28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

El experto Javier Durán analiza el caso de esta mujer que pasó 20 años en prisión y ahora en libertad tras informe que la exculpa de matar a sus hijos

Así logró la científica española García Vinuesa exculpar a la australiana Folbigg: Muertes súbitas y defectos genéticos

El Cierre Digital en
/ Kathleen Folbigg, australiana acusada de asesinato de sus tres hijos.
Los tribunales australianos han perdonado la condena a Kathleen Folbigg, “la peor asesina de Australia”, tras pasar veinte años en prisión por el asesinato de tres de sus hijos y homicidio involuntario del cuarto. Folbigg siempre mantuvo que murieron por causas naturales y, ahora, la científica española García Vinuesa ha expuesto evidencias que apoyan su versión. El investigador forense y criminólogo Javier Durán afirma que la muerte súbita por defectos genéticos es “más común de lo que creemos”

Kathleen Folbigg fue condenada en 2003 a 30 años de prisión por el asesinato de tres de sus hijos y el homicidio involuntario del cuarto. Los cuatro infantes, de entre nueve semanas y tres años de edad, fallecieron entre los años 1989 y 1999. Los abogados de Folbigg ya habían pedido su libertad tras exponer evidencias científicas que sostenían la posibilidad de que los niños murieran por causas naturales y genéticas. Este lunes, el Fiscal General del estado de Nueva Gales del Sur, Michael Daley, confirmó que existe una “duda razonable” sobre los cargos y ordenó la puesta en libertad de Folbigg.

La defensa de Folbigg se vio fortalecida en 2021 tras presentar una petición firmada por científicos de todo el mundo, donde afirmaban que las muertes estaban ligadas a defectos congénitos o a “raras mutaciones genéticas”. Según explica ante elcierredigital.com Javier Durán, Guardia Civil retirado, investigador forense y experto en criminalística, la muerte súbita en este tipo de casos es “más común de lo que creemos”.

“En el caso Asunta la defensa se basó en la muerte súbita y las primeras pruebas no indicaban violencia en la muerte, pero tras un análisis de sangre se observaron restos de benzodiacepinas que confirmaron que fue asfixiada sin violencia mientras se encontraba en un estado de semiinconsciencia”, recuerda Durán. En este caso, el experto no descarta que la opinión pública jugase un papel clave en la condena a Kathleen Folbigg: “no es común que una mujer pierda a sus cuatro hijos a muy temprana edad y en sólo diez años”.

El recorrido del caso 

Folbigg fue juzgada en 1999, cuando se produjo la muerte de su cuarto hijo, haciendo imposible la debida autopsia y toma de muestras de los tres primeros hijos que perdió. Su procesamiento generó mucha polémica y la opinión pública llegó a considerarla la “peor asesina de Australia”, por lo que su condena fue esperada por la mayoría y su inocencia estaba, en palabras de Javier Durán, “poco menos que descartada desde el inicio del juicio”. Todo mientras la australiana defendía que sus hijos murieron de forma natural.

Kathleen Folbigg y sus hijos fallecidos.

Folbigg fue condenada a 30 años de prisión en el año 2003 por el asesinato de tres de sus hijos y el homicidio involuntario del cuarto. Folbigg mantuvo su inocencia desde el inicio de su procesamiento y de igual manera cuando ingresó en prisión. “Al principio todos los presos dicen que son inocentes, pero luego la cosa cambia, sin embargo Folbigg estuvo años apelando su caso y defendiendo su inocencia, algo que los inocentes suelen hacer”, explica Durán sobre el comportamiento de la australiana.

“La cardiopatía está muy relacionada con la muerte súbita, alrededor del 50 por ciento de este tipo de muerte tiene relación con patologías cardíacas, algunas de ellas heredadas”, ha añadido Durán sobre la causa de muerte de los hijos de Folbigg, la cual ha sido investigada por Carola García Vinuesa, científica española de origen gaditano que reside en Australia.

Una científica española, clave en la investigación 

La puesta en libertad de Folbigg viene precedida por dos investigaciones. La primera se realizó en 2018 y ratificó la acusación. Sin embargo, la segunda contó con la participación de más de 90 científicos de todo el mundo y sus resultados concluyeron con la libertad de la acusada.

La española Carola García Vinuesa fue la encargada de coordinar esta última investigación, iniciada en mayo de 2022. Vinuesa descubrió el caso y consultó los informes médicos de los bebés fallecidos. La investigadora española observó patologías en los niños tales como epilepsia y miocarditis, lo que suponía un indicio de que las muertes se produjeron de forma natural. Las muestras genéticas de dos de los bebés revelaron la mutación del gen CALM2, estrechamente relacionado con diversas enfermedades.

Tras la publicación de esta nueva investigación, se pudieron obtener pruebas de que varios de los bebés padecían patologías heredadas o producidas por mutaciones genéticas, razón por la cual la Fiscalía australiana pondrá en libertad a Folbigg.

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