19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El previsible triunfo del PP el 13F podría servir al jefe de la oposición para reafirmar su posición ante sus críticos y sobre Sánchez

Mañueco se 'sacrifica' para que Casado recupere en Castilla y León lo perdido contra Ayuso

/ Mañueco
Alfonso Fernández Mañueco activó ayer el botón electoral para alegría de Génova 13, que pretende que el previsible triunfo autonómico del PP el próximo 13 de febrero sirva para que Pablo Casado refuerce su papel hegemónico sobre Sánchez a nivel demoscópico.

La cruenta guerra protagonizada por Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso le está sentando muy bien al presidente castellano-leonés Alfonso Fernández Mañueco, que ha pasado de ser el enemigo a batir por Génova 13 a convertirse en uno de los barones de confianza de García Egea.

Fuentes del PP explican que Mañueco, "muy hábil en los enredos, está jugando a dos barajas al asegurarse la confianza tanto de Casado como de Ayuso. Y el mal ambiente interno de la formación ha propulsado su figura tras carbonizarse la de Fernando López Miras en la operación que frenó la moción de censura impulsada por Ciudadanos en la Región de Murcia".

Botón del pánico

Mañueco calcó la hoja de ruta que realizó hace unos meses Ayuso: disolvió ayer las Cortes, echó a los consejeros de Ciudadanos de su Gobierno por unas supuestas deslealtades que le sirven como pretexto argumental y convocó unas elecciones que previsiblemente ganará el próximo 13 de febrero.

El PP confía en dispararse 110.000 votos en una región que lleva comandando desde que José María Aznar accedió a la presidencia autonómica en 1987. Los 'populares', según varias encuestas, se nutrirán con 90.000 papeletas de sus exsocios de Ciudadanos.

Génova 13 lleva tiempo alentando adelantos electorales en territorios que le serían favorables, principalmente Andalucía y Castilla y León, pero las reticencias de Juanma Moreno (que quiere pactar una lista conjunta con Ciudadanos), han colocado a Mañueco en el nuevo barón favorito de Génova 13, que ahora parece olvidar la ristra de enfrentamientos que coleccionan con el barón.

Mañueco tuvo que tragar el fichaje de Ignacio Cosidó como asesor en las Cortes tras carbonizarse como director de la Policía durante los gobiernos de Mariano Rajoy; sufrió que Casado le impusiera el fichaje como senador autonómico de Javier Maroto, que se empadronó en un minúsculo municipio segoviano para convertirse en portavoz del PP en la Cámara Alta; y vio cómo los caprichos de Génova 13 hacían saltar por los aires el poder 'popular' en Ávila, hoy en manos de la escisión llamada Por Ávila.

El barón 'popular' no se cortó a la hora de protestar por el nombramiento como gerente del Partido Popular de Castilla y León del 'casadista' Borja García en sustitución de Pedro Viñarás, rescatado por Mañueco como asesor, para enfado de Génova 13 (que abrió un expediente al presidente autonómico que finalmente no se enquistará).

Escenario favorable al centro-derecha

Vox previsiblemente disparará su representación en las Cortes de Valladolid: la formación de Abascal podría pasar de un procurador a contar con diez, quizá con el diputado estatal Víctor González como candidato. Esta formación previsiblemente completaría la mayoría del PP.

Pero Mañueco maneja encuestas que acercan a su partido a la mayoría. Los sondeos pronostican que la formación de centro-derecha se moverá entre los 34 y 40 representantes (la mayoría está en 41). Y quizá podría alcanzarla con un pacto 'antinatura' con los leonesistas progresistas de Unión del Pueblo Leonés, pragmáticos si consiguen ventajas para su provincia.

Peor horizonte tiene la izquierda a pesar de que el PSOE ganó en 2019 unas elecciones autonómicas por primera vez en 36 años. Luis Tudanca, que sonó para convertirse en ministro hace unos meses, perderá parte de lo reconquistado hace dos años.

Mañueco y Casado. 

El barón socialista y 'sanchista' tiene dos ventajas: el PSOE ha conquistado varias capitales de provincia de la región bajo su liderazgo y no hay otro candidato que tenga posibilidades de cambiar demasiado un resultado del que La Moncloa quiere alejarse, ya que la presencia en campaña de Sánchez e Iglesias en las últimas autonómicas fue perjudicial para el Gobierno de coalición.

Mañueco, que provocó el atasco de la negociación presupuestaria con Por Ávila (que exigía unas enmiendas de 35 millones que resultan insignificantes en unas cuentas de más de 12.000 millones), ahora aduce que Cs sopesó aprobar unos presupuestos con el PSOE. Esta pinza resulta difícilmente creíble porque si el barón popular sigue en el cargo es porque los naranjas no apoyaron la moción de censura que presentó el socialista Tudanca.

Incógnitas

El presidente de Castilla y León va a elecciones con dos incógnitas por resolver: su imagen, que podría salir mal parada de la judicialización de las primarias que ganó en 2017 gracias, entre otros asuntos, a afiliados salmantinos que se pusieron al día del pago de las cuotas con 24.000 euros que el PP no sabe de dónde salieron.

La otra duda es qué papel tendrá en las autonómicas la España Vaciada, que previsiblemente irrumpirá en las Cortes de Castilla y León gracias a provincias como Soria, Segovia, Palencia o Zamora. Los que previsiblemente mantendrán o mejorarán sus resultados son Unidas Podemos, que podría pasar de dos a tres representantes.

Sospechas y mentiras

El citado atasco presupuestario puso en alerta a Igea, que disimulaba su inquietud ayer a primera hora en una entrevista con Carlos Alsina. La estrella de Onda Cero, apenas unos minutos después de la entrevista, volvía a llamarlo para darle cuenta de su destitución.

Mañueco había asegurado que no iba a adelantar elecciones ni aunque le tumbasen las cuentas, pero este lunes se decía temeroso tras informar de la nueva situación de la comunidad gobernada por él a través de un tuit: "Hoy, 20 de diciembre, acabo de remodelar mi Gobierno, con posterioridad he firmado el Decreto de disolución de las Cortes de Castilla y León y la convocatoria anticipada de Elecciones Autonómicas en Castilla y León para el día 13 de febrero de 2022", explicaba.

El salmantino, que está en manos de su aliado Javier Iglesias (presidente de la Diputación de Salamanca, del que informaremos próximamente), aseguró en rueda de prensa que "la confianza se ha roto por la falta de lealtad de los socios de Cs. Nos han traicionado por pactar a espaldas los Presupuestos".

Las faltas a la verdad de Mañueco sacaron de quicio a una persona tan templada como su ya exvicepresidente Francisco Igea, que aseguró que el hecho de que Mañueco convoque "elecciones en este momento deshace toda la política sanitaria, pone en riesgo a la población por un interés partidista, no es un hombre de bien. Es un absoluto despropósito". Y añadió: "¿Qué cojones piensas de tu población?".

No parece inquietarle mucho a Casado, que quiso dejar claro en Twitter que la convocatoria de elecciones había contado con su bendición: "Alfonso Fernández Mañueco tiene todo mi apoyo para convocar elecciones por el interés de todos los castellanos y leoneses. Estoy seguro de que recibirá un gran respaldo a su gestión eficaz y cercana, bajando impuestos para crear más empleo y reforzando los servicios públicos".

Ayuso también le brindó su apoyo. Solo falta por saberse por cuánto tiempo le apoyará Javier Iglesias.

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