02 de octubre de 2023
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FIN DE SEMANA

EL 24 DE AGOSTO DE 1963 'LA SAETA RUBIA' ESTABA DE GIRA CON EL REAL MADRID CUANDO FUE SECUESTRADO POR UN GRUPO GUERRILLERO VENEZOLANO

Las 72 horas que tuvieron en vilo a España: Se cumplen 60 años del secuestro de Di Stéfano

Alfredo Di Stéfano durante su secuestro.
Alfredo Di Stéfano durante su secuestro.
Hace 60 años el Real Madrid se encontraba en Caracas para jugar el prestigioso torneo amistoso de pretemporada conocido como el Mundialito de Clubes. Su estancia en la capital venezolana se desarrollaba normalmente hasta aquel 24 de agosto de 1963, cuando la estrella del Real Madrid, Alfredo Di Stéfano, era secuestrado por el grupo guerrillero Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) de Venezuela. La Saeta Rubia no sufrió ningún daño físico, pero fue retenido durante 72 horas.

El 24 de agosto de 1963 el magistral Alfredo Di Stéfano vivió un suceso, realmente atípico en el mundo del fútbol, que dejó en vilo a España. A las seis de la mañana de aquel día de pretemporada del Real Madrid la Saeta Rubia fue secuestrada en el hotel Potomac de Caracas, Venezuela. El club merengue se encontraba en Venezuela para jugar el prestigioso torneo amistoso conocido como el Mundialito de Clubes.

Como participantes en el torneo estaban el Real Madrid, el Porto, el Millonarios (ex equipo de Di Stéfano) y el São Paulo. Por aquel entonces Di Stéfano era el mejor jugador del mundo y el Real Madrid venía de conseguir cinco Copas de Europa consecutivas desde 1956 hasta 1960. En 1963, con 37 años de edad, Di Stéfano se encontraba a tres años de su retiro.

El secuestro de Di Stéfano


Di Stéfano y el uruguayo José Santamaría descansaban en su habitación cuando sonó el teléfono a primera hora de la mañana. La llamada era cuanto menos inquietante, pues se le pedía al jugador que bajase a la recepción del hotel porque estaba la policía. Sin embargo, se trataba de una trampa. Quien estaba en la recepción era Paúl del Río, hijo de republicanos españoles, que bajo el pseudónimo de Máximo Canales lideraba el comando que llevó a cabo el rapto del astro madridista.

En un reportaje concedido a Televisión Española Di Stéfano narraba: "Me llevan por las escaleras, bajo y había un coche americano esperando ahí. Se sube delante el chofer, uno se mete por una puerta, a mí me meten en medio y el otro por la otra puerta, me hacen un sándwich. Y me dicen: "Alfredo, esto no es la policía, es un secuestro".

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Alfredo Di Stéfano.

Dentro de ese coche, uno de los supuestos policías le confesó que eran parte del grupo guerrillero Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Venezuela (FALN). A partir de ahí comenzó el baile: le vendaron los ojos y lo fueron trasladando de un lugar a otro. A primera hora del mediodía las FALN se atribuían ante la prensa el secuestro, al tiempo que aseguraban que no harían daño a la Saeta si él no hacía nada extraño

Cuando Di Stéfano abrió los ojos se vio rodeado de guerrilleros con ametralladoras no daba crédito a lo que estaba viviendo. Durante el secuestro el astro argentino vio carreras de caballos con sus secuestradores y jugó al dominó. Le daban de comer e incluso le dejaban elegir de entre ciertos platos. Nadie pidió rescate por Di Stéfano y todo era muy extraño. 

Los motivos del secuestro y la liberación de la Saeta Rubia


Años después del secuestro Paúl del Río aclaró que no se pidió dinero por el rescate porque solo querían publicidad. El objetivo, propagandístico, era doble: protestar contra el gobierno venezolano de Rómulo Bentancourt y contra la dictadura española de Francisco Franco. “Lo secuestramos basándonos en su fama. Eso nos ayudaba a obtener nuestros fines por su prestigio y la fama del Real Madrid”; señaló Del Río.

El secuestro duró 72 horas que se hicieron eternas para los familiares de la Saeta, que esperaban lo peor. El mismo día de su liberación el Real Madrid tenía que disputar un partido ante el Sao Paulo. El entrenador de aquel equipo era Santiago Bernabéu, que pidió a Di Stéfano que jugara para así mostrar su fortaleza después del secuestro. Con pocas ganas, la Saeta salió de titular y fue sustituido en la segunda parte. A su llegada a España puso fin a una de las experiencias más violentas que ha vivido un jugador de fútbol a lo largo de la historia.

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