OnlyFans, la red social que coló la pornografía en los hogares españoles durante 2020

Durante el confinamiento del COVID-19 en 2020 las plataformas y aplicaciones de videollamada fueron las protagonistas de los móviles y ordenadores gracias a la llegada del teletrabajo, las reuniones familiares o de amistades, la asistencia a conciertos desde casa o a las clases online. Sin embargo, ha sido otra aplicación la gran novedad del mundo online en el confinamiento, hablamos de OnlyFans.

OnlyFans nació en 2016 como plataforma de “mecenazgo” entre los creadores de contenido y el público. Mediante pagos directos, los usuarios de la red social obtienen ingresos por el contenido que ellos mismos crean, algo diferente al resto de plataformas, que utilizan la suscripción como método de pago. Pero la gran diferencia entre OnlyFans y el resto de aplicaciones es el tipo de contenido que permite. La plataforma deja paso a cualquier tipo de vídeos o fotografías, sin censuras, incluido el contenido para adultos. Esto la diferencia de otras redes sociales como Instagram, muy criticada por los usuarios por su censura o YouTube.

Durante la pandemia, los números de la red social crecieron de manera desorbitada. En 2020 alcanzó los más de 100 millones de usuarios de los que 97 millones se dedican en exclusiva a ver los contenidos de los demás y un 1,5 millón producen estos contenidos de manera habitual y generan dinero por ello. La plataforma recibe 83 millones de visitas mensuales. El pico más alto de descargas de la aplicación se produjo durante el confinamiento, gracias a lo cual la plataforma saltó a la fama.

Ejemplo de un perfil de OnlyFans

El contenido que se ofrece a los usuarios es exclusivo para los suscriptores. De este contenido, OnlyFans se queda con el 20% de los ingresos generados, pero un elevado número de mecenas garantiza al creador del contenido unos buenos ingresos. Es por esto por lo que muchas personas han tomado la iniciativa de convertirse en creadores de contenido impulsados por la reestructuración del mercado laboral que ha supuesto la pandemia y la incertidumbre profesional.

La pornografía en la palma de la mano

La laxitud en el tipo de contenidos que permite esta plataforma es la razón por la que esta red social se ha hecho conocida por su contenido pornográfico. Anteriormente, este contenido para adultos se limitaba a plataformas específicas cuyo contenido era creado por profesionales. Este es el caso de webs como Pornhub, una de las webs más buscadas en Google en Estados Unidos y que ha sido puesta en el punto de mira por permitir vídeos donde se abusaba de niñas menores de edad.

OnlyFans permite a cualquier persona ser la nueva estrella del porno y recibir ingresos por ello. “Lo que está vendiendo es sexo puro y duro. Se utiliza para la prostitución, para el porno en vivo y para el sexting. A través de OnlyFans se están vendiendo muchos contenidos que tienen que ver con la prostitución 2.0” explica Mabel Lozano, autora del libro PornoXExplotación para un medio digital español.

Una industria que se acerca peligrosamente a la población más joven y que vulnera en especial a las mujeres. En la pandemia, varios organismos internacionales de carácter económico alertaron de que serían los jóvenes y en especial las mujeres de América Latina los más perjudicados por la pandemia. Y fue en esta región donde OnlyFans empezó a tomar protagonismo de manera más rápida y antes que en el resto del mundo.

“El éxito de la plataforma OnlyFans es la victoria de la propaganda misógina que se vuelve omnipresente y que busca tentar a las mujeres más jóvenes con la validación masculina y dinero fácil, las dos imposiciones que el patriarcado y el neoliberalismo, respectivamente, colocan como falsas aspiraciones para las mujeres” argumenta la Asamblea Abolicionista de Madrid. La agrupación rechaza la pornografía por cumplir una triple función: “reproduce la violencia contra las mujeres, explota sus cuerpos para generar ganancias y adoctrina a mujeres y hombres para repetir el proceso.”. Y explican que “grabar y difundir contenido en el que las mujeres son vejadas y degradadas permite al patriarcado extender su ideología y además rentabilizarla en el mercado”.

La pornografía se coló en los hogares del resto del mundo cuando los prostíbulos cerraron. Ocurrió también con otras plataformas de vídeo utilizadas en el día a día. Es el caso de Netflix y la película 365, un largometraje que narra la relación entre una empresaria y el jefe la mafia siciliana. El film se coronó como “la película más vista en más tiempo consecutivo” en la plataforma y fue muy criticada por hacer apología de la violencia sexual y enaltecer las relaciones tóxicas.

Donde los famosos exponen sus secretos

Otro de los motivos por los que OnlyFans se ha vuelto un éxito es por la cantidad de famosos que la usan. Cantantes estadounidenses como Cardi B suben contenido con frecuencia, el igual que lo hace el rapero Tyga, que ha protagonizado varias polémicas relacionadas con la prostitución de mujeres y el uso del cuerpo de estas en diferencia de condiciones para sus vídeos. Las estrellas de la pornografía también han dado el salto a esta plataforma. Mia Khalifa suma ganancias de hasta cinco millones de dólares mensuales.

En España personajes del mundo de la televisión como Steisy de MYHYV, Daniela Blume, Alberto Santana, también de MYHYV, Ariadna de GH, Apolonia Lapiedra y la actriz Mari Cielo Pajares. Amor Romeira confesó que en diez días ganó 200 euros y Apolonia Lapiedra dijo en Telecinco que gana unos 19.000 euros al mes. Daniela Blume contó para elcierredigital.com su experiencia en la plataforma, a la que llegó porque “por primera vez vi que tenía una red sin las cortapisas habituales” y admite que “Hay cosas que sé que no voy a hacer nunca, pero porque no me interesan”.

Tuit de Steisy anunciando su cuenta de OnlyFans

Son famosos que han visto en OnlyFans la oportunidad de explotar otras características de su marca personal y que se han sentido atraídos por las altas posibilidades de ingreso de la plataforma. Una plataforma que permitió conocer lo más íntimo de las personas durante la pandemia, pero que puede ser peligrosa si se desconoce cuáles son sus consecuencias.