28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

LA EXPLOSIÓN DEL METEORITO EQUIVALE A 230 KILOTRONES DE DINAMITA, 15 VECES MÁS potente QUE LA BOMBA atómica DE HIROSHIMA

Por si teníamos poco... llega FJ1, el asteroide que podría impactar contra la Tierra en mayo de 2022

El asteroide JF1 podría impactar en la Tierra el próximo 6 de mayo de 2022. La NASA lo ha catalogado como un NEO, Objeto Cercano a la Tierra, por su proximidad y peligrosidad. Si finalmente impactara, podría causar una explosión equivalente a 230 kilotones de dinamita, quince veces mayor que la bomba de Hiroshima. Sin embargo, la probabilidad de impacto es muy baja y gracias a su pequeño tamaño, los terrícolas no corremos peligro.

En 2009 la NASA visualizó por primera vez al asteroide FJ1 y el año que viene podría impactar en la Tierra. Se trata de un objeto “potencialmente peligroso” catalogado como NEO (Objeto Cercano a la Tierra por sus siglas en inglés) por la NASA. La fecha estimada para el impacto sería el 6 de mayo de 2022, a las 8:34 de la mañana.

El cuerpo celeste se encuentra actualmente a 375.587.595 km del planeta Tierra y circula a una velocidad de 18 kilómetros por segundo. Su impacto podría provocar una explosión sin precedentes en el planeta, puesto que equivaldría a 230 kilotrones de dinamita, quince veces mayor que la explosión causada por la bomba de Hiroshima, de 15 kilotrones.

Sin embargo, la probabilidad de colisión es muy baja: 1 entre 3.800 (es decir, un 0,026% de probabilidad). Además, se estima que el asteroide tiene un diámetro de 10 a 20 metros, por lo que se sostiene que se destruirá por contacto con la atmósfera. Detlef Koschny, jefe de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA asegura que “la mayor parte del material se desintegrará, aunque caerán algunos meteoritos al suelo” al igual que ocurrió con el meteorito que cayó en los Montes Urales en 2013.

Además, Koschny estima que “lo más probable es que se trate de un objeto rocoso, pero no podemos decirlo con certeza”, lo que, según el experto, resta peligrosidad al elemento al no tratarse de un objeto compuesto por hierro, que son “mucho peores”.

Nada por lo que preocuparse

La fecha exacta para la colisión se ha establecido gracias a la observación exhaustiva del cuerpo celeste a través del sistema de monitoreo ‘Sentry’. Este sistema logra recopilar un gran número de datos que sirven para determinar, por ejemplo, que FJ1 es un asteroide de tipo “Apolo”: que su órbita alrededor del Sol es más grande que la de la Tierra. La NASA explica que el sistema ‘Sentry’ “escanea continuamente el catálogo de asteroides que pueden colisionar con la tierra durante los próximos 100 años”. Estos asteroides pueden sufrir modificaciones en sus órbitas, y si esto ocurre, se eliminarán de la lista de posibles amenazas.

Esto es lo que puede pasar con FJ1. Fue visto por primera vez en 2009 y la órbita puede haber cambiado desde entonces. “Para obtener una órbita actualizada, necesitaríamos observar el objeto nuevamente. Hasta ahora era demasiado tenue para ser visible, lo cual es una buena señal”, comenta Detlef Koschny.

Esquema de las órbitas de FJ1 y la Tierra

No hay necesidad de preocuparse por el asteroide. Estos cálculos se hacen para que no nos coja por sorpresa si algún día cae un meteoro, pero los más peligrosos son mucho más grandes”, llama a la calma el jefe de la Oficina de Defensa Planetaria.

Las agencias espaciales de todo el mundo trabajan para evitar que una futura colisión provoque una catástrofe gracias a la tecnología necesaria para desviar los asteroides de su trayectoria. Esto se realiza mediante el impacto de una nave espacial al cuerpo celeste. Posteriormente, la Agencia Espacial Europea (ESA) es la encargada de evaluar cómo queda el asteroide tras el impacto. De esta manera, la Tierra queda libre de futuros impactos de asteroides y NEO.

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