19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Antes de acabar con la vida del modisto había matado a cuatro personas y el FBI lo había perseguido a lo largo de Estados Unidos

Andrew Cunanan, el asesino en serie que acabó con la vida del diseñador italiano Gianni Versace y que terminó suicidándose

Andrew Cunanan.
Andrew Cunanan.
Hay una extraña frontera que separa a un asesino de una mente sana. Esa frontera es tan diáfana que son apenas imperceptibles las diferencias, hasta que ya es demasiado tarde. Los protagonistas de estos relatos de instintos criminales traspasaron esa barrera de manera brutal. Posiblemente, en su mente ya lo habían hecho antes de ejecutarlo. Un día su brutalidad llegó a tanto que pasaron a esa parte oscura de la Historia.

En julio de 1997 el asesinato del diseñador de moda Gianni Versace sobrecogió al mundo e hizo que un nombre se colase para siempre en la lista de asesinos célebres, Andrew Cunanan. El diseñador fue asesinado a tiros por el joven de 28 años en frente de su mansión de Miami que imitaba el estilo de las villas patricias de la Roma imperial. Unas semanas antes el diseñador italiano había presentado con gran éxito su último desfile de moda en París basado en telas metalizadas que se ceñían al cuerpo de Naomi Campbell.

A las pocas horas de su muerte se supo que en el camino del italiano se había cruzado un hombre que llevaba siendo perseguido semanas por el FBI después de cometer cuatro asesinatos que habían tenido en jaque a todo el país. Pero ¿Quién era Andrew Cunanan?

Andrew Philliph Cunanan nació en 1968 en San Diego (California). Su madre era descendiente de inmigrantes italianos y su padre un corredor de bolsa filipino. Sus progenitores siempre le exigieron buenos resultados en los estudios y le remarcaron la importancia del éxito en cada parcela de la vida.

La adolescencia de Cunanan fue complicada cuando descubrió su identidad sexual. Sabía que sus padres, de confesión católica, no lo entenderían y tenía miedo de que en su círculo social de nuevos ricos fuera rechazo. Ocultó su verdad durante años y se juró a sí mismo que sólo tendría relacione sexuales con hombres de buena posición económica. Creía que su homosexualidad sería más tolerada si la practicaba con ricos.

Tras pasar por la elitista Bishops School inició sus estudios universitarios en la Universidad de San Diego. En esa época empezó a inventarse aspectos de su vida. Informaciones que leía en las revistas sobre celebridades se las adjudicaba a él mismo. También en esos años se hizo adicto a la cocaína y el cristal. Para pagar sus vicios comenzó a prostituirse. Se convirtió en chapero. Pero no en uno cualquiera. En uno de lujo y llegó a tener entre sus clientes a hombres poderosos. Comprobó que era muy rentable esta profesión y decidió dejar los estudios contra la opinión de sus padres y se instala en San Francisco en Castro, el barrio gay.

Las víctimas de Andrew Cunanan. 

En 1990 conoce al que sería su pareja ocasional, el ex marine, Jeffrey Trail. Ese mismo coincidirá con Versace en una fiesta. Fue después de la inauguración de la Ópera de la ciudad que contó con diseños del italiano. Gianni se dirigió en un momento a él confundiéndole con un chico que había conocido en Milán. No sabía que estaba hablando con su futuro asesino.

En 1994 Andrew conoció a Norman Blachford, un millonario mucho mayor que él. Unos meses se traslada a vivir con él a la mansión de La Joya. Al poco tiempo conoce a David Matchen, un arquitecto de Mineapolis y se enamora de él. Durante más de un año vive esta doble vida, entre el hombre al que quiere y el que le mantiene.

En el verano de 1996, a la vuelta de unas vacaciones en la Costa Azul, todo estalla. David decide volverse a Mineapolis y Norman echa de casa a Andrew. Por si fuera poco, su amigo Jeffrey Trail también se va a Mineapolis. Solo y abandonado decide viajar en abril de 1997 a Mineapolis y consigue convencer a David para que acuda a buscarle al aeropuerto.

