20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El pederasta conocido como “La Bestia” se dedicaba a cazar niños por las calles de las principales ciudades de Colombia

Luis Alfredo Garavito tiene más de 200 víctimas a sus espaldas y podría salir de la cárcel en 2023

Entre 1992 y 1999 una oleada de crímenes asoló todo el territorio colombiano, niños de entre 6 y 16 años eran violados, torturados y asesinados brutalmente y sus cuerpos quedaban abandonados en medio de la nada. Siete años tardaron las autoridades en dar caza a “La Bestia” el culpable de estos hechos macabros que relató con una calma escalofriante frente a los agentes que le detuvieron.

Luis Alfredo Garavito nació en el pueblo colombiano de Génova en 1957. Se crió en el seno de una familia humilde y fue el mayor de seis hermanos. Su infancia no sólo estuvo marcada por la pobreza y por la violencia del conflicto armado que vivía su país sino que también sufrió continuos malos tratos de carácter muy violento por parte de su padre. A los 12 años fue víctima de abusos sexuales por parte de un amigo de su padre, que además le golpeó y le quemó. Sin embargo, ésta no fue su única violación. Todos estos hechos fueron narrados por el propio Garavito en el juicio celebrado contra él y con ellos trató de justificar los crímenes de pederastia y asesinato.

El primer asesinato lo cometió en 1992. Captaba a sus víctimas ofreciéndoles dulces o dinero y se los llevaba a dar un paseo. Mientras, él comenzaba a beber y cuando notaba la sensación de ebriedad, llevaba a los niños a un lugar apartado donde comenzaba con su ritual. Las víctimas eran sometidas a una autentica tortura por parte de Garavito, no solo los violaba mientras se encontraban atados, si no que los apuñalaba, mutilaba y golpeaba en repetidas ocasiones hasta que finalmente les degollaba acabando con su vida. A pesar de que en su juicio, Luis Alfredo decía cometer los crímenes de manera impulsiva y sin premeditación, sus actos indicaban lo contrario. Antes de cometer cualquiera de los raptos y asesinatos cambiaba su apariencia para entorpecer el trabajo policial, se disfrazaba de cura, profesor o anciano entre otros, para hacer creer que no era la misma persona.

Alfredo Garavito en prisión

El 22 de abril de 1999 cometió un error y fue sorprendido por un indigente mientras intentaba asesinar a otro niño. Éste comenzó a tirarle piedras para alejarle de la víctima salvando así la vida del menor. Tras esto, la Policía logró detener a Alfredo Garavito como sospechoso de los crímenes.

Garavito negaba su implicación en los asesinatos de las 114 víctimas que se le imputaban, pero los agentes estaban prácticamente seguros de su autoría debido a una agenda que encontraron en el domicilio de su novia donde documentaba todos los asesinatos. Además, las autoridades tenían restos de ADN y sus movimientos que le situaban en las proximidades de las escenas del crimen, pero Garavito seguía impasible y negaba todos los hechos. Finalmente, los interrogadores optaron por otra vía, narraron delante suya los crímenes que había cometido, incidiendo en cada detalle y fue ahí cuando “la bestia” confesó durante más de 12 horas los crímenes. Fue capaz incluso de señalar en un mapa todas las ciudades y los lugares donde había dejado los cadáveres además de las fechas de cada uno de los asesinatos.

En el juicio celebrado en diciembre de 2001 achacaba su conducta al alcohol y afirmaba que hizo un pacto con el diablo y lo dominaba “una fuerza extraña” que le hacía cometer estos actos. Sin embargo, varios psiquiatras forenses elaboraron un perfil psicológico donde afirmaban que Alfredo Garavito “es un hombre muy peligroso, que finge emociones que no siente, se excita con el riesgo y al que le encanta la sensación de dominio y de ejercer un papel superior”.

Fue condenado a 1.853 años de prisión por el asesinato de 138 niños, pero por la colaboración con las autoridades en la localización de los cuerpos y debido a que el tiempo máximo de estancia en la cárcel en Colombia son 60 años, logró una reducción de condena a 40 años. Cuando cumpla tres quintas partes de condena podrá solicitar la libertad condicional gracias a su buen comportamiento por lo que, en 2023, “La bestia” de Colombia saldrá a la calle en libertad.

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