Teresa Rivero del estadio y los Bukaneros realizaron un tifo imitando el cartel de la película “El Padrino” con las letras de "La familia" junto al retrato de José María Ruiz-Mateos.

Tifo realizado por los Bukaneros en contra de la familia Ruiz Mateos.
La desastrosa temporada del 2003-2004 en la que dirigieron al equipo rayista conocidos exjugadores como Julen Lopetegui, Jorge D'Alessandro y Chechu Rojo, llevó al club de la barriada madrileña al descenso a la Segunda B. Fue entonces cuando las secciones más radicales de los "Bukaneros" se movilizaron. Aparecieron en escena personajes violentos vinculados a los grupos más radicales de la extrema izquierda madrileña. Personajes como Iñaki el "Pirraca", hoy unido a la coalición Podemos de Pablo Iglesias como miembro de seguridad, empezaron a tener el control de este grupo de ultras de Vallecas. Lo que entonces era una afición deportiva pasó a ser una afición de ideología política "totalmente antifascista". Junto a los hermanos "Pirraca" (Daniel y, sobre todo, Iñaki) aparecía otro de los grandes líderes de los "Bukaneros", Pablo "Zafra", en referencia a su localidad natal extremeña.
Estos líderes controlaron los Bukaneros consolidando a este grupo de ultras deportivos como uno de los de mayor poder en el barrio de Vallecas, superior a los de ideología política como los Grupos Anarquistas de Vallecas. Con sus cánticos, similares a los de guerra, este grupo de ideología antifascista hizo suyo al equipo de Vallecas convirtiéndose en uno de los grupos de hinchas más peculiares y radicales de España.

Bukaneros animando en los años 90.
Esta evolución deportiva y política con ideales antifascistas hizo que los ultras de Vallecas se hermanasen con otros colectivos ultras de fútbol español, como las "Brigadas Amarillas" del Cádiz o los "Riazor Blues" del Deportivo La Coruña, en cuyas alianzas se mostraban mensajes de unión contra el enemigo en común: "el fútbol moderno y el neonazismo que parece resurgir poco a poco en el país ibérico". Paralelamente, los "Bukaneros" apoyan abiertamente a los movimientos independentistas que se viven en Galicia, Catalunya y Euskal Herria.

Raúl Martín Presa.
Para los más viejos aficionados al Rayo Vallecano consultados por Elcierredigital.com, "lo sucedido este pasado 7 de abril no es un hecho puntual, sino que es un acto más que muestra la radicalidad de los hinchas de un club de fútbol, el Rayo Vallecano, que no siempre han sido así. Anteriormente, la afición rayista estaba formada por gente del barrio, personas humildes que vivían en la parte vieja del Puente de Vallecas, en la Plaza Vieja o en la avenida Monte Igueldo, sindicalistas y de izquierdas, pero que nada tenían que ver con los grupos anticapitalistas e Izquierda Castellana, que son los que radicalizan a esta afición por completo", señalan.
La llegada en el año 2011 a la propiedad del equipo rayista del empresario de las artes gráficas Raúl Martín Presa, vinculado ideológicamente a la derecha española, no hizo más que acrecentar la división existente entre el grupo ultra de los "Bukaneros", y de gran parte de la afición rayista, con la presidencia y dirección del club franjirrojo.
Incidente con Zozulya
Uno de los actos más sonados de los "Bukaneros" fue el incidente con el jugador ucraniano Roman Zozulya, hoy en las filas del Albacete Balompié. Este enfrentamiento ocurrió en la temporada 2016-17, cuando el mercado invernal estaba a punto de terminarse. En estas fechas, el Rayo Vallecano llegó a un acuerdo con el Betis para la cesión de Zozulya para lo que restaba de temporada, sin embargo, al enterarse de la noticia, los "Bukaneros" se presentaron en el primer entrenamiento del jugador con el club con una pancarta en la que ponía: "Vallekas no es lugar para nazis. Presa, para ti tampoco. Vete ya", en referencia al actual presidente del equipo rayista.
Además, en aquella sesión de entrenamiento, los aficionados increparon e insultaron a Zozulya, llegando incluso a tener que acudir a las instalaciones tres furgones de la Policía para que la situación no fuese a mayores. Tiempo después se producirían graves incidentes entre los "Bukaneros" y los ultras del Betis Balompié, los conocidos como "Supporters Gol Sur", de ideología de extrema derecha.

