25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

PESE A LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL QUE TUMBÓ LA PROHIBICIÓN DE LAS CORRIDAS DE TOROS EN cataluña, LA PLAZA NO SE ABRIÓ A LA TAUROMAQUIA

Diez años sin la Monumental de Barcelona: La familia Balañá mantiene el veto taurino en Cataluña

Imagen de la última corrida en la Monumental de Barcelona
Imagen de la última corrida en la Monumental de Barcelona
El pasado 25 de septiembre se han cumplido diez años de la última corrida de toros en la Monumental de Barcelona. Una decisión del Parlamento catalán fue la que prohibió este tipo de eventos en la comunidad y aunque fue revocada por el Tribunal Constitucional en 2016, las corridas no han vuelto a celebrarse en Cataluña. La familia Balañá, dueña de la Monumental de Barcelona, parece no tener la voluntad de reabrirla a eventos taurinos.

El 25 de septiembre de 2011 tuvo lugar la última tarde de toros en Barcelona. Una corrida con José Tomás, Juan Mora y Serafín Marín despedía la tauromaquia de la sociedad catalana. Con este último festejo se echaba el cierre a la plaza más importante de una ciudad que había llegado a ser un referente taurino a nivel mundial. En julio de 2010, una votación del Parlamento catalán en julio de 2010 aprobó el fin de la tauromaquia en la comunidad autónoma, con vigor a partir de 2012.

De esta forma, se quedaba sin vida la Monumental de Barcelona. Este edificio situado en la Gran Vía barcelonesa que tenía capacidad para 19.500 aficionados al toreo se cerraba. La Barcelona que, a principios del siglo XX, fue una de las ciudades con más fervor taurino cambiaba de tercio, apagando "la fiesta" en el último coso que quedaba activo en la ciudad. Antes, habían sido El torín y Las Arenas, esta última reconstruida en centro comercial. 

La Monumental de Barcelona en la década de 1920

El veto a la tauromaquia en Cataluña se alargó durante cinco años. En 2016, el Tribunal Constitucional revocó la prohibición alegando que era inconstitucional, al entrar en conflicto con las leyes de protección a la cultura, donde se incluía la tauromaquia como parte de nuestra tradición. Las posibilidades de los ejecutivos catalanes en cuanto a la tauromaquia se delimitarían únicamente a la aplicación de limitaciones y no a la prohibición total de la práctica taurina.

Sin embargo, la sentencia del Tribunal Constitucional no reactivó la vuelta de los toros a la Monumental de Barcelona. Y es que la familia Balañá, dueña de la plaza desde 1927, no desea recuperar la actividad taurina para evitar una lucha administrativa contra el Gobierno autonómico y regional, contrario a lo taurino. Por otra parte, la familia sostiene que las actividades llevadas a cabo en la Monumental de Barcelona, como circo y conciertos, aportan mayores beneficios económicos.

La familia Balañá y su espalda a los toros

La familia Balañá y su grupo empresarial además de contar con la titularidad de la Monumental de Barcelona, desarrolla otros negocios que parecen haber tomado protagonismo en los últimos años, tales como los cines o los teatros en Barcelona. Tal olvido han hecho de la fiesta que ha desaparecido incluso de la web del grupo Balañá. “Cines y teatros de Barcelona desde 1943”, así es como se presentan en su página. Es verdad que en el último año han tenido que cerrar muchos cines y otros espacios culturales por culpa de la pandemia y otras circunstancias.

Esta saga de famosos empresarios del ocio en Cataluña ha dado la espalda al mundo del toro. A pesar de la sentencia del Tribunal Constitucional, esta saga de famosos empresarios del ocio en Cataluña no han vuelto a programar ninguna corrida de toros. Cabe señalar que la Generalitat anunció el pago de 329.699 euros a la familia para paliar los perjuicios causados por la prohibición de las corridas. Y la familia defiende la rentabilidad de los espectáculos que actualmente se albergan en la Monumental.

Manolete junto a Pedro Balañá, dueño de la monumental de Barcelona

En definitiva, tal y como apuntan fuentes conocedoras a elcierredigital.com "esta familia parece haberse centrado en otro tipo de ocio para evitar el conflicto con el Parlamento de Cataluña". La Monumental parece estar destinada a la celebración de eventos muy distintos a los taurinos, que la hicieron famosa en el mundo entero. Incluso se ha puesto a la venta en el mercado inmobiliario por 41 millones de euros.  Ni la presión de algunos aficionados de los toros, ni la sentencia del Tribunal Constitucional cambiaron el parecer de una familia que deja de lado una parte de la cultura catalana.

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