El nuevo capricho de Pedro Sánchez: coger el helicóptero desde Moncloa hasta la base de Torrejón, con un coste público por viaje de 5.000 euros

Los helicópteros que usa el presidente están estacionados en el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos y suelen cubrir viajes de corta o media distancia y están a disposición de todos los ministros del gobierno, aunque ninguno de la actual legislatura lo ha usado hasta ahora. Cada aparato lleva entre dos y cuatro tripulantes. El más utilizado por Sánchez es el modelo AS332 M1 y este año se le ha rotulado “Reino de España” en su fuselaje. Su predecesor, Mariano Rajoy, no lo usaba apenas, sobre todo desde el accidente que sufrió con Esperanza Aguirre en 2005.

Un helicóptero Super Puma como los que usa el presidente del gobierno.

El primer uso destacado del helicóptero oficial fue el 30 de junio de 2018 cuando Sánchez acudió a la boda de su cuñado, Miguel Gómez, con Fayette Proper, celebrada en la localidad riojana de Aldeanueva de Cameros, un pueblecito de apenas 20 habitantes que fue cerrado a cal y canto por los servicios de seguridad, despertando la curiosidad de vecinos y turistas.

Pero el más claro ejemplo del uso continuado de los helicópteros por parte del presidente fue la gira realizada en agosto por Chile, Colombia, Bolivia y Costa Rica. El viernes 17 de agosto Sánchez tomó el Super Puma para trasladarse desde Moncloa a Quintas de Mora, en Toledo, donde celebró el consejo de ministros y después regresar a Madrid. El viernes 24 fue a Francia para apoyar a la selección femenina de fútbol y para ir y volver de Torrejón volvió a usar el helicóptero.

Volar para hacer sólo 25 kilómetros

De nuevo, el lunes, 27 de agosto, cuando comenzó la gira por Hispanoamérica, volvió a tomar el Super Puma para ir desde Moncloa al aeropuerto de Torrejón, en un viaje de 25 kilómetros, que Rajoy hacía normalmente por carretera. Incluso cuando regresó de sus vacaciones en Doñana, a principios de agosto, el presidente usó el mismo aparato.

La oposición, encabezada por Carlos Floriano, del PP, hizo una pregunta en sede parlamentaria sobre los viajes del presidente, tras conocerse que había usado un avión Falcon para acudir con su esposa a un concierto de The Killers en Castellón. Desde el gobierno argumentaron entonces que el presidente había tenido dos citas oficiales en el ayuntamiento de Castellón y un encuentros con el presidente de la Generalitat. A su regreso a Madrid Sánchez y su esposa volvieron a usar el helicóptero para trasladarse desde Torrejón a Moncloa. Incluso Ciudadanos inventó el hasgstag #sanchezmodoavion, para protestar contra el gasto de Moncloa y pidió información sobre los mismos.

Durante los meses de su mandato el presidente ha hecho viajes oficiales también a Francia, Bélgica, Portugal, Marruecos y a Cataluña, para participar en el homenaje a las víctimas de los atentados de Cambrils y Barcelona. Esos viajes realizados en avión fueron completados con trayectos en helicóptero entre Moncloa y Torrejón.

Tras una foto del presidente descendiendo del helicóptero, publicada en Twitter, la oposición criticó el uso de los Super Puma por parte del presidente e incluso el diputado Carlos Floriano presentó varias preguntas al gobierno sobre este asunto: “¿En algún momento sopesó el presidente viajar por carretera en coche oficial teniendo en cuenta, además que los domingos a esas horas no existen problemas de tráfico?” Desde Moncloa aseguraron entonces que no se pueden facilitar datos de los viajes oficiales realizados por Presidencia del Gobierno, aunque una sentencia de 23 de octubre de 2017 obligó al ministerio de Defensa a facilitar información sobre los viajes de los ministros.

Un veterano piloto civil de helicópteros comentó a El Cierre Digital que: "lo grave es que pudiendo usar un modelo Bell 212 o Bell 412, de dos o cuatro alas, incluso con configuración VIP, use un modelo de alta gama y extralujo, en vez de usar un utilitario. Creo que en asuntos de vuelo también hay que racionalizar los medios".

Los encargados de la seguridad en Presidencia del gobierno siempre han argumentado que los informes relativos a la seguridad del presidente aconsejan los traslados por aire, preferentemente a los viajes por tierra. Los criterios se han endurecido desde el accidente del avión de Germanwings en 2015, cuando el copiloto estrelló a propósito el aparato.