Imagen de la pancarta en el primer entrenamiento, y único, de Zozulya con el Rayo.
Finalmente, y a pesar de que Zozulya dio sus explicaciones mediante una carta a la afición rayista en la que decía "Nunca he estado vinculado a ningún grupo neonazi ni paramilitar", el incidente se resolvió en favor de los "Bukaneros" y el delantero ucraniano se volvió a Sevilla, donde no pudo disputar ningún partido más esa temporada con el club bético, ya que no pudo ser inscrito de nuevo.
Sin embargo, los ultras rayistas parecen no haber perdonado a Roman Zozulya, ya que en la temporada 2019/2020, en el duelo de LaLiga Smartbank que enfrentaba al Rayo Vallecano y al Albacete Balompié, equipo en el que milita actualmente el delantero ucraniano, el encuentro tuvo que ser suspendido después de que el club manchego se negara a salir a jugar la segunda parte por los cánticos ofensivos que sufrió su jugador Roman Zozulya durante los primeros 45 minutos por parte de los "Bukaneros", que gritaban “Puto nazi” cada vez que entraba en contacto con el balón.
Los nuevos Bukaneros
Este incidente con el jugador ucraniano Zozulya es otro más de los actos violentos cometidos por los radicales del Rayo Vallecano durante los últimos quince años. Actos violentos como los cometidos en Talavera donde reventaron un bar, o la lucha sin cuartel con los ultras del Betis, y otros combates violentos con los ultras del Atlético del Madrid (Frente Atlético) han marcado el devenir de los "Bukaneros". Sin olvidar su aparición, en noviembre de 2014, en un enfrentamiento campal en el río Manzanares entre diferentes grupos ultras del fútbol español que ocasionó la muerte del seguidor del Deportivo de La Coruña, Francisco Javier Romero Taboada (Jimmy) perteneciente a los "Riazor Blues", seguidores radicales del equipo coruñés.
Este es un periodo de tiempo en el que el grupo de los "Bukaneros" está controlado por afiliados a partidos anarquistas, como los Anticapitalistas o la Izquierda Castellana, una de las secciones más peligrosas dentro de la afición rayista.

El abogado Erlantz Ibarrondo Merino/ YouTube.
Precisamente, a este partido político de extrema izquierda "de ideología castellanista" pertenece uno de los miembros de los "Bukaneros" con más poder dentro de las bases. Se trata del abogado Erlantz Ibarrondo Merino, defensor habitual de los movimientos antifascistas que en 2009 se presentó a las elecciones al Parlamento Europeo en la lista del partido Iniciativa Internacionalista, vinculado a Herri Batasuna.
Erlantz Ibarrondo es el abogado de prácticamente todos los miembros de los "Bukaneros" que son sancionados por vulneración de las normas deportivas, entre otras cuestiones. Este abogado acompaña normalmente a Pablo Iglesias en muchas de sus citas y apariciones públicas. Precisamente, el abogado Ibarrondo fue el defensor de una de las causas que más han activado públicamente a los "Bukaneros", como fue la detención del "camarada Alfon", cuyo nombre aparece normalmente en pancartas en el fondo de los "Bukaneros" en el Estadio de Vallecas. Este nombre, el de "Alfon", es uno de los más utilizados en los cánticos de este grupo de ultras en el estadio vallecano más allá del apoyo a su 'Rayito'.
Alfonso Fernández Ortega, conocido como "Alfon", fue condenado por el Tribunal Supremo a cuatro años de cárcel por llevar un artefacto explosivo oculto en una mochila el día de la Huelga General del 14 de noviembre de 2012. La pancarta de "Alfon Libertad" ideada por el abogado Ibarrondo, compañero de Pablo Iglesias en muchas ocasiones, es una de las señas de identidad hoy en día de los "Bukaneros".
Un grupo ultra que hoy se rige por Asambleas, donde los llamados antifascistas, antirracistas y anticapitalistas deciden qué se va a hacer. Horas antes de cada partido del Rayo Vallecano se producen concentraciones de los ultras en las que, anteriormente a la pandemia, se realizaban conciertos y prácticas de artes marciales.
La anterior sede de los "Bukaneros" se encontraba en la zona vieja de Puente de Vallecas, en un edificio abandonado que albergó una empresa de artes gráficas con la que se había llegado a un acuerdo con su propietario para pagar un bajo alquiler y poder utilizarla como sede. Sin embargo, el Juzgado embargó a este empresario sus propiedades y los "Bukaneros" tuvieron que salir hacia una nueva sede, más alejada del Estadio de Vallecas, aproximadamente a un kilómetro pero muy cercana a la Tele K de Pablo Iglesias.