28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

El exlehendaki vasco fue designado por deseo expreso del presidente del Gobierno como la persona 'idónea' para sustituir a Adriana Lastra

Patxi López, portavoz PSOE de Sánchez: Dejó de estudiar en la Universidad para ser un superviviente político

El Cierre Digital en Patxi López y Pedro Sánchez.
Patxi López y Pedro Sánchez. / El exlehendacari vuelve a ser nombrado para un cargo de confianza por el presidente del Gobierno.
Patxi López vuelve a aparecer como un valor seguro para el PSOE ante un curso político que se presenta complicado en los económico. El exlehendakari vasco fue designado por deseo expreso del presidente del Gobierno en el último Comité Federal como la persona 'idónea' para sustituir a Adriana Lastra. López, es un clásico del partido y todo un superviviente en las guerras internas en el seno del partido de Ferraz.

Ahora que Pedro Sánchez ha sacado la guadaña ante la previsión de un nuevo curso político que se anuncia complicado con la sombra de la recesión acechando, los nombres clásicos del PSOE suenan como reclamo para un futuro inmediato complicado también en lo electoral.

El presidente del Ejecutivo ha recurrido incluso a nombres abiertamente 'antisanchistas' para cubrir puestos importantes. El pasado sábado el exlehendakari López fue confirmado como nuevo Portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados en sustitución de la defenestrada Adriana Lastra. Ya Sánchez había dado pistas al confiar en Óscar López (número dos en las listas de primarias del vasco) para ser su Jefe de Gabinete. 

Esto supone la vuelta a la visibilidad mediática de Patxi López, uno de los grandes valores del PSOE que, sin embargo, ha pasado por distintas etapas dentro de la formación socialdemócrata, incluidas varios tiempos de ‘desierto’, aunque siempre ha tenido la habilidad de salir indemne de las distintas batallas por el poder que se han  librado en el partido fundado por Pablo Iglesias

Patxi López con Pedro Sánchez. 

Entre sus hitos políticos cabe destacar que López ha sido el primer Lehendakari socialista del Gobierno Vasco, gracias al apoyo del PP tras las elecciones de 2009, en la que el PSE-EE fue la segunda fuerza más votada. Fue un momento cumbre en la trayectoria de este vizcaíno de carácter más bien receloso con respecto a los medios de comunicación y que, gracias a la constancia, otro de los valores que le adjudican los que le conocen bien, logró lo que parecía imposible en Euskadi, que la izquierda liderase un gobierno.

Un Lehendakari de izquierdas

Nacido en Portugalete (Vizcaya) en 1959, vivió desde la infancia el interés por la política. Su padre fue el histórico dirigente del socialismo vasco Eduardo López Albizu, 'Lalo', fallecido en 1992. Se afilió a las Juventudes Socialistas con sólo 16 años, y con la mayoría de edad, se convirtió en miembro de base del PSE-EE. En el plano académico, empezó a estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad del País Vasco, pero no llegó a terminar la carrera, abandonándola a los 28 años para ser Diputado del Congreso.

Inició así una trayectoria política marcada por la discreción y por su capacidad de luchar por los objetivos establecidos, llegando a ser secretario de Acción Política, Ciudadanía y Libertades del PSOE en 2014. Antes había sido secretario de organización del PSE entre 1991 y 1995. A la Secretaría General de los socialistas vascos accedió en 2002 y se mantuvo allí hasta 2014 cuando se produjo su salto a la política nacional.

Tras la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba, muchos le acusaron de ser tibio en la guerra por el poder que se desató entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, aunque era pública su buena sintonía con el que hoy es presidente del Gobierno. De hecho, apoyó a Sánchez en las primarias después de que su propio nombre fuera uno de los barajados para intentar dirigir el Partido Socialista en un momento en el que existía el miedo al sorpasso por parte de Podemos.

Patxi López y su mujer  Begoña Gil. 

Sus tres años como Lehendakari (2009-2012) fueron su mejor propaganda personal, coincidiendo su presidencia con el anuncio del fin de la violencia por parte de la banda terrorista ETA. Una noticia que hacía que la peor época del País Vasco llegara a su fin. Sus capacidad de consenso con el PP y, puntualmente, con partidos de la órbita nacionalista moderada, le hicieron crearse una imagen de hombre de diálogo.

Su carácter precavido y la obsesión legalista en la toma de las decisiones le hicieron ser elegido presidente del Congreso de los Diputados, la tercera autoridad del Estado, entre enero y julio de 2016. Ha sido uno de los pocos presidentes de la Cámara Baja capaz de aglutinar opiniones positivas de prácticamente todos los partidos del espectro político.

Pedro Sánchez, sabedor de que tenerlo a su lado sumaba, no dudó en nombrarlo secretario de Política Federal del PSOE en 2017, en un momento en el que la crisis nacionalista en Cataluña vivía un fuerte rebrote, amenazando con aumentar la brecha entre el PSOE de Madrid y el PSC.

Este conocimiento de la realidad territorial de España fue uno de los motivos por los que fue elegido presidente de la nueva Comisión para la Reconstrucción Económica y Social en 2020. Fue elegido el jueves siete de mayo, en segunda votación, presidente de la nueva Comisión para la Reconstrucción Económica y Social creada en el Congreso para debatir propuestas que aceleren la recuperación de España tras la crisis del coronavirus.

La candidatura del exlehendakari logró 165 votos del PSOE, Unidas Podemos y partidos como el PNV, Más País, Compromís, Teruel Existe y el PRC y se impuso a la de Ana Pastor, defendida por el PP, que sumó 91 votos y sólo atrajo a sus socios electorales de UPN y Foro Asturias.

Fue presidente del Congreso de los Diputados durante el primer semestre de 2016. 

Dicen que Sánchez y Unidas Podemos confiaron en su perfil bajo y en su capacidad de gestión, unido a su facilidad para llegar a acuerdos y destensar situaciones complicadas. Los que le conocen hablan de su fino sentido del humor y de su amor por la música. En especial por Jacques Brel y por el folklore vasco. De hecho, en su juventud participó en el grupo de danzas regionales 'Berriztasuna’.

En alguna entrevista ha confesado que quería aprender a tocar el saxofón, instrumento regalado por su mujer, la también militante socialista Begoña Gil con la que no tiene hijos. Más allá de la música es seguidor de los clubes de fútbol Athletic y Portugalete y, sobre todo, del Bilbao Basket. Una afición, la del baloncesto, que también comparte con Pedro Sánchez, quien ahora vuelve a confiar en él como portavoz en la Cámara Baja para un curso político que se presenta complicado para el PSOE con la sombra de una recesión y unas encuestas que favorecen al PP de Feijóo.

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