24 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

No existen precedentes en Madrid para adoptar una decisión tan arriesgada como ésta por parte del Ayuntamiento gobernado por Manuela Carmena

Madrid Nuevo Norte: Pelotazo urbanístico a la vista

Manuela Carmena en la presentación del Madrid Nuevo Norte
Manuela Carmena en la presentación del Madrid Nuevo Norte
El Ayuntamiento de Madrid, que todavía gobierna Manuela Carmena y la coalición Ahora Madrid, intenta aprobar esta operación inmobiliaria especulativa a cinco días de las elecciones municipales y sabiendo que en tres días, desde la llegada ayer del informe ambiental, los técnicos municipales carecen del suficiente tiempo para leerlo, adaptar lo necesario para los oportunos trámites y emitir los informes preceptivos para que pueda ser aprobado en el Pleno municipal

La todavía edil de Madrid en funciones, Manuela Carmena, está dispuesta a convocar Pleno Extraodinario para aprobar, in extremis y a cinco días de unas elecciones municipales que pueden suponer su salida como alcaldesa de la capital de España, la Operación Chamartín, conocida ahora como Madrid Nuevo Norte, uno de las grandes pelotazos urbanísticos y especulativos de toda España .

La sorpresa saltaba ayer cuando el presidente de la Comunidad de Madrid también en funciones, Pedro Rollan, anunciaba que había remitido al Ayuntamiento de la capital, el informe ambiental obligatorio que requería la aprobación de este proyecto y que cuenta con más de 130 folios de prescripciones obligatorias que deben ser recogidas en el nuevo proyecto que se pretende aprobar.

Fuentes municipales consultadas por elcierredigital.com han asegurado que "resulta del todo imposible llevar a cabo estos trabajos en un plazo tan corto sin cometer errores que pudieran suponer futuros recursos y demandas de terceros, llevándose a cabo en su caso, una aprobación provisional sin ningún tipo de garantías jurídicas".

Imagen del proyecto Madrid Nuevo Norte

Según estas mismas fuentes, "no existen precedentes en Madrid para adoptar una decisión tan arriesgada como ésta, y mucho menos en un proyecto de la envergadura que tiene Madrid Nuevo Norte, que va a transformar completamente la zona Norte de la Capital, hipotecando la política urbanística de Madrid al futuro gobierno que salga de las urnas el próximo domingo".

Madrid pierde

La modificación del PGOU de Madrid, en relación con este ámbito, altera sustancialmente el diseño de la llamada antiguamente Operación Chamartín ó Prolongación Castellana como se bautizó desde su origen. De hecho, la prolongación de la Castellana ya no existe, convirtiéndose en una operación de cuatro ámbitos diferentes sobre los que casualmente la zona de Chamartín, con la estación incluida, es la que se lleva los usos terciarios más atractivos y la vivienda libre.

Además existe un incremento de edificabilidad. respecto a lo previsto para esta zona en el Plan anterior, lo que va en contra de lo anunciado en julio de 2017 por Ahora Madrid. Curiosamente, los costes asociados a las infraestructuras necesarias en el Proyecto se reducen, lo cual supone que esta zona mejora exponencialmente su rendimiento económico, mientras que los otros ámbitos son a los que se les han atribuido la vivienda de protección sin usos atractivos económicamente, pero con las mismas cargas o costes de infraestructuras que la zona de Chamartin.

El ministro de Fomento, Jose Luis Ábalos, la alcaldesa Manuela Carmena, el delegado de urbanismo, José Manuel Calvoy el presidente de DCN, Antonio Béjar, frente a una maqueta del proyecto 

Parte de los gastos por infraestructuras que en un principio estaban cargados a los propietarios del suelo, vendrán ahora sufragados por el erario publico, lo que supone que serán los ciudadanos y no las empresas los que paguen estos costes.

Según técnicos consultados por elcierredigital.com, la operación, de aprobarse de esta manera, "quedaría desequilibrada económica y socialmente, es decir, que muy probablemente, por ejemplo, la zona de Fuencarral-Malmea tenga dificultades serias para poder ser desarrollada".

Este proyecto nació con la intención de convertir esta zona norte de Madrid en un área de vanguardia, eliminando obstáculos como el soterramiento de las vías del tren, que con este plan se reduce notablemente, y mejorando la calidad de vida de los actuales residentes de la zona. Nada que ver con el plan actual. De aprobarse el Proyecto con el diseño actual, las zonas que requieren mayor y más atención son las situadas al Norte. Y las otras han pasado a un segundo plano. Ya sólo importa la zona de negocios, que casualmente es la que primera se va a desarrollar.

Carmena ayuda al BBVA

¿Quien es el mayor propietario de los terrenos de la Zona de Chamartín? Precisamente es ADIF, el gestor de infraestructuras ferroviarias del gobierno socialista de Pedro Sánchez. Junto a ellos figura el BBVA  que ganó la concesión pública de la gestión de estos suelos siendo casualmente Josep Borrell ministro de Obras Públicas. 

El Banco gestiona los terrenos de ADIF, obteniendo a cambio los suelos que se urbanicen, de ahí que la titularidad futura de estos pasará a manos del Banco que preside Carlos Torres Vila, consiguiendo así incrementar sus ingresos respecto al proyecto original.

BBVA, la entidad financiera presidida por Carlos Torres Vila, la principal beneficiada de la operación junto a ADIF

Es curioso, por tanto, que el Ayuntamiento de Manuela Carmena y de Ahora Madrid solo haya querido llegar a un acuerdo con ADIF y BBVA, los poderosos, el gran capital, sin que intervengan ni el resto de los propietarios ni demás organismos públicos afectados por este proyecto.  La explicación lógica es que se trata de la zona más rentable del Proyecto. Sin embargo,  las otras zonas a desarrollar parecen no importar en absoluto. "Un gran escándalo", para los técnicos urbanísticos consultados.

En definitiva, se piensa dar luz verde con aparente alevosía y nocturnidad a un proyecto de mas de veinte años de desarrollo, polémico donde los haya y que se puede aprobar tan solo a cinco días de las elecciones municipales. Un posible pelotazo que beneficiará algunos y que  hipotecará para el futuro la política urbanística de la capital de España. 

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