El conjunto monumental dejará de ser un santuario católico el próximo lunes ante el deseo de la familia del fundador de la Falange de mover sus restos
El fin del Valle de los Caídos: Será cementerio civil tras la exhumación de Primo de Rivera

El pasado mes de octubre la familia del general José Antonio Primo de Rivera pidió exhumar los restos del falangista que reposan en el Valle de los Caídos. El motivo de la solicitud es que el conjunto monumental dejará de ser un santuario católico para convertirse en un lugar de enterramiento civil. Los restos de José Antonio Primo de Rivera estaban enterrados cerca de la tumba que albergó los de Francisco Franco hasta 2019.
Ahora, seis meses más tarde, los restos del fundador de la Falange serán exhumados del Valle de Cuelgamuros. Así lo confirmaba este jueves el Gobierno central.
La exhumación de Primo de Rivera
El pasado 23 de febrero el Ayuntamiento de El Escorial concedió la licencia urbanística para la retirada de la losa de granito y la reposición por seis baldosas de mármol junto al Altar Mayor.
Tras concluir la exhumación, fijada para el próximo lunes 24 de abril, los familiares de Primo de Rivera habrían decidido trasladar los restos mortales al Cementerio Sacramental de San Isidro de Madrid junto a los de su hermana, Pilar Primo de Rivera, recibiendo sepultura “en un cementerio sagrado de acuerdo con el rito católico”.
Como indicaba en su testamento, y siendo su última voluntad, el general José Antonio Primo de Rivera será enterrado "conforme al Rito de la Religión Católica, Apostólica y Romana, en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz”.
Los restos del general, procedentes del lugar donde fue ejecutado, Alicante, fueron llevados a la basílica de El Escorial a finales de 1939. No fue hasta 1959, dos décadas después, cuando los restos volvían a ser exhumados para trasladarlos al Valle de los Caídos, tal y como indicó Francisco Franco a la familia.
La exhumación de Primo de Rivera tendrá lugar casi cuatro años después de la reubicación de los restos del dictador Francisco Franco en el cementerio de Mingorrubio, el 24 de octubre de 2019, aprobada en los inicios del Gobierno de Pedro Sánchez.
Primo de Rivera: Víctima de la Guerra Civil
El tribunal popular de la II República dictó sentencia. El fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, había sido condenado a muerte. Sus últimos días los pasó en la prisión de Alicante entre coñac, morfina y cocaína. La muerte se acercaba y las crisis de nervios eran cada vez más habituales.
El 20 de noviembre de 1936, en el patio número cinco de la enfermería de la prisión de Alicante, el general se acercó al paredón bajo los efectos de la morfina. Sus últimas palabras fueron “Arriba España”. Franco ocultó la fecha oficial de la defunción del fundador de la Falange hasta el 18 de julio de 1938, aunque él había conocido la noticia el mismo día de la muerte.
El político falangista fue enterrado en una fosa común de la prisión de Alicante y de ahí fue trasladado al nicho número 515 del cementero de Nuestra Señora de los Remedios en la provincia valenciana. Tras el final del conflicto bélico, sus restos fueron trasladados al Real Monasterio de El Escorial y su ataúd, cubierto de terciopelo negro, fue portado por falangistas durante diez días, hasta el 30 de noviembre de 1939, cuando su féretro entró al Monasterio recibido por el caudillo.
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Imagen del traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera.
En primera instancia fue enterrado a los pies del altar mayor de la Basílica, aunque para muchos monárquicos el hecho de que Franco accediera a que el líder falangista fuera enterrado en el panteón de los reyes de España se consideró una ofensa por lo que, además de los fanáticos de la institución, muchos falangistas increparon al caudillo durante los diversos funerales del abogado falangista.
Finalmente, en marzo de 1959 los restos de Primo de Rivera volvían a ser exhumados para trasladarlos al Valle de los Caídos. Aunque la intención era realizar una ceremonia íntima finalmente acabó en un acto solemne.
Milans del Bosch y Moscardó, las nuevas exhumaciones
Además de Primo de Rivera, desde el Ejecutivo también están preparando las exhumaciones del teniente coronel Jaime Milans del Bosch y del general José Moscardó, que se encuentran en el Real Alcázar de Toledo. La ministra de defensa Margarita Robles sostiene que “los trámites no son automáticos”. Los restos de ambos militares se encuentran en un espacio cerrado al público y solo se pueden visitar con autorización previa.

El General Moscardó y Milans del Bosch.
Además de ellos, en la cripta también descansan los restos de otros militares que participaron en el asedio del Alcázar en 1936. El general José Moscardó eligió la cripta del Real Alcázar de Toledo como lugar de reposo de sus restos y fue enterrado el 12 de abril de 1956. Por otra parte, el teniente Milans del Bosch fue enterrado en el Real Alcázar por expreso deseo a finales de la década de los noventa.
Ahora, 64 años más tarde, los restos del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, serán exhumados de nuevo al Cementerio Sacramental de San Isidro de Madrid, cumpliendo con ello su última voluntad.