19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El resto de las hijas renunciaron a la herencia en abril de 2016, pero los seis hijos varones sí la aceptaron y hoy están en la cárcel de Aranjuez

Begoña Ruiz-Mateos es la única heredera habilitada para administrar la fortuna millonaria y oculta de Nueva Rumasa

Begoña Ruiz-Mateos junto a su padre José María.
Begoña Ruiz-Mateos junto a su padre José María.
Begoña Ruiz-Mateos hija del empresario rondeño fallecido el 7 de septiembre de 2015 vive una situación cuando menos extraña. No se habla con el resto de sus hermanos, pero se ha convertido por una cuestión legal en la única heredera de José María Ruiz-Mateos habilitada para manejar los negocios herededos de su padre, tras el ingreso en la prisión de Aranjuez de los seis herederos varones de la familia.

El problema para manejar o administrar el patrimonio es que permanece oculto y por tanto la heredera Begoña Ruiz-Mateos desconoce el montante de la herencia de su padre y tan siquiera las empresas que sobreviven al descalabro de Nueva Rumasa. Ella fue la única heredera que acudió a beneficio de inventario a la apertura del testamento de José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada. La paradoja es que Begoña es la única heredera legal que se encuentra ahora mismo en libertad y por tanto es la legítima administradora de la herencia.

El empresario había dejado la legítima a su esposa y el resto a repartir a partes iguales entre sus trece hijos. Pero la sorpresa llegó cuando Begoña acudió al notario para llevar a cabo la puesta en blanco de todas las propiedades, empresas y cuentas de la familia y se encontró que era la única que había acudido. Han pasado casi cuatro años y todavía los varones de la familia no han aportado ni un solo documento a la Notaría. Ahora se encuentran en prisión desde el pasado 30 de abril y, por tanto, inhabilitados para ejercer ningún trabajo.

Begoña Ruiz-Mateos a la salida del juzgado.

Seis de las hijas de la familia Ruiz-Mateos, Socorro (ya fallecida), Rocío, Patricia, Paloma, Nuria, Almudena, ya renunciaron a su parte de la herencia, al igual que Adela Montes de Oca, la hija hasta hace unos meses ilegítima que removió el cielo con la tierra hasta obtener el reconocimiento de paternida del empresario fallecido y, cuando lo obtuvo, volvió a Estados Unidos sin una queja ni reclamación a sus hermanos, una postura muy extraña para alguien que llegó a exhumar el cadáver de su padre para hacerse un análisis de ADN.

Begoña abrió el testamento

Fue Begoña Ruiz-Mateos quien abrió el testamento de su padre y lo aceptó, lo que supone que en algún momento, cuando la Justicia siga su curso, algo cambiará radicalmente en esta historia de contínuos engaños, porque nadie cree ya que los hijos de José María Ruiz-Mateos, Zoilo, José María, Francisco Javier y Álvaro, Paul y Alfonso, y los nietos vivan de la caridad de amigos y sus empresas hayan sido desmanteladas gratis.

Los seis hermanos Ruiz-Mateos que ahora están en la cárcel.

En inmumerables ocasiones los hijos del patriarca han declarado que no eran dueños de nada y que toda Nueva Rumasa era de su padre, además de ser dueño del grupo Rumasa expropiado en el año 1983 y todavía pendiente de indemnización por parte del Estado español.

Nunca contaron que cobraban un sueldo de 30 mil euros mensuales de las empresas del grupo, un bonus de 300.000 euros en junio y otro de 300.000 euros en diciembre. En total 960.000 euros anuales. La Audiencia Nacional ha calculado que los seis hijos cobraron 42 millones de euros en seis años y no presentaron la cuenta de resultados de sus empresas en los últimos seis años.

A fecha de hoy fuente cercanas a la familia mantienen que los hijos de Ruiz-Mateos tienen intereses en el mundo de la restauración, en concreto en una conocida cadena de pizzerías. 

2.150 millones de euros perdidos

La Audiencia Nacional sigue buscando los 2.150 millones de euros que se vaciaron contablemente de Nueva Rumasa. Marcas como Clesa, Dhul, Cacaolat o Trapa eran beneficiosas para el grupo. Las mismas fuentes explican que "los planes del patriarca era coger dinero con los pagarés, cerrar alguna de las empresas menos rentables y quedarse solo con las 15 que daban dinero, pagar a los acreedores más agresivos como los bancos y seguir levantando el negocio".

Hay que recordar que Nueva Rumasa recaudó 600 millones de euros en pagarés emitidos por esa empresa y que la Fiscalía pide 16 años de cárcel para los hermanos Ruiz-Mateos. El propio Emilio Botín, presidente fallecido del banco de Santander, llegó a declarar que Ruiz Mateos tenía más poder de atraer a inversores que él mismo.

Este verano las esposas de los encarcelados están de vacaciones con sus hijos en el chalet Vistahermosa de El Puerto de Santa María. Nadie sabe de qué viven ahora que los varones están en la cárcel. La única que tiene una profesión conocida es Mara, mujer de Paul, que trabaja de enfermera.

Pero transcurre el tiempo y han pasado ya cinco años y nadie sabe quien administra las empresas de los Ruiz-Mateos, aunque los investigadores creen que la familia dispone de varios testaferros de cofianza. La única salida que le queda ahora a Begoña sería ir judicialmente contra sus hermanos

Cabe pensar también que las seis hermanas que repudiaron al padre podrían también estar ocultando patrimonio del patriarca con la complicidad de sus seis hermanos implicados en la estafa de Nueva Rumasa. Toda un estratagema para tratar de eludir el pago de deudas y ocultar la herencia a su hermana Begoña y a todos los acreedores del denominado grupo Nueva Rumasa así como algunas empresas de la primera Rumasa que quedaban fuera de España.

Según lo que recoge la Ley Testamentaria, ningún coheredero puede esconder u ocultar la herencia al resto, pero eso es lo que está pasando ahora con Begoña y sus hermanos. Cualquier patrimonio que se encontrara ahora mismo debería ser puesto a disposición de los acreedores y no ser ocultado a través de testaferros, que tienen responsabilidad civil y penal si ocultan realmente el patrimonio de los Ruiz-Mateos.

Las hijas supernumerarias

Todas las hijas de Ruiz-Mateos, a excepción de Begoña, se reunieron en abril de 2016 para rechazar o repudiar el testamento de su padre sin motivo aparente. Estas seis mujeres pertenecen al Opus Dei y su padre fue el primer benefactor de dicha congregación por más de 50 años, con donativos multimillonarios.

Según fuentes consultadas, la Ley Testamentaria permite a un heredero, a través de "la legítima", poder revocar todos las donaciones del testador; hoy los hijos e hijas de Ruiz-Mateos pueden pedir a todos los que recibieron donaciones por parte de José María Ruiz-Mateos o de sus empresas, que devuelvan la parte proporcional establecida por ley de las cantidades millonarias donadas al Opus Dei, Legionarios de Cristo y a la múltiples congregaciones religiosas que gozaron del dinero del gran benefactor José María Ruiz-Mateos Jiménez de Tejada por más de medio siglo.

Sólo con este movimiento estaríamos hablando de cantidades multimillonarias. Además cabe recordar que el derecho a revocar donativos por parte de los herederos es retroactivo y no prescribe nunca.

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