16 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

JOSÉ ENRIQUE ABUÍN, DECLARADO ASESINO DE LA JOVEN EN 2016 EN A POBRA DO CARAMIÑAL, ACCEDIÓ EN 2021 AL SEGUNDO GRADO PENITENCIARIO

Seis años del crimen de Diana Quer: Su asesino, 'El Chicle', podría salir de prisión en 2025

'El Chicle' y Diana Quer
'El Chicle' y Diana Quer
La madrugada del 22 de agosto del 2016, Diana Quer desaparecía en A Pobra do Caramiñal (A Coruña), un caso que dio un vuelco un año y cuatro meses después con el arresto y confesión de José Enrique Abuín, alias ‘el Chicle’. El cadáver de la víctima, de 18 años, fue hallado sumergido en el interior de un pozo, en una nave industrial de la parroquia de Asados.

José Enrique Abuín, alias 'El Chicle' –declarado culpable del asesinato de la joven Diana Quer hace seis años–, cumple prisión permanente revisable en la cárcel de Mansilla de las Mulas, en León, pena a la que el tribunal le condenó al apreciar un delito de asesinato con alevosía, uno de los más mediáticos de la crónica negra de nuestro país.

La Audiencia impuso una indemnización de 130.000 euros a cada padre de Diana y de 40.000 a su hermana. A la prisión permanente revisable se le añadió otra pena de cuatro años de cárcel por delitos de detención ilegal y agresión sexual. Se fijó en 18 años el tiempo mínimo que debía cumplir ‘el Chicle’ para poder acceder al tercer grado y se estableció un plazo de 25 años para que pudiera solicitar la revisión de la condena y pedir una posible puesta en libertad.

'El Chicle'

En 2021 'el Chicle' accedió al segundo grado penitenciario, con lo que tenía al alcance la solicitud de un permiso. Al estar condenado a prisión permanente revisable podría solicitar un permiso a los ocho años de su encarcelamiento. Es decir, para el año 2025, el asesino de Diana Quer podría salir de prisión por vez primera.

Ante estas circunstancias, Juan Carlos Quer se mostró “muy dolido”, lamentando la “extraordinaria rapidez” con la que las Instituciones Penitenciarias habían adoptado esta decisión. "Entiendo que se fundamenta única y exclusivamente en el buen comportamiento del reo en el ámbito carcelario, donde no existen niñas o mujeres a las que poder volver a atacar", explicó el padre de la joven fallecida en 2016.

Este 22 de agosto de 2022 se cumplían seis años del asesinato de la joven de 18 años que conmocionó a todo el país.

Hechos acontecidos en 2016

La madrugada del 22 de agosto del 2016 la joven volvía a casa después de estar en las fiestas locales Carme dos Pincheiros. Aquel verano, Diana, con la mayoría de edad recién cumplida, pasaba unos días de vacaciones, como tenía por costumbre, en esta localidad costera junto a su madre y su hermana Valeria.

Según varios testigos, fue y vino de las fiestas del pueblo, que se celebraban en el parque Valle-Inclán, a la pizzería “Mi manda Picone”, que se encuentra a un kilómetro de distancia del chalet donde veraneaba, en Cabío (Xobre, A Pobra).

Para ir hacia su casa, los investigadores concluyeron que la joven tenía que ir en línea recta por el paseo de O Areos hasta llegar al chalet en el que veraneaba, que transcurre junto a la playa, iluminado en el primer tramo y oscuro en el segundo, en el que abundan las naves y los edificios destartalados. Fue en algún punto de este recorrido donde su rastro se perdió. A las 8.30 horas de la mañana de ese mismo día su madre denunció su desaparición.

Diana Quer

La joven se quedó de fiesta hasta las 2.30 horas de la madrugada, cuando se despidió de sus dos amigas. Diez minutos después, se topó con una conocida en el paseo, a la altura de la pizzería. Fue la última vez que la vieron con vida. Desde allí debió comenzar el camino de regreso al chalet, a donde debería llegar en unos 20 minutos.

