23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Fernando Blanco incurrió en múltiples contradicciones en el juicio que comenzó ayer en la Audiencia Provincial de LLeida

El padre de la pequeña Nadia asume toda la responsabilidad y exculpa a su mujer de la presunta estafa por la que se les pide 6 años

Fernando Blanco y Margarita Garau durante el juicio celebrado este martes
Fernando Blanco y Margarita Garau durante el juicio celebrado este martes
En el día de ayer se inició en la Audiencia provincial de LLEida el juicio contra los padres de la pequeña Nadia Nerea, Fernando Blanco Y Margarita Garau, para los que se piden seis años de cárcel para cada uno de ellos por presuntamente estafar 1,1 millones de euros a costa de la enfermedad de su hija. Durante la primera jornada del juicio, Blanco ha cometido múltiples contradicciones en su declaración, además de exculpar a su mujer de cualquier posible delito al dejarla fuera de sus decisiones

Pese a la estrategia de Fernando Blanco para quedar en libertad a toda costa, el fiscal ha mostrado una gran cantidad de indicios que han desmontado sus argumentos y le han hecho incurrir en numerosas contradicciones. El acusado ha sido acorralado por el fiscal, quien le ha intentado refrescar la memoria aludiendo a aquel día en el que se presentó en un programa de televisión pidiendo dinero para operar a la pequeña Nadia en Houston en 2013. Sin embargo, cuando llego el citado momento de la operación, Blanco y su mujer, se encontraban en Mallorca. “Si estaba en Houston no podía estar en Mallorca”, ha ratificado el fiscal en un agotador interrogatorio para Blanco.

A pesar de las evidencias mostradas, el acusado ha insistido en defender su testimonio, alegando que la enfermedad de su hija (tricotiodistrofia) supone un riesgo inminente para su vida, algo que los informes médicos rechazan de todo punto. En 2010, acudió a otro programa de la televisión balear, en el que dijo que la esperanza de vida de Nadia era de ocho a diez años. El fiscal ha preguntado cómo podía saberlo. “Me lo habían dicho los médicos”, ha respondido Blanco, sin llegar a declarar qué profesionales son los que le atendieron. “Según usted, su hija se iba a morir y por fortuna tiene ya 14 años”, ha replicado el fiscal. Ante lo que Blanco ha respondido con cierto grado de incomodidad: “Sí, pero mire cómo tiene las piernas ahora”.

Al lado de Blanco, se encuentra su pareja Margarita Garau, quien se enfrenta a la misma petición de seis años, sin embargo, ella se encuentra en libertad con cargos. Durante su testimonio Blanco ha determinado que su mujer se encontraba en todo momento al margen de todas sus decisiones. Según las investigaciones, los padres utilizaron la enfermedad de Nadia para recaudar fondos. Blanco hizo creer en numerosos medios y plataformas que la vida de Nadia estaba en peligro y que precisaba de carísimos tratamientos. La generosidad de las personas conmovidas por su situación, le permitieron recaudar cientos de miles de euros a través de una asociación que los padres de Nadia fundaron para este fin. La mayor parte de los fondos, concretamente 1,1 millones de euros, nunca se destinaron a Nadia, sino al disfrute personal de sus progenitores. Según ha revelado la investigación: a hoteles, restaurantes, gastos ordinarios…entre otros.

Otro caso similar en el que Blanco no ha sabido responder a las preguntas del fiscal, ha sido al mencionarle el tema de las supuestas operaciones a las que se había sometido la niña, citando un ejemplo concreto que el padre había mencionado en otro plató de televisión, en el que hablaba de una intervención que había tenido éxito. Cuando el fiscal le ha preguntado sobre la clínica y en qué consistía la operación, Blanco ha sido incapaz de proporcionar el nombre y ha respondido: “Siempre son genéticas. Todo se basa en mutaciones. Le sacaban el líquido, le sacaban los genes a través de la nuca, se mutaban y se los volvían a meter”.

El tema de los viajes al extranjero también ha puesto en entredicho el testimonio del acusado. Curiosamente los médicos que siempre visitaba Nadia estaban ‘fuera de España’.  Uno de esos viajes era a Brasil, y en su pasaporte no hay constancia de ese sello. “Es que viajaba a varios sitios desde Francia o Turquía y no era necesario pasaporte” alegó Blanco.

En relación a sus negocios, supuestamente legítimos también se han puesto en duda durante el juicio, como el que decía tener de la tienda de vinos. Blanco ha explicado que también recibía ingresos por dar charlas de motivación, por las que llegó a cobrar “8.000 euros en dos días”.

El fiscal ha hecho patente su sospecha de que Blanco y Margarita Garau habían creado una asociación de apoyo a Nadia con el fin de crearse un medio de vida, ya que se habían quedado sin trabajo. Y que, bajo su punto de vista, los médicos ya habían alertado a la pareja de que la enfermedad no tenía cura y que sólo existía la posibilidad de tratamientos para aliviar los síntomas. Por lo que ese supuesto viaje incansable de Blanco en busca de especialistas no tenía sentido alguno. “Yo no me creí que no hubiera tratamiento. Y seguí buscando”, ha explicado el padre.

Mil intentos por salir de prisión

Desde diciembre de 2016, Blanco permanece en prisión preventiva en la cárcel de Ponent (Lleida), desde que se destapó su supuesto engaño. Hace dos semanas, su abogado pidió mediante un escrito su puesta en libertad, alegando que en su condición de preso preventivo era casi imposible plantear una defensa efectiva, denunciando que esta situación “ha dificultado enormemente poder estudiar los más de 5.000 folios” del caso Nadia. Además, el abogado solicitó seguir el juicio desde un hotel, aunque fuera custodiado por policías, una petición que le fue denegada.

El abogado David Peña, quien lo fue también del popularmente conocido como ‘El estafador de mujeres’ David Cavallé, no ha cesado en intentar demostrar la inocencia de Blanco y el pasado lunes envió un comunicado a los medios, en el que explicaba que "la defensa considera que no existen indicios del delito de estafa".

Además, el letrado ha solicitado la declaración de los “presuntos perjudicados” que exigen la devolución de las cantidades aportadas. En el comunicado explica que, en algunos casos, se recaudó más dinero del pretendido y que esas cantidades se encuentran bloqueadas por orden judicial. También pide apoyo a las cadenas de televisión que, en su día, difundieron la información sobre la enfermedad de la pequeña. Esos periodistas, alega la defensa, "siempre tuvieron acceso a los diferentes informes médicos". Añade que además uno de esos programas televisivos "estuvo con la menor y la familia en una clínica médica” de Navarra.

Blanco ha intentado sin éxito abandonar la prisión y retrasar el juicio. En la última ocasión, la defensa trató de recusar a los magistrados de la Audiencia de Lleida. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) rechazó la recusación y señalando que su única pretensión era retrasar la vista oral. En el comunicado, la defensa agrega que el 4 de septiembre pidió que la Audiencia Nacional fuera el órgano competente para enjuiciar el caso Nadia. Otra petición que fue desestimada y la defensa recurrió.

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