19 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

El líder de Vox lleva toda la vida en el mundo político y su mujer triunfa como influencer en las redes sociales

La suma de Santiago Abascal y Lidia Bedman: retrato a fondo del matrimonio que multiplica a Vox

Boda de Santiago Abascal y Lidia Bedman
Boda de Santiago Abascal y Lidia Bedman
Santiago Abascal ha irrumpido con fuerza en la política española y, depende de los resultados de los comicios del 28 de abril, parece que para quedarse por mucho tiempo. Tanto él como su esposa, Lidia Bedman, centran el interés de los medios de comunicación. Lidia es influencer y hasta ahora ha intentado mantener un perfil bajo en cuento a la ideología. Son una de las parejas de moda.

Santiago Abascal ha estado vinculado estrechamente desde los 18 años con el mundo de la política, edad a la que se afilió al Partido Popular, pero el interés le viene de familia. Su padre, Santiago Abascal Escuza, ha tenido relación directa también con el PP, siendo dirigente local del partido en Álava durante más de 35 años. Antes, formó parte de Unión Nacional Española, un partido de derecha tradicionalista, conservadora y carlista y, más tarde, de Alianza Popular. Fue concejal en el Ayuntamiento de Amurrio, miembro de la ejecutiva del Partido Popular en el País Vasco y portavoz de su grupo juntero en las Juntas Generales de Álava.

Abascal padre estuvo amenazado por ETA y su hijo también asegura que fue blanco de los terroristas, motivo por el que siempre sale a la calle con una pistola Smith & Weeson. Pero no es el único en la familia que ha pasado por el mundo político, pues su abuelo ostentó un cargo de alcalde durante el franquismo, desde el año 1963 hasta 1979.

A los 23 años de edad, el presidente de Vox obtuvo su primer cargo público de la mano del PP, siendo elegido concejal del Ayuntamiento de Lloido, en la provincia de Álava. Ya en el año 2000 fue elegido presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular del País Vasco y ocupó ese cargo durante cinco años. En esa época también fue miembro de la Junta Directiva Nacional del PP y hasta el 2013 perteneció a la ejecutiva del Partido Popular del País Vasco. Pero ese mismo año presentó su baja del partido por diferencias irreconciliables con la cúpula y comenzaría su andadura con su nuevo partido.

Santiago Abascal junto a su padre, Santiago Abascal Escuza

También fue diputado del Parlamento Vasco, después de sustituir en dos ocasiones a dos de sus compañeros que renunciaron al acta, por lo que entró sin ser elegido, al aparecer el siguiente en la lista. Sin embargo, en las siguientes autonómicas no logró escaño. Tras las elecciones de Mariano Rajoy en 2011, el actual líder de Vox volvió a entrar en el Parlamento Vasco, pero el nuevo líder del PP en el País Vasco le vetó la entrada, situación que aclaró más tarde: "me pidieron la renuncia preventiva y previa al acta de diputado que me correspondía en caso de que (Carlos) Urquijo tuviera que renunciar a ella para asumir el cargo de delegado del Gobierno en el País Vasco".

Esto solo empeoró su malestar con la cúpula del partido y poco después se desligaría de los populares. En su propia página personal, Santiago Abascal asegura que su trayectoria profesional ligada al PP le viene desde su hogar: "me encontré el carné en casa. No tuve opción".

Su posicionamiento ideológico siempre estuvo muy marcado, lo que hizo que en el año 2006 creara la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes), una fundación que “tiene desde su origen la pretensión de recuperar e impulsar desde la sociedad civil el conocimiento y la reivindicación de la Nación Española; su realidad histórica, política, social y cultural; así como fortalecer sus instituciones políticas y jurídicas comunes, y reivindicar sus símbolos y lazos de unión”. En el año 2014 abandonó el cargo de presidente de la fundación para dedicarse completamente a su actividad política con Vox.

El líder político que ha ganado adeptos con su discurso basado en frenar al independentismo, la "inmigración masiva" y la derogación de medidas como el aborto y la ley de violencia de género, cursó estudios de sociología en la exclusiva y elitista Universidad de Deusto y ha realizado colaboraciones y participado con diversos medios de comunicación.

Amparado por Esperanza Aguirre

Una figura importante dentro de la política española que hizo de madrina de la carrera profesional de Santiago Abascal fue Esperanza Aguirre, con la que siempre ha mantenido muy buena relación. En febrero de 2010, Aguirre le nombró director de la Agencia de Protección de Datos de Madrid, cargo que ocupó hasta diciembre de 2012.

Santiago Abascal junto a Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón

Cuando se cerró esta empresa pública, Abascal fue recolocado por la expresidenta regional como director gerente de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social, cuya actividad era inexistente y donde solo había un empleado trabajando, además de él. A pesar de esto, el sueldo a percibir por Santiago Abascal rondaba los 83.000 euros brutos anuales, más un complemento de productividad de 11.363,16 de los 183.000 euros que recibían en concepto de subvención pública.