Durante el trayecto, la joven estuvo interaccionando con el móvil y envió un inquietante mensaje de Whatsapp a una amiga para advertirle que un hombre la estaba increpando. “Me estoy acojonando”, y luego especificó en un mensaje enviado a las 2.42 horas que un hombre le había dicho: “Morena, ven aquí”. Un comentario al que su amiga contestó con un “¿Y qué le has dicho?”. Pero Diana nunca llegó a responder y ni siquiera dio señal de haber leído el mensaje.

El hallazgo del teléfono de Diana Quer


El 27 de octubre de 2016, dos meses después de la desaparición de la joven, un mariscador encontró su móvil en las profundidades de la ría de Arousa, en el mismo lugar donde se perdió la señal del dispositivo.

No obstante, el aparato resultó bastante dañado y tuvo que ser sometido a un largo proceso de restauración para acceder a la información que contenía. Un agente de la UCO que declaró durante el juicio detalló que antes del hallazgo del celular de la víctima la investigación ya disponía de los listados telefónicos de datos y llamadas del móvil, pero no del contenido del teléfono para lo que era necesario desbloquearlo.

La memoria del terminal se pudo trasladar a otro teléfono. En ese momento, los investigadores descubrieron que, de los nueve intentos de los que dispone este modelo, “se había intentado en seis ocasiones desbloquear el teléfono” y que el móvil se arrojó “encendido” al agua. Tras recurrir a una empresa externa en Colonia, en Alemania, se logró desbloquearlo y obtener los datos de posicionamiento GPS de la joven hasta las 2:58 horas de la madrugada de la desaparición, cuando el terminal se desconecta en el puente de Taragoña.

Un error en la reconstrucción de los hechos


A la hora de relacionar el posicionamiento del móvil de Diana Quer con el de otras personas con las que pudiera ir, el agente explicó que los investigadores se encontraron con un “grave problema” del que no se percataron hasta enero del 2017 y que hizo que, en un primer momento, no se centrasen en ‘el Chicle’ como principal sospechoso.

Un error de posicionamiento horario de las cámaras de la autovía de más de catorce minutos hizo que en todos los estudios previos hubiera un número alto de vehículos que no se correspondían con el horario por el que pasó Diana aquella madrugada a bordo del coche de José Enrique Abuín.

Los estudios concluyeron que ‘el Chicle’ abordó a Diana Quer en la intersección entre el Paseo del Arenal y la calle Venecia, ya que los posicionamientos GPS del móvil de Diana marcaban por esta zona la ubicación de la joven esa madrugada. A pesar de los errores en los posicionamientos, de algunos metros, un investigador del caso comentó durante el juicio que “donde José Enrique Abuín dice que la abordó es imposible” que estuviese, dado que “hay casi 200 metros de distancia”.

Detención de José Enrique Abuín

La policía llegó a investigar a 200 sospechosos, entre ellos el único acusado: José Enrique Abuín, a quien se sometió a un interrogatorio al inicio del caso. A pesar de no ser arrestado en un primer momento, la Guardia Civil nunca dejó de seguir la pista a este vecino de Rianxo, de nacionalidad española, casado y con una hija que trabajaba en una mejillonera.

Una de las cuestiones que llevó a la Guardia Civil a sospechar de Abuín fue su patrón de conducta con otras denuncias previas de acoso sexual, entre ellas la violación que denunció su excuñada pero que, inicialmente, fue archivada y ahora se está juzgando.

El hallazgo del cadáver

Abuín abandonó el cadáver de la víctima a menos de 200 metros de la casa donde él reside, en Rianxo. El cuerpo de la joven madrileña fue hallado la madrugada del 31 de diciembre de 2017 en un pozo de una antigua fábrica abandonada, situada en la parroquia de Asados, sumergido a más de ocho metros de profundidad, lastrado por dos bloques y con una brida enredada en el pelo. 

Un informe forense concluyó que el cuerpo estuvo al menos 20 días flotando ya que en el pelo de la víctima se detectó “pupas de mosca”, especie no acuática que necesita oxígeno para sobrevivir.

Uno de los forenses que intervino en el juicio aseguró en el juicio que Diana Quer presentaba en su área genital un “edema importante”, concretamente en los labios mayores, hinchazón compatible con un acto sexual con violencia.

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