25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Plataformas que se oponen a estas instalaciones ganaderas aseguran que se aprueban informes medioambientales sin los requisitos necesarios

Castilla La-Mancha, enfrentada por la despoblación que causan las macrogranjas porcinas

/ Europa Press
La despoblación y el desempleo son algunos de los principales problemas que sufren los pueblos de Castilla La-Mancha en los que se están construyendo macrogranjas porcinas. Los malos olores y la contaminación de los acuíferos afectan a zonas rurales que viven principalmente del turismo. El domingo se manifiestan en Toledo para pedir una moratoria y que se estudien los efectos medioambientales sobre estos municipios.

La despoblación es uno de los grandes problemas actuales que tiene que afrontar el medio rural en España. Las migraciones de los habitantes de los pueblos y municipios de este entorno a menudo se producen como consecuencia del desempleo y de la falta de oportunidades.

Castilla La-Mancha es una de las comunidades autónomas más afectadas por esta problemática y la implantación de macrogranjas porcinas puede suponer un agravante para que los vecinos de pueblos manchegos se vean obligados a emigrar.

Muchos pueblos afectados están luchando para que no se lleven a cabo planes ganaderos a gran escala, por el impacto medioambiental y el desempleo que suponen. En diversos pueblos de Cuenca existen hasta 35 proyectos para implantar este tipo de explotaciones porcinas.

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Protesta vecinal contra las macrogranjas en la Serranía de Cuenca

Villalba de la Sierra, Zarzuela y Portilla, son tres municipios de la Serranía de Cuenca que se pueden ver afectados por la construcción de una macrogranja. Se encuentran situados a unos 20 minutos de Cuenca y sus habitantes se oponen a lo que puede suponer graves perjuicios económicos para sus vidas. Y es que IPCOR, empresa participada al 50% por Incarlopsa (interproveedor de Mercadona para corte y envasado de cerdo) pretende construir una instalación ganadera en el pueblo de Zarzuela.

Ante esta situación, fuentes de la plataforma Serranía Limpia y Viva aseguran a este periódico que estos pueblos se sustentan principalmente del turismo de naturaleza, sector que se vería damnificado de manera considerable. “Hemos pasado de ‘pobrecitos que estamos deshabitados’ a ‘pobrecitos que nos echan’”, comentan. Los olores de los cerdos y la contaminación de los acuíferos por los purines que genera la actividad ganadera de estos animales son algunos de los principales problemas que conllevan las macrogranjas.

“Son pueblos que viven del turismo, los vecinos han invertido en casas rurales, hoteles, restaurantes y otros negocios para atraer a la gente que viene de vacaciones”, aseguran desde la asociación y añaden que “es pan para hoy y hambre para mañana”.

Asimismo, explican que “el gobierno regional quiere salvar las cifras con estos proyectos que prometen empleos, pero no es verdad. Nos han prometido hasta 60 puestos de trabajo entre empleo directo e indirecto, pero en realidad serán entre tres y cinco. Además, tenemos 100 familias viviendo del turismo, que son más de lo que ellos aportan”.

Daniel González, representante de la plataforma Pueblos Vivos, afirma que la construcción de estas granjas porcinas supone un gran impacto a nivel económico. “La gente está muy mosqueada en gran parte por el tema del agua. Se contaminan los acuíferos por los purines y además los cerdos consumen grandes cantidades de agua a lo largo del año”, comenta.

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Incarlopsa, proveedor de Mercadona, posee el 50% de IPCOR, la empresa que quiere construir una macrogranja en Zarzuela

Las granjas de cría de cerdos, aquellas que almacenan a partir de 2.000 cerdos, necesitan un informe medioambiental favorable para su construcción. Desde Serranía Limpia y Viva dicen que se están aprobando estos informes, aunque no cumplan las condiciones necesarias.

En este sentido, desde Pueblos Vivos coinciden en esta afirmación: “Han salido sentencias que acreditan que la Junta está aprobando proyectos que no cumplen con los requisitos necesarios para obtener el informe de impacto medioambiental”, asegura Daniel González, quien añade que “una de las condiciones es que la empresa tiene que especificar el lugar en el que se van a acumular los purines y no lo hacen. Tampoco cumplen la normativa de la distancia a la que tienen que estar del casco urbano o se echan más residuos de los que permite la normativa”, relata el representante de Pueblos Vivos. A pesar de ello, respecto a la aprobación de estos proyectos “hay demandas pendientes de juicio y se están ganando”, añade.

Manifestación en Toledo

Pero no solo Cuenca, sino que son muchos los pueblos son los que sufren los efectos de la despoblación por culpa de las macrogranjas en Castilla La-Mancha. Es el caso Balsa de Ves, situado en Albacete, donde se construyó en 2006 una de estas instalaciones. Su alcaldesa Natividad Pérez se ha mostrado contraria en muchas ocasiones a la implantación de la macrogranja. "No sé a quién se le ocurrió convertirnos en el estercolero de Castilla-La Mancha", llegó a decir en declaraciones para 'El Digital de Albacete'.

Las asociaciones implicadas en la lucha contra las macrogranjas han convocado este domingo, 10 de marzo, una manifestación en Toledo para pedir una moratoria y que se amplíe el plazo antes de que se aprueben los proyectos, para que se estudien y se tengan en cuenta todos los impactos medioambientales negativos.

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