El sueldo que se le asignó fue exactamente el mismo que había tenido en la Agencia de Protección de Datos, la Comunidad de Madrid acordó la disolución de la fundación en diciembre de 2013, por lo que Santiago Abascal tuvo que abandonar el cargo.

A pesar de haber ostentado estos cargos, tanto Abascal como desde su partido siempre han criticado públicamente los nombramientos a dedo. De la misma manera, su actitud y discurso contra las comunidades autónomas por “colocar a políticos y amiguetes en cargos de ninguna utilidad”, contrastan con su trayectoria política en el País Vasco.

Su mujer influencer

Lidia Bedman tiene 33 años, es alicantina y es toda una estrella de las redes sociales. Bedman está entre las influencers más populares de nuestro país. En YouTube tiene 2.600 seguidores y en Instagram llega a los 120.000. En sus vídeos y post no duda, como otras influencers, en exponer gran parte de su vida privada: viajes, dietas, tiempo con sus hijos, gastronomía...

Bedman se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas en la universidad San Pablo CEU de Madrid. Completó su educación con un Máster en Dirección Comercial y Marketing y un postgrado de Comunicación de Moda y Belleza de las revistas Yo Dona Telva.

La moda es, además de su vocación, una de las bases de su éxito. Sus consejos de estilismo, tanto para adultos como para niños, son seguidos por miles de personas que hacen que muchas marcas de moda recurran a ella como imagen. Además, también da la imagen de una familia feliz y bien avenida en sus distintas publicaciones.

Lidia Bedman luciendo embarazo en las Redes Sociales. 

Pero, ¿cómo se conocieron Lidia y Santiago Abascal? Todo se remonta a las elecciones autonómicas de 2015 cuando la joven acudió en las listas de Vox a la Asamblea de Madrid. Empezaron una relación que un principio mantuvieron en secreto hasta que decidieron darle naturalidad al asunto.

Esta coincidencia ideológica puede sorprender a algunos debido a que Lidia procura no hablar de política en sus redes sociales. Los grandes temas que son las líneas maestras del programa de Vox apenas aparecen en los comentarios públicos de Bedman. Aunque hemos visto crecer a los niños a través de las redes, Lidia se muestra más cuidadosa con su marido. Antes de iniciarse la campaña electoral mostraba a su pareja en fotos en las que no se le identifica, de espaldas, tapado el rostro convenientemente con un sombrero mientras se besan... Para muchos esto respondía a una estrategia, ya que las marcas del mundo de la moda prefieren a personajes que no se decanten políticamente. Ahora, esta distancia no sirve de nada ya que Abascal se ha convertido en la sorpresa política del momento y tiene como objetivo la Moncloa y sabe que Lidia puede ser útil y suavizar una imagen dura y polarizada.

Santiago y Lidia se retroalimentan. Es fácil imaginar que el éxito en las redes sociales del nuevo líder de la derecha tiene en los consejos de su mujer para captar seguidores el punto clave. Abascal es uno de los políticos que mejor sabe cuidar sus redes sociales. Imágenes cuidadas en cuanto a lo que quieren transmitir y la obsesión por tener un buen físico, y de mostrarlo más allá de lo habitual en un político, destacan en las redes del líder de Vox.  De hecho, ha acabado cayendo en los tópicos del homoerotismo teniendo todas las papeletas para ser un (involuntario) icono gay como destacamos en elcierredigital.com. Idea que luego todo el mundo hizo suya.

Su imagen actual, en comparación con cuando pertenecía a las filas del Partido Popular en el 2008 ha cambiado significativamente, todo hace pensar que se sometió a un trasplante capilar, (un tratamiento estético que se trasplanta el cabello desde una zona donante a la zona que quiere poblar) ya que en aquella época, el cabello más cercano a la frente era más bien escaso y nada tiene que ver con su imagen actual.

Lidia y Santiago se casaron en 2017 y el evento fue prácticamente retransmitido por la influencer a través de sus redes sociales. Ambos son padres de Jimena de cuatro años y Santi de dos años de edad. Para él es su segundo matrimonio. En 2002 se casó por lo civil a pesar de declararse católico convencido, y de esta primera unión nacieron dos hijos. La relación acabó con un complicado divorcio en 2010. A pesar defender los ideales cristianos, Abascal no considera que su divorcio sea una contradicción. Al ser interrogado sobre el asunto por el periódico El Mundo lanzaba balones fuera: “Esos conflictos se los plantean los progres y la Izquierda, no nosotros. Todo el mundo desea que su proyecto familiar no se trunque, pero a veces no se tiene suerte. Sigo siendo defensor de la familia, y si alguien me critica por eso, me importa un bledo”.

Sin complejos de ningún tipo, a pesar de lo contradictorio de sus actos, Abascal se dirige a la carrera presidencial y tiene entre sus objetivos acabar con el matrimonio gay y el aborto. Lo de casarse y descasarse no influye para que juzgue la vida de otros con toda la severidad del mundo. Al fin y al cabo, eso son pecados veniales y no mortales como los otros. Y si se cometen con una influencer mejor que mejor. No en vano, Lidia Bedman puede conseguir que la ultraderecha sea tendencia.

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