Comienzan los crímenes

De camino hacia casa de David le pide que pare en el apartamento de Jeffrey. Con una copia de la llave que había debajo del felpudo y le robó una pistola. El 27 de abril, a las 9.45 horas de la noche David saca su perro y Jeffrey llega al apartamento. Se produce un enfrentamiento y Cunanan mata al ex marine y envuelve su cuerpo con una alfombra. Cuando llega David, su ex amante lo mantiene secuestrado durante dos días. Finalmente, lo asesina y su cuero aparecerá el 3 de mayo cerca de un lago a las afueras de la ciudad.

Fue cuando se descubre ese segundo cuerpo cuando se repara en que en la escena del crimen de Jeffrey había una maleta con los datos de Cunanan. Comienza así un juego siniestro en el que el asesino jugaría al ratón y al gato con la policía.

Cunanan en la época en la que empezó a prostituirse. 

El 4 de mayo la policía descubre el cuerpo de Lee Miglin, un rico promotor inmobiliario que contrató los servicios sexuales de Cunanan, quien luego de matarle se llevó su coche lexus para poder seguir con su huida. El coche tenía un localizador y la policía podía seguir así su rastro. Cunanana se entera por la radio de que le están siguiendo y decide abandonar el coche.

Para seguir con huida. En Nueva Jersey, en el cementerio nacional de Finn's Point, asesina al vigilante William Reese, de 45 años, el 9 de mayo y roba su camioneta roja. De ahí se traslada a Miani. En concreto, a la zona gay South Beach. Durante semanas vive en la ciudad sin que nadie repare en él. Todo cambia cuando a principios de julio le un reportaje en Vanity Fari sobre el día a día de Versace en la ciudad y decide asesinarle. Todo apuntó a que Andrew estaba desquiciado y buscaba una forma de rematar la serie de asesinatos que le habían dado a conocer. El 15 de julio, esperó cerca de la verja de la casa del diseñador a que este volviera de comprar la prensa y lo disparó a sangre fría.

Durante los siguientes días estuvo en paradero desconocido. El 23 de julio de 1997, ocho días después de asesinar a Gianni Versace, Cunanan se suicidó a través de un disparo en la cabeza en el dormitorio superior de una casa flotante de Miami Beach. Se había atrincherado. La policía sabía dónde estaba y rodeo la casa. El asedio fue transmitido por televisión a todo el planeta. Después de horas esperando un equipo del FBI entró en la casa y descubrió el cuerpo de Cunanan.

Cuando confundieron a Cunanan con el hijo de Andrés Pajares

Sólo unas horas después del magnicidio, el hijo de Andrés Pajares, Andrés Burguera, era detenido durante unos horas en Nueva York porque la policía local le encontró parecido físico al asesino. La confusión llegó después de que los agentes le preguntaran cómo se llamaba y, en vez de dar su nombre en español, lo dio en inglés: Andrew.

"Fue el peor día de mi vida. Estaba en el barrio de Chelsea y noté que me seguía una patrulla al salir de una peluquería, donde había ido a cortarme el pelo. Me preguntaron mi nombre, contesté y terminé encañonado por una pistola y esposado. ¡Pensaba que era el fin!", confesó en El Mundo.

Andrés Burguera hablando de su detención en 'Crónicas Marcianas' (1997). 

"Estaba boca abajo y sin poder hablar. Los minutos se hacían eternos. No entendía de qué se trataba todo aquello, pero la cosa era seria. Escuché hasta un helicóptero sobrevolando la zona. Andrew era el hombre más buscado del FBI y responsable de otros cuatro homicidios, como el de Lee Miglin, un importantísimo empresario inmobiliario. Había mucha psicosis en el país”, añadía.

En la comisaría que había debajo de las Torres Gemelas. Allí, después de tomarle las huellas y leerle sus derechos, decidió llamar al consulado español para no asustar a su padre. Finalmente, el vicecónsul se personó en la comisaría para confirmar que se llamaba Andrés Pajares Burguera y no Andrew Cunanan. Como disculpa le compensaron con una 'green card', la cual permite vivir y trabajar en Estados Unidos.

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