19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La formación jeltzale está en problemas a causa de la estrategia política del control del poder de Pablo Iglesias

Arnaldo Otegi, los sindicatos vascos y Podemos amargan el 125 cumpleaños del PNV

/ Ortuzar y Urkullu
Pablo Iglesias ha puesto en jaque al PNV. Y es que Unidas Podemos apuesta por derribar a los jeltzales tanto en Madrid como en Vitoria. La formación morada quiere que EH Bildu gobierne Euskadi y que los nacionalistas vascos conservadores dejen de influir en el Congreso de los Diputados.

El PNV ha cumplido 125 años de vida. Pero los jeltzales no están para demasiadas fiestas porque el constante crecimiento de Euskal Herria Bildu, que ha girado hacia la socialdemocracia, hace peligrar su hegemonía en Euskadi.

El partido del lehendakari Iñigo Urkullu tampoco está cómodo porque sindicatos como ELA le marcan la agenda en Euskadi. Y Pablo Iglesias, en el Congreso de los Diputados, quiere sacarle de la foto para configurar un 'bloque rojo'.

Enfado

Andoni Ortuzar, presidente del PNV, ha pedido a Pedro Sánchez que se imponga ante Iglesias: "Debe dar un golpe sobre la mesa en el Consejo de Ministros, así no se puede continuar, están distorsionando las reglas del juego y las relaciones con otros partidos, esto no es bueno para el gobierno de coalición, no se puede estar en misa y repicando".

"Yo creo que lo que han pretendido es arrumbar cualquier posibilidad de acuerdo del PSOE con Ciudadanos, no vaya a ser que les guste hablar y pactar, y Podemos se quede fuera en una próxima legislatura", añade.

El dirigente nacionalista asegura sobre el PSOE que "no consuela que te tilden de socio estratégico si luego no va acompañado de hechos. Estamos un poco mosqueados, el grado de cumplimiento de los acuerdos con el Gobierno deja mucho que desear".

Y Ortuzar también ha denunciado que EH Bildu le copia: "Hay enmiendas que son nuestras, infraestructuras viarias, pasos a nivel, soterramientos, es más, son enmiendas de legislaturas anteriores, que ahora por arte de birlibirloque con el mismo enunciado, Bildu las ha convertido en suyas".

Sea como fuere, es evidente que el PNV está temeroso al ver que Euskal Herria Bildu, con su constante crecimiento electoral basado en su giro socialdemócrata, le puede comprometer su eterno poderío en el norte.

Gestión

Urkullu no quiere entrar en guerra contra EH Bildu y Unidas Podemos y prefiere hablar sobre la gestión sanitaria. El presidente vasco asegura sobre la COVID19 que "el principal riesgo se produce en los momentos en que nos relajamos. En encuentros con familiares no habituales, encuentros con amigos y amigas, en fiestas o celebraciones espontáneas… El principal riesgo es el exceso de confianza; pensar que a mí no me puede pasar".

Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu, presidente del PNV y lehendakari respectivamente.

"Han pasado cien años desde la anterior pandemia. Una vez cada cien años, debemos y podemos hacer este esfuerzo. La ventilación es una herramienta eficaz para detener el virus. El virus corre más de noche. Por eso es mejor permanecer en casa el mayor tiempo posible", asegura.

El lehendakari dice que el 'toque de queda' "evita un contexto de riesgo evidente, como el ocio nocturno, donde se relajan las medidas de prevención. En todo tiempo de ocio y, particularmente, en la hostelería, nos desinhibimos. Se usa menos la mascarilla, hay contactos más estrechos y continuados".

"La hostelería no es el único sector afectado. Muchos sectores están padeciendo las consecuencias de la pandemia: Comercio, Industria, Deporte, Turismo o Cultura. Los usuarios relajamos las medidas de prevención. Ha sido habitual ver a grupos de personas conversando animadamente a poca distancia, sin mascarilla y durante periodos prolongados de tiempo. Esto es lo peligroso", añade.

Y recuerda que "lo más probable es que la primera persona contagiada de una familia se haya infectado en la calle y no en casa. De hecho, antes de adoptar las medidas restrictivas era la calle donde más se producía el contagio. Menos calle es una buena medida de prevención".

Urkullu marca distancias con Ortuzar y prefiere hablar sobre la gestión del coronavirus en vez de zambullirse en guerras políticas contra Podemos y EH Bildu.

 

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