19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Colegios y sindicatos de médicos rechazaron el nombramiento y aseguran que el proyecto es “inviable”.

Maduro sitúa al reguetonero "Potro" Alvarez al frente del gabinete de crisis del Covid-19

 Antonio “Potro” Álvarez, reguetonero y nuevo jefe del hospital anti-covid.
Antonio “Potro” Álvarez, reguetonero y nuevo jefe del hospital anti-covid.
La pandemia del covid-19 avanza incontrolable en Venezuela con más de 20.000 casos, según el régimen. La crisis se suma a un sistema de salud casi paralizado desde hace años por la falta de medicinas, personal y recursos de protección. En medio del caos, Maduro ha decidido mover los nulos recursos sanitarios a un hospital improvisado al estilo IFEMA, nombrando a un reguetonero como director del centro.

La crisis sin precedentes que azota Venezuela desde hace más de 5 años ha generado la mayor crisis de refugiados de occidente y la segunda más grande del mundo. La destrucción del tejido productivo, económico y sanitario se suma ahora la pandemia del coronavirus, en plena expansión por el continente y que en el país dirigido por Nicolás Maduro es la excusa perfecta para perseguir a sanitarios, periodistas y cualquiera que se atreva a contar la verdad más allá de la versión del régimen.

Hace un mes, la vicepresidenta chavista, Delcy Rodríguez, había anunciado que el Poliedro de Caracas, uno de los centros de eventos más grandes del país, se convertiría en un hospital provisional, dotado de todos los equipos necesarios para atender a pacientes con coronavirus.

Maduro y el cantante de reguetón "El Potro" Alvarez.

La misión era absurda para la gran mayoría de los venezolanos que padecen la falta de medicina, equipos y elevados costes de un sistema sanitario casi totalmente paralizado, incluso en el sector privado. No obstante, según ha informado el propio Maduro, el hospital este “completado” y ha comenzado a recibir los primeros pacientes de covid-19. Ningún medio ha podido confirmar in situ más allá de los vídeos ofrecidos por el propio régimen.

La gran sorpresa, más allá del montaje de un IFEMA caraqueño en apenas 7 días, llegó con un anuncio surrealista realizado por Nicolas Maduro. El director del hospital provisional sería Antonio “Potro” Álvarez, expelotero, cantante de reguetón y político.

El “Potro” fue beisbolista de pocos éxitos, por lo que apostó por el reguetón a mediados de los 2010, su fama duró poco, ya que un par de años después anunciaría una alianza con el extinto Hugo Chávez que le costó su carrera y enfrentamiento con otros cantantes del género urbano de América Latina.

Desde entonces “El Potro” camina de un lado a otro por los senderos del chavismo ocupando diversos cargos creados a medida. Para la mayoría de los venezolanos se trata de un “enchufado”, pero los médicos le guardan especial animadversión.

Alvarez era el encargado de “gestionar” los actos de grado de medicina en universidades del chavismo en los que interpretaba sus “éxitos". En uno de estos actos llegó a ser expulsado por la voz unánime de los sanitarios recién graduados que le exigieron que se fuera, una estampa que permanece en la memoria de los venezolanos.

Como era de esperar, la noticia generó el rechazo unánime de los médicos de todos los sectores, así como de la oposición al régimen que cuestiona que incluso en tiempos tan difíciles, Maduro siga “jugando” con la salud de los venezolanos.

El médico y diputado del parlamento, José Manuel Olivares, aseguró en Twitter: “¿Qué carajo sabe el "Potro" Álvarez de manejar una pandemia? Improvisar, en medio de esta crisis se traduce en muertes de médicos, de niños, de venezolanos”.

Según el Ministerio de Sanidad del régimen, el complejo cuenta con 1.200 camas, 900 en la parte externa para pacientes positivos asintomáticos y en la parte interna, 300 camas hospitalarias.

El coronavirus, la nueva excusa para reprimir a la sociedad

Maduro decretó una alerta por Coronavirus y el inicio de la cuarentena a mediados de marzo, pocos días después de que España tomara medidas. No obstante, no se generaron poderes especiales, ya que el país vive en Estado de excepción desde hace más de 6 años cuando la crisis económica se intensificó. La reclusión no ha sido total, aunque la policía se ha mantenido constantemente en la calle.

La ONG de derechos humanos, PROVEA, denunció que durante el confinamiento se produjeron diversas detenciones arbitrarias contra decenas de personas por supuestamente “incumplir la cuarentena”. No obstante, los opositores al régimen han manifestado que las restricciones decretadas por Maduro estarían relacionadas a la escasez de gasolina que vive el país petrolero.

El poliedro acoge un super hospital militar para covid al estilo Ifema.

Según denuncia Luis Martínez, miembro del partido ilegalizado Voluntad Popular, a elcierredigital.com, el régimen mantiene la presión sobre la sociedad civil, que ha estado obligada a encerrarse sin servicio de agua, luz y con hambre generalizada. Una visión que comparte HRW que asegura que la exposición al virus es constante a causa del “hacinamiento en zonas populares y cárceles, así como los problemas generalizados para acceder al agua en hospitales y hogares”.

Martínez recuerda que las últimas semanas decenas de médicos han sido detenidos por informar a la prensa sobre los casos reales de COVID-19 o simplemente por mostrar desacuerdos con la gestión sanitaria del régimen. Las amenazas a médicos residentes han sido frecuentes por parte del gobierno desde hace años. 

Fuentes del área de la salud del Estado Bolívar al sur del país y que han pedido permanecer en anonimato han explicado a elcierredigital.com que hace dos años cuando la difteria y la malaria comenzaron a propagarse por las zonas mineras, funcionarios, militares y grupos paramilitares cercanos al chavismo amenazaban a los médicos para que no firmaran ningún informe que contuviese dichas enfermedades.

El portal local "Voz de Ámerica", explica en un reportaje sobre la represión gubernamental, que algunas de las medidas asumidas por el chavismo han sido: “Aislamiento forzado de pacientes sospechosos del nuevo coronavirus, detención arbitraria de periodistas, arresto de médicos que filtran datos sobre casos de la pandemia, persecución de líderes políticos cercanos a Guaidó y la promesa del mismo Maduro de una “furia bolivariana” que defendería al chavismo en todo el territorio venezolano”.

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