Más de 100.000 solicitudes de nacionalidad recibió el gobierno de familiares de los judíos expulsados por los Reyes Católicos en 1492
Miles de descedientes sefardís en el limbo pese a la promesa del Gobierno de ser españoles
"El nueve de AV es un día triste para los judíos, el calendario hebreo es distinto al que usa el resto del mundo, el gregoriano. Pero por alguna razón, todas las desgracias para el pueblo judío ocurren en esta fecha en la que se conmemora la destrucción del Primer Templo (Construído por el Rey Salomón). La expulsión de los judíos por los Reyes Católicos también fue un nueve de AV", explica Barbara Mancini, judía sefardí radicada en Barcelona.
Mancini comenta con nostalgia y entusiasmo la historia y los puntos más importantes del judaísmo moderno. Ella y su esposo llegaron a Barcelona desde Argentina a mediados del año 2019, cuando el gobierno de España hizo una "última llamada" para aquellos descendientes de sefardís expulsados de la península que quisieran recuperar la nacionalidad española.
El plazo de solictud para probar el árbol genealógico inició con la aprobación de la ley en el año 2015 y se cerró al finalizar septiembre del 2019. En total, según el Ministerio de Justicia y el Consejo General del Notariado se recibieron unas 153.767 solicitudes, 72.000 solo en el último mes, la mayoría de América Latina, destacando los 33.000 que llegaron de México, 28.000 de Colombia y 22.000 de Venezuela.
Solo los sefardís tuvieron acceso a la nacionalidad.
Mancini y su esposo fueron de los más de 7.000 sefardís argentinos que solicitaron la nacionalidad. Aunque muchos de los migrantes decidieron hacer la solicitud por los consulados de España en sus ciudades, el año pasado, el Ministerio de Justicia cambió las reglas de juego.
A través de una nueva normativa se permitió que en el último periodo se aplicará una moratoria de documentos. Según el ministerio, los interesados podrían presentar un resguardo de la Federación Judía de España y uno del Instituto Cervantes como pruebas iniciales, luego dispondrían de un año para presentar el resto de la documentación, incluidos el árbol genealógico.
"El problema está en que era más fácil pedirla, pero han puesto una última condición. La solictud debía realizarse directamente en un registro de España, así que teníamos que venir hasta aquí para poder solicitar la nacionalidad. Eso fue lo que hicimos", explica Mancini.
Aunque muchos de los solicitantes hicieron un viaje de ida por vuelta a sus países de residencia, a la espera de una resolución favorable, otros como la joven pareja, decidió quedarse en España.
Aunque muchos ya han recibido la nacionalidad, la mayoría sigue esperando.
"Se supone que se iba a otorgar la nacionalidad de forma directa, no deberíamos esperar mucho, pero aquí estamos, un año después. No tenemos nacionalidad, no tenemos residencia, ni permiso de trabajo, ni podemos regresar a Argentina", lamenta la joven, que aclara que la burocracia española la ha decepcionado enormemente, ya que se trata de "la vida de miles de personas de bien".