29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Una joven ha fallecido en Toledo por consumir isobutano de un mechero, lo que pone de manifiesto una nueva moda en el consumo de psicotrópicos

Inhalar gases: La popular y barata forma de drogarse que se extiende entre los jóvenes

Mechero.
Mechero.
La muerte de una joven de 16 años en Toledo por inhalar el gas de un mechero alerta de una nueva moda entre los jóvenes. Esta forma de drogarse es barata, pero altamente peligrosa, ya que puede ocasionar la muerte. El consumo de “inhalantes”, sin embargo, no es actual. El cloretilo y el conocido como ‘gas de la risa’ u óxido nitroso son algunos de los gases para drogarse más populares entre los jóvenes.

El pasado viernes la muerte de una joven de 16 años alertaba sobre la nueva droga de moda entre los jóvenes: el gas de los mecheros. La adolescente, que falleció en Corral de Almaguer (Toledo), inhaló esta sustancia —conocida como gas azul o isobutano—, respiró tres veces seguidas y se quedó inconsciente. Según confirmaron los amigos de la víctima, había inhalado con anterioridad este gas “para colocarse”.

El motivo por el que esta joven, al igual que muchos otros, inhalaba el gas azul era la sensación inmediata que le proporcionaba. Euforia, desinhibición y distorsión de la realidad son algunos de los principales “atractivos” para consumirlo. Otra, es su reducido coste. El isobutano se comercializa en botes pequeños de un precio inferior a cinco euros, lo que se convierte en una opción asequible para drogarse.

Los riesgos de consumir gas azul

Sin embargo, los riesgos de consumir gas azul son altos. Mareos, dolores de cabeza, aturdimiento, tener los oídos taponados y una ligera falta de coordinación son algunos de los efectos secundarios más leves que puede provocar. En el caso de la joven fallecida, un mareo pudo ser el causante de su muerte, que no ha podido certificarse si fue a causa de la droga o del golpe en la cabeza que recibió al caer.

Aunque todos estos síntomas pueden parecer leves, inhalar el conocido como gas azul puede llegar a provocar la muerte. Esto es así debido a que su consumo genera hipoxia, una alteración en el cerebro que reduce el oxígeno que le llega a través de los vasos sanguíneos. Pero también puede provocar una insuficiencia cardíaca y la asfixia, que llevarían igualmente a la muerte.

Recarga de un mechero con gas azul.

Además, si se consume en repetidas ocasiones por un periodo largo de tiempo puede provocar alucinaciones, pérdida de audición, espasmos, convulsiones y daños en el sistema nervioso central.

Cloretilo y el 'gas de la risa': otras opciones usadas como droga

El consumo del gas de los mecheros por parte de los jóvenes se une a otros gases que se utilizan como droga. Son denominados “inhalantes”, es decir, sustancias volátiles que producen unos vapores químicos que generan procesos similares a los obtenidos con otras drogas.

A lo largo de los años los jóvenes han inhalado sustancias como el pegamento, el corrector líquido, los barnices e incluso el cloretilo. Este último es un spray anestésico que sirve para mitigar el dolor causado por las lesiones —principalmente musculares— ocasionadas por prácticas deportivas. Su uso como droga comenzó en los años 80, pero sigue utilizándose en la actualidad ya que puede comprarse en farmacias sin receta médica.

Sin embargo, uno de los gases más recurrentes, que vuelve de tanto en tanto a la actualidad debido a un repunte de su consumo, es el conocido como el ‘gas de la risa’ u óxido nitroso. Recientemente, Estados Unidos alarmó sobre el uso del que contienen los botes de nata montada como droga, lo que hizo que lanzaran una ley que prohibiera la compra de este producto a menores de 21 años, edad con la que los estadounidenses obtienen la mayoría de edad.

Los usos del ‘gas de la risa’ y sus consecuencias

No obstante, el óxido nitroso no está considerado como droga, aunque actúe de ese modo si se emplea indebidamente. Su comercialización es legal ya que suele ser utilizado como anestesia. Según comentaba el doctor Darío Fernández, experto en drogadicción, en una conversación con elcierredigital.com, "los dentistas lo utilizan para operaciones odontológicas, con control. También lo tienen muy presente los ginecólogos, y en estos casos siempre hay un especial cuidado para que los pacientes no tengan problemas. La cantidad que se debe usar dependerá de las condiciones y necesidades de cada persona".

Además, el óxido nitroso, según continuaba explicando el doctor, se usa para controlar los motores de los coches, por lo que “se puede conseguir en cualquier ferretería de España”, lo que hace que sea más fácil su consumo indebido.

Cartuchos de óxido nitroso.

Fernández, además, admitía que su consumo “puede producir adicción” pero que no presenta peligro si se utiliza “una dosis adecuada con un uso moderado”. “Es un gas que afecta a los vasos sanguíneos. También es un depresor del sistema nervioso central. Produce un retraso en los reflejos. Riesgos mentales”, continuaba.

El doctor añadió otros efectos peligrosos que causa su consumo, como “problemas de atención y concentración” y también “puede perjudicar a los fetos durante los embarazos”. “Las personas que padezcan un resfriado en el momento del consumo del gas pueden verse en peligro por incapacidad respiratoria. A corto plazo produce alteración del equilibrio y afecta a personas con problemas en el hígado o riñón. Otro de los problemas que presenta es que frena la frecuencia cardiaca y se puede expandir por el alveolo pulmonar", enumeraba Fernández.

Ahora, el consumo del gas de los mecheros se convierte en una moda y habrá que esperar para ver si, como en el caso del óxido nitroso, tendrá repuntes con el paso de los años o quedará en el olvido.

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