23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Tanto la progenitora como la abuela señalan a los servicios sociales,ya que dicen que "se lo llevaron y el niño sufre estando en el centro de menores"

La historia de una madre: Cuenta cómo le quitaron a su hijo y se lo entregaron a su exmarido

La abuela de este niño afirma que su nieto
La abuela de este niño afirma que su nieto "solo siente soledad y dolor"
La progenitora, que vive en Madrid, aún puede ver a su hijo, al menos una tarde a la semana y un fin de semana al mes, pero señala que “el padre se ha agarrado a que tiene coronavirus y no puede verlo". La madre muestra su preocupación por los centros de menores y servicios sociales que tratan al niño. Y "no entiende como entregaron a su hijo al padre, después de que denunciera que sufrió abusos por parte de él y de mi cuñado”,asegura a elcierredigital.com. Prefiere guardar su anonimato.

España podría haber tenido entre sus filas a un posible campeón nacional de ajedrez o a un gran nadador, pero la vida quiso que no fuera así. Esta es la historia de un niño que pasó de empezar a despuntar en uno de sus sueños a terminar viviendo en un centro de menores del barrio de Hortaleza, en Madrid. Su madre y su abuela, que prefieren guardar su anonimato por ahora, cuentan a elcierredigital.com la triste situación que viven actualmente.

Laura, la madre, y Ana, la abuela (ambos nombres ficticios, ya que las dos han pedido por favor que no salgan sus nombres), quieren que se solucione cuanto antes el tema y recuperar lo más pronto posible al niño.

En esta historia lúgubre, primero comienza hablando la abuela. "Mi hija decidió separarse de su marido. Enonces el padre del niño afirmó que la iba hacer sufrir y perseguir hasta la muerte. Tanto que el niño cuando iba con su padre venía con golpes. Maltratado. Le dije a mi hija que lo mejor era que hablase con el padre y que le pidiera que no maltratara más al niño”.

La madre, al ver que la situación era insostenible, decidió acudir a los servicios sociales. Así lo relata ella para elcierredigital.com: “Fui a los servicios sociales y ahí empezó todo el lío. Todo iba bien, al menos, eso parecía… Pero lo que hicieron es darle al niño a mi exmarido en vez de avisarme. Él es un psicópata y, a día de hoy, lo tengo clarísimo. No entiendo esa actitud que tiene de maltrato físico y psicológico. Obligar al niño a hacer ciertas cosas…”, explica Laura.

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Esta madre tiene miedo de que el padre maltrate a su hijo

“Yo iba a los servicios sociales y le contaba las barbaridades que hacía el padre al niño, pero ellos le quitaban hierro al asunto", señala. "Es que como no hay una cámara dentro no se sabe", me decían ellos a mí. "No había manera de sentirme tranquila nunca. Me daban largas siempre”, explica esta madre mostrando su gran preocupación.

El maltrato persiste sin que nadie ponga remedio

El chico tiene ahora 11 años, pero fue cuando tenía 7 añitos cuando todo esto empezó. “El padre tiene mucho apoyo, por un familiar sobre todo”, indica la madre, la cual añade que “cuando el niño cumplió 7 años las cosas se pusieron muy mal. Mi hijo acusó a su padre y a mi cuñado de abusos sexuales”.

El caso sigue tomando tintes graves cuando la madre incide en que “era un niño muy bueno, muy bonachón, pero hubo momentos en el que le alimentaban ese maltrato para que nos maltratase a nosotras”, que, incluso, como explica, “un año antes de que se lo llevaran, el padre le dijo: cuando entres en casa, entra por la cocina, te vas al cajón, coges un cuchillo y se lo clavas a la abuela”.

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Los sueños del chico de ser profesional del ajedrez quedaron rotos

“El niño me lo contó, pero la presión seguía siendo muy fuerte. Un día venía muy presionado y el niño se fue contra la abuela para clavárselo”, indica Laura que tiene miedo de que vuelva a suceder una situación como aquella.

Su batalla contra los servicios sociales

La odisea para esta madre sigue sin terminar, ya que, aparte de emprender acciones legales contra su exmarido, también está en una batalla judicial contra los servicios sociales, los cuales “no hace ni caso”, detalla la progenitora del chico.

