25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Una concatenación de sucesos se entrama detrás de la cortina que esconde la salida de Reino Unido tras el referéndum

Los daños colaterales provocados por el Brexit que afectan a los países de la Unión Europea

Brexit
Brexit
Entre las consecuencias producidas por la separación entre Reino Unido y la Unión Europea, se encuentran los desacuerdos entre relaciones, los problemas con estudiantes europeos, el turismo, y la economía, entre otros.

Como en toda ruptura, existe una letra pequeña que hay que asumir. Aquello que a priori no vemos, pero que también se ve afectado. Es lo que ocurre con los daños colaterales que provoca (y provocará) la ruptura que ha tenido lugar entre Gran Bretaña y la Unión Europea.

Múltiples son los factores que se han aunado para que finalmente se llevase a cabo la salida de Reino Unido, o lo que es lo mismo, el Brexit. Pero al igual que con la toma de cualquier decisión, a esta le acompaña una serie de consecuencias que se empezarán a notar a partir de ahora.

Boris Johnson, Ministro Británico.

EL PROGRAMA ERASMUS+

Una de ellas, es la situación en la que se encontrarán los estudiantes que hasta ahora han estado disfrutando del programa Erasmus+. Hasta hace un año, el Ministro Británico, Boris Johnson, aseguraba que, junto con Bruselas, llegarían a un acuerdo para poder mantenerlo, sin embargo la situación ha cambiado.

El problema radica en la dificultad que supondría replicar los beneficios del sistema de estudio, según consta en un informe de la Cámara de los Lores. A corto y medio plazo, la dificultad económica para mantener este sistema que lleva vigente más de 30 años es bastante elevada.

Johnson asegura que los contribuyentes salían perdiendo, económicamente hablando, con el acuerdo que se tenía en la educación. Según declaró, Reino Unido ha contribuido holgadamente a la educación de alta calidad y, aunque les resultase muy satisfactorio recibir a estudiantes europeos, reconoce que el programa Erasmus+ era elevadamente caro.

Para ocupar este vacío, se ha creado una especie de réplica de este programa de movilidad extranjera llamado ‘Turing’, pero dicho programa no considera la llegada de estudiantes extranjeros a las universidades de Reino Unido, y tampoco cuenta con una infraestructura manifiestamente consolidada para que se pueda llevar a cabo sin incidencias.

Hasta ahora, los estudiantes que querían viajar a las universidades británicas debían hacer el abono de la correspondiente matrícula en su Universidad de origen, pero de ahora en adelante, quienes consideren Reino Unido como el lugar elegido para enfatizar su expediente académico, se verán obligados a abonar íntegramente el coste por su cuenta y riesgo.

Esta es otra de las razones por las que muchas personas descartarán la idea de elegir Inglaterra como destino (a pesar de haber sido uno de los favoritos de todos los jóvenes habitantes de la Unión Europea durante mucho tiempo).

UNA SACUDIDA A LAS RELACIONES SOCIALES

Pero este programa no ha sido lo único que se ha visto afectado con la situación.

Los daños colaterales se extienden a las relaciones sociales. No son pocas las personas  que han dejado de hablarse por mantener posturas contrarias al respecto, por el hecho de pertenecer a bandos contrarios, unos a favor y otros en contra del Brexit. Algunas relaciones, ya no solo entre conocidos sino también entre familiares, se han afectadas debido a las fricciones provocadas por mantener opiniones distintas.

Nos cuentan que la situación ha provocado rupturas entre abuelos y padres, padres e hijos, hermanos y parejas. Personas que se han sentido incomprendidas y marginadas por las diferencias de opinión en este conflicto político con su entorno, incluidas las redes sociales.

LA CRUZADA DE BRAZOS CON LA ECONOMÍA

Otra de las grietas que preocupa cada vez más en esta situación es la económica.

Los acuerdos comerciales no son especialmente esperanzadores. Los impactos del Brexit comienzan a dar coletazos en la economía, cuyos efectos sería interesante mitigar cuanto antes.

Problemas como invalidaciones del carné de conducir, aranceles, visados e incluso el ‘roaming’ en las llamadas telefónicas podrían sumarse al saco de los efectos colaterales que nos deja la ruptura entre la unión de países europeos y el país británico.

Para los permisos de conducir, los turistas procedentes de Reino Unido deben solicitar un carné de conducir internacional, además de necesitar la ‘green card’ y la pegatina que identifique el país de procedencia si viajan con su vehículo propio.

Por otra parte, todos los británicos deben contratar un seguro médico si desean viajar a la Unión Europea, ya que el sistema de salud público británico ha dejado de estar vigente dentro de esta.

¿QUÉ PASA CON EL TURISMO?

Otro factor que se verá afectado por la situación (más, si cabe), es la actividad turística. El Reino Unido es el tercer mercado en importancia, en cuanto a gasto se refiere, para nuestro país, y alcanza el segundo puesto si hablamos de número de turistas, por estas razones conviene observar la situación muy de cerca. Los turistas británicos son una fuente de ingresos considerable para el estado español.

En su momento, ya se intentó mitigar los efectos que se produjo tras la caída del operador Thomas Cook, atajándose la situación de acuerdo al bien común, compensado la pérdida con otros operadores.

Por parte de los británicos, es importante tener en cuenta que, por ejemplo, si desean viajar a la Unión Europea necesitarán un pasaporte cuya vigencia tenga un mínimo de 6 meses, al igual que ocurre con el resto de los países ajenos a la Unión Europea.

En cuanto al tema de los visados, los turistas procedentes de Reino Unido no necesitarán visado a no ser que vayan a estar más de 90 días en la Unión Europea

También deben de tener en cuenta que estos viajes solo se podrán hacer en periodos de 180 días. La intención del gobierno británico es establecer un sistema de visados similar al que se utiliza en Estados Unidos.

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