25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Por ejemplo, uno de sus parkings, el de Lavapiés, ha sido vendido a un grupo de inversiones chino pero una de sus empresas gestiona todavía el negocio

Los Franco siguen enajenando sus posesiones para obtener cash: Francis vende sus parkings

Francis Franco.
Francis Franco.
La familia Franco de como la política se pudo y puede llevar bien con los negocios, después de la muerte del dictador español, sus descendientes han mantenido un importante patrimonio que se ha ramificado en diversos sectores. No obstante, los últimos años han estado marcados por la venta de bienes y activos en búsqueda de una mayor liquidez entre los familiares del “Generalísimo”. Francis Franco vende sus parkings pero sus empresas continúan gestionando los aparcamientos.

Francisco Franco murió dejó todo atado y bien atado para que su patrimonio fuera a parar a sus descendientes y la herencia quedara asegurada, herencia que otorgó en su testamento, en febrero de 1968 en el Palacio de El Pardo.

Hoy, transcurridos 44 años y medio de la muerte del llamado “Generalísimo”, y a pesar de haber vendido parte de este legado, la familia todavía controla un complejo entramado de sociedades y propiedades inmobiliarias: fincas, locales, garajes, aparcamientos, puestos de venta de alimentos en Mercamadrid, así como pizzerías, clínicas, productoras de televisión y empresas de telecomunicaciones. Muchas de sus sociedades tienen la sede en el emblemático domicilio familiar de la calle Hermanos Bécquer, número 8, de Madrid, su bunker.

Si alguien de la saga Franco marca y controla los negocios familiares ese es Francisco de Asís Martínez-Bordiú Franco. Nacido en Madrid en 1954, es el primer varón de los siete descendientes. Por indicación de su abuelo, y para perpetuar la estirpe, cambió el orden de los apellidos y se llama actualmente Francisco Franco Martínez Bordiú. Empezó su controvertida trayectoria abriendo un chiringuito en Marbella, con el productor Fernando Arbex como socio, para después alquilar la Finca familiar de Valdefuentes (Madrid), para rodar películas eróticas y de terror. A mediados de 1981 se marchó a Chile, donde se dedicó a negocios inmobiliarios y del ramo de la construcción.

Pertenece al consejo de administración de más de once sociedades, muy diversas. Entre estas están: sus dos principales, Promociones del Suroeste SA (antes Valdefuentes SA) con 7,38 millones de euros en activos y Montecopel SA con 16 millones de euros en activos. Además, se añaden Aparcamientos Atocha 70 SA, Premohi SL, Prístina SL, Ficeme SA, Comercia Soluciones Integrales de Comercio Electrónico SL, Caspe 99 SL, Centro Médico del Láser Pío XII SL, Oceans Eleven SL y Estacionamientos Urme SL.

Uno de los parkings Ipark.

Este último ha saltado a la vista recientemente, cuando ElDiario.es publicó que el estacionamiento, fruto de la herencia de Carmen Franco, fue vendido en 2019 a un fondo de inversiones americano. Según ElDiario.es, la transacción habría tenido un importe de 8.5 millones de euros, de los que sería beneficiaria la familia Franco.

Aunque la fecha de la compra tuvo lugar el día 26 de junio del pasado año, no fue hasta ahora, con el deposito en registro de la Ipark Estacionamientos y Servicios de Movilidad, que se pudo confirmar la transacción. La sociedad con domicilio fiscal en Álava, compró el 100% de las acciones de la empresa de los Franco.

Según publicó ElDiario.es, esta sociedad española estaría controlada por otra llamada Diablo Investments Sarl, con sede en Luxemburgo y a su vez en manos del fondo de inversiones de alto riesgo Elliot.

No obstante, este no sería el único estacionamiento del que habría prescindido la familia, ya que la misma sociedad alavesa habría comprado el estacionamiento Aparcamiento Atocha 70, S.L. por un importe de 8.2 millones de euros, en septiembre de 2019.

Las joyas a la venta

Estacionamientos no es lo único que ha vendido la familia del dictador en los últimos meses. A finales de noviembre del 2019, fueron subastados un juego de collar y pendientes de esmeraldas en la sala Christie’s de Londres. Se han vendido por 143.750 libras (168.300 euros). Sin embargo, una sortija de pedida de oro blanco que también se subastaba se ha quedado sin comprador.

En total todo los subastado podría haber alcanzado un valor de 400.000 euros, teniendo en cuenta en anillo, y el juego de collar y pendientes tenía un precio de salida de 134.000 euros. Los pendientes, un diseño de Cartier, estaban valorados en 58.000 euros y el collar en 140.000 euros.

Por 100.000 libras (117.000 euros) se vendió un collar babero con cinco esmeraldas talladas en cabujón, de superficie redondeada, de entre 27 y 58 quilates, acompañadas de diamantes de corte circular, gargantilla de platino y oro.

Por último, una pareja de pendientes de Cartier con dos esmeraldas principales de 38,59 y 28,27 quilates, que una vez formaron parte del collar también subastado en Christie's, diamantes engastados y platino, se vendieron por 43.750 libras (51.200 euros).

No es la primera vez que los Franco ponen a la venta sus joyas. Jaime Martínez-Bordiú, el nieto pequeño del dictador lleva tiempo vendiendo joyas y objetos en anticuarios del Barrio de Salamanca de Madrid.

Nadie ha tasado con exactitud el valor del joyero familiar ya que se desconoce cuántas piezas lo componen. Posiblemente la pieza más celebrada es la diadema de oro blanco de 18 quilates y cinco esmeraldas colombianas que lució Carmen Martínez-Bordiú en su enlace con Alfonso de Borbón-Dampierre en marzo de 1972. Sin embargo, quien más acopio ha hecho de las joyas familiares es Mariola Martínez-Bordiú que también se casó con una espectacular tiara en 1974 con Rafael Ardid. Ella es quien guarda los famosos collares de perlas de su abuela, la pulsera de pedida de su madre y hasta las perlas que adquiría la Marquesa de Villaverde en sus frecuentes visitas a la Manila de Ferdinald e Imelda Marcos.

Las grandes propiedades

También la familia ha puesto a la venta el mítico Pazo de Meirás en Coruña, propiedad de la que se quieren deshacer en mitad de la pelea judicial que pone en duda la legitimidad de esta propiedad. La familia también quiere deshacerse del edificio que poseen en la madrileña calle Hermanos Bécquer, por el que piden 50 millones de euros, una cantidad que Francis Franco, el mayor de los nietos varones, no está dispuesto a rebajar.

La familia Franco había puesto a la venta el Pazo de Meirás a través de una inmobiliaria cántabra, en la que se ofertaba el histórico inmueble localizado en el municipio de Sada, que fue utilizado como residencia de verano por Francisco Franco, por una cantidad de ocho millones de euros, la misma cifra que se pedía en el primer anuncio que se había publicado unos meses antes.

Meirás no es el único palacio gallego de la familia del Dictador. Enclavado en la zona antigua de la ciudad de La Coruña, el Palacio de Cornide es conocido por los coruñeses como “Casa Palacio”. Pasa desapercibido a la vista, pero la literatura también ocupó su lugar en este edificio ya que fue la casa de Rosalía de Castro, pero el Ministerio de Educación y Ciencia lo adquirió en 1962 para sacarlo a subasta en 1965.

De una forma que afirman fue bastante ventajosa lo adquirió Pedro Barrié de la Maza, Conde de Fenosa que lo puso a nombre de Carmen Polo. La familia visita la casa de vez en cuando y el lugar, aunque antiguo, se mantiene en buen estado y habitable.

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