20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El líder de UPN, Javier Esparza, asegura que el proyecto inicia una etapa de "redefinición" y evidenció que barajan presentarse con sus siglas en 2023

El posible final de Navarra Suma: Una realidad que inquieta en el Partido Popular y en Ciudadanos

/ Esparza y Casado.
Javier Esparza anunció hace unos días que la coalición Navarra Suma inicia un proceso de "redefinición". El líder de UPN evidenció que los regionalistas barajan presentarse con sus siglas de cara a 2023. La militancia del partido navarro decidirá con qué fórmula electoral van a las urnas dentro de dos años, una decisión que inquieta a PP y Ciudadanos que, no obstante, podrían integrar a algunos de sus miembros en las listas municipales.

UPN supo fijar en 2019 el voto del centro-derecha bajo las siglas de la nueva coalición Navarra Suma, que no logró recuperar el Gobierno foral pero sí consiguió que los regionalistas recobrasen el poder municipalista perdido cuatro años atrás.

Pero el escenario actual en Navarra no es el mismo de hace dos años y cada vez más voces en el partido que lidera Javier Esparza aseguran que UPN debería recuperar sus siglas a nivel electoral de cara a 2023.

Este hecho no obligaría a una ruptura del principal partido de la oposición en Navarra con el Partido Popular y Ciudadanos, que podrían integrar a algunos de sus miembros en las listas municipales, autonómicas y estatales de UPN (tal y como hizo el PP durante más de un cuarto de siglo).

"Redefinición"

Esparza asegura que la militancia de UPN elegirá con qué nombre se presentan a las elecciones, pero el dirigente aventuró una "redefinición" del proyecto de cara a 2023. Este hecho no ha cogido por sorpresa a Ciudadanos, que de la mano de su barón Carlos Pérez-Nievas ha asegurado que comprenderán que la cuota naranja se rebaje respecto a 2019 (año en el que colocaron a tres militantes en los puestos de salida de Na+).

Pérez-Nievas podría ser en 2023 el único miembro naranja que se coloque entre los veinte primeros puestos de la nueva lista tutelada por UPN, que parece haber recompuesto sus relaciones con sus socios a pesar del enfado de hace varias semanas.

Y es que Ciudadanos anunció que iba a pedir al Gobierno de España que frenase la devolución de la competencia de Tráfico a Navarra siete décadas después y Esparza se mostró muy duro en público: "Que se atengan a las consecuencias", llegó a decir.

Javier Esparza, líder de UPN. 

Carlos Pérez-Nievas, atribuyó la postura naranja a "un error de coordinación". Pero lo cierto es que el partido que lidera Inés Arrimadas lleva cargando contra el autogobierno de la Comunidad Foral desde que se extendió a nivel estatal, allá por 2014.

La coalición Geroa Bai también cargó contra Cs porque "a los continuos ataques al régimen foral y al Convenio Económico de la formación naranja, se suma ahora la petición de paralización de una reivindicación histórica de Navarra como es la transferencia de Tráfico".

El socialista José Luis Arasti afirmó que "Ciudadanos, que siempre defiende y se pone del lado de la Constitución, la conoce poco o muy poco porque precisamente es en la Constitución donde se reflejan los estatutos de autonomía, en el caso de Navarra la Lorafna; y donde constan todas esas competencias que la comunidad puede asumir siempre desde la lealtad institucional y de acuerdo con el Gobierno central".

También provocó inquietud en la relación entre UPN y Cs la ruptura de los naranjas con el PP tras la fallida moción murciana. Esparza admitió que el divorcio no ayudaba al buen funcionamiento de Navarra Suma.

Y a este hecho se le sumó que una senadora de Cs dentro de Na+, Ruth Goñi, dejó el partido de Arrimadas para marcharse al Grupo Mixto. Goñi dio las "gracias a Ciudadanos por la oportunidad de defender durante estos años un proyecto político maravilloso". Y aseguró que "Ciudadanos ha cambiado de ideología".

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