“Me dijeron que tomase la medida de llevar al niño a un centro de menores. Yo me oponía, pero el padre no. La trabajadora social nos avisó de que nos lo quitaban. Tenía que ser yo la que lo entregase. Ellos habían decidido que como había un gran equipo de psicólogos tendrían al niño una temporada para ver quién de los dos (la madre y el padre) decían la verdad”, explica Laura.

En 2016, además de la entrega del niño al centro de menores, todo se mezcla. Empieza una serie de juicios entre la madre, el padre y los servicios sociales. “Tuvimos un primer juicio que fue una farsa. No hubo nada. Aquello fue una farsa”, indica la madre a elcierredigital.com, que añade que “el día que lo llevé al centro, en la entrevista que tuvimos, la directora dijo que le iban a dar al niño al padre. Y, fijese, el padre tenía ya de antes una investigación en los juzgados de Plaza de Castilla y el caso no está cerrado aún. Esta es la situación que he vivido”.

“Mi hijo no quería ir con su padre. Al niño le decían que yo era la mala, porque yo le había entregado. Los centros de menores son un error. O te vas con papá o las cosas se van a poner peor”, le dijeron, explica Laura, que tiempo después tuvo un juicio en la que, como comenta ella, “fue con doce personas como testigos, pero la jueza solo habló con la psicóloga del colegio, con la que finalmente se abrió mi hijo, ni siquiera con la trabajadora social que ni se presentó”.

Este último juicio se quedó ahí. “Los jueces se basaron en el informe que hizo el centro de menores. Iban a dejar al niño al cuidado del padre. Todo el tiempo libre, las vacaciones, todo, para el padre. Ellas (las profesionales del centro) decían que se tenía que acostumbrar a estar con su padre”, expone Laura.

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El chico ahora tiene 11 años y ha pasado tiempo en un centro de menores

“Me tiré trece meses viéndolo solo una hora desde el principio. Gracias a que una persona con cierto poder intercedió por nosotras, el niño ya va un fin de semana al mes a casa”, declara esta madre, añadiendo que “ahora el padre se ha agarrado a lo del coronavirus. No veo a mi hijo desde el 12 de marzo”.

Pero, antes de que sucediera la pandemia, la madre explica que para ver a su hijo “nos derivaron a un punto de encuentro. Yo iba a buscarlo y estábamos desde las cuatro, cuatro y pico de la tarde hasta las nueve y pico. Y ahora también nos lo han limitado”.

Además, la propia Laura comenta que “ahora al oponernos a llevarlo al centro, los asuntos sociales tienen que entregar un expediente. Ese expediente nos lo dieron cuando ya acababa el límite del tiempo, unos tres, cuatro meses. Cuál sería nuestra sorpresa que cuando veo los documentos, no hay ninguno donde se hable del maltrato al niño. Ni uno”.

De ajedrecista a un centro de menores

“El padre ha intentado quitarme las visitas hasta en tres veces”, indica la madre, que también explica como su hijo pasó de practicar ajedrez a verse en esta difícil situación. “Con cuatro años le metí en la escuela de ajedrez. Era su sueño, pero su padre siempre se opuso. Siempre estuvo haciendo que diera marcha atrás", detalla Laura.

“En la documentación no se mencionó nada de aquello. Se me califica de lo peor, que me llevo mal con la directora del colegio, que tengo problemas con la pediatra del niño. Algo en lo que también tuvimos que interceder. La abuela llevó el mail de la pediatra para decir que eso era mentira. Yo llevé el escrito a la directora que acabó escribiendo una carta que indicaba eso que narraban en el documento era mentira también”, señala esta madre.

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El niño ha vivido en un centro de menores del barrio de Hortaleza de Madrid

Las dos mujeres, madre y abuela, seguirán luchando por el niño que, como destaca la progenitora del chico está en un centro de menores de Hortaleza, en Madrid. Laura también incide en que su padre hace más de lo mismo. “No trabaja, pero recibe dinero de ayudas del fondo europeo. Lleva así tres años y medios largos. Además, mi hijo con su padre se transformó. Pasó de ser delgadito y hacer natación a ponerse casi obeso. Y la trabajadora social dice que eso es genético del padre”.

Para concluir la conversación la abuela señala a elcierredigital.com que “seguiremos luchando por este niño y por el resto de los niños. El padre lo está convirtiendo en otro como él. Un niño tan bueno y brillante. Era un campeón de ajedrez y un gran nadador. Y ahora está en un centro en el que no tiene sus juguetes. Solo soledad y dolor”.

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