20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Amancio Ortega realiza donaciones a causas benéficas, Juan Roig apuesta por las renovables y Rafael del Pino alardea de promover la igualdad

Las grandes fortunas de España tiran de subidas salariales, ecologismo y feminismo para maquillar sus sombras

El Cierre Digital en Amancio Ortega, Juan Roig y Rafael del Pino.
Amancio Ortega, Juan Roig y Rafael del Pino. / Las grandes fortunas españolas.
Los ricos no quieren llorar y para ello se están lanzando al 'greenwashing' o 'purplewashing' (lavado de cara verde o rosa) con el ánimo de cubrir con maquillaje las sombras que pesan sobre Inditex de Amancio Ortega (que utiliza a costureras del tercer mundo), Mercadona de Juan Roig (denunciada por sus prácticas laborales) y Ferrovial de Rafael del Pino (multada por integrar un cartel que se reparte obra pública para dolor del bolsillo del consumidor).
Los ricos no quieren llorar en un mundo cada vez más desigual a cuenta de la cada vez más visible ineficacia del ascensor social, que ni estuvo ni se le espera. El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, denuncia en su libro 'El precio de la desigualdad' que el 90 por ciento de los que nacen pobres acaban muriendo pobres.
 
Las grandes fortunas no solo quieren seguir engordándolas sino que intentan hacerse perdonar sus escándalos con acciones maquilladoras. Es el caso de Amancio Ortega, que ronda los 70.000 millones de euros de fortuna amasada mientras sus costureras en Marruecos no llegaban hace una década a los 200 euros de sueldo mensual a cambio de 65 horas semanales, tal y como denunció el  proyecto 'La moda española en Tánger: trabajo y supervivencia de las obreras de la confección', elaborado por una ONG. 
 
Las dependientas de Inditex acaban de desconvocar sus eficaces movilizaciones tras asegurarse un sueldo mínimo de 18.000 euros anuales. Mientras tanto, la multinacional gallega intenta sortear sus desinversiones en Rusia y prepara la presentación de unas cuentas que podrían anunciar unos beneficios netos en torno a los 4.000 millones de euros. 
 
Su consejero delegado, Óscar García Maceiras, dice que "en un entorno muy exigente, estos resultados muestran claramente la fortaleza de nuestro modelo único: colecciones con un alto componente de moda, una experiencia de compra atrayente y un equipo humano muy comprometido para lograr un crecimiento rentable y más sostenible". 
 
Inditex se intenta lavar la cara con calculados y aireados donativos: la textil acaba de donar tres millones de euros a las víctimas de los terremotos de Turquía y Siria, lo que supone un anuncio más eficaz de cualquier spot, banner o cuña de las que Amancio Ortega no compra. 
 
Tampoco dice gastar en publicidad Juan Roig, cuya fortuna supera los 11.000 millones de euros. El empresario valenciano, "un capitalista despiadado" según la ministra Ione Belarra, intenta acallar las voces que le acusan de prácticas antisindicales o conductas escasamente saludables en el entorno laboral. 
 
Y lo hace ofreciendo los mejores sueldos del sector, eso sí, con una obediencia que, según algunos sindicatos consultados por este medio, "implica no cogerse más bajas de salud que las imprescindibles y no realizar actividad sindical que incomode a Mercadona". 
 
Mercadona abrió el año incrementando el sueldo de toda su plantilla de acuerdo con el IPC, no solo sobre el salario base, como indica el Convenio de Empresa, sino sobre el total salario de la plantilla, compuesta por 96.000 trabajadores.
 
"El objetivo es mantener el poder adquisitivo de todas las personas que forman parte de Mercadona, porque ellos son el mejor activo de los clientes; cuanto más satisfacen a 'El Jefe', como internamente la compañía llama al cliente, más avanza Mercadona", explica la distribuidora. 
 
Roig, además, dice apostar por lo verde: ha anunciado que Mercadona invertirá 60 millones de euros en 2023 en aumentar su capacidad de generación de energía renovable en 240 tiendas y en nuevos bloques logísticos y colmenas, y otros 21 hasta 2024 en crear una red de 5.000 puntos de recarga semirrápida para coches eléctricos. 
 
El bronce de las fortunas autóctonas lo ostenta Rafael del Pino, que ronda los 9.500 millones de euros. Su compañía, Ferrovial, ha conseguido que la Audiencia Nacional le congele la multa de 38 millones de euros que le impuso Competencia por formar parte de un presunto cartel ibérico que se repartiría obra pública para dolor del bolsillo del contribuyente. 
 

Del Pino. 

Al menos, Ferrovial asegura que ha sido reconocida por cuarto año consecutivo como una de las empresas más comprometidas del mundo con la igualdad de género, según el Bloomberg Gender-Equality Index (GEI). 
 
"Este prestigioso índice tiene en cuenta para su valoración diferentes factores como el desarrollo de políticas en esta materia, la representación femenina en la compañía y la transparencia de la información que proporciona al respecto", explican. 
 
Fuentes sindicales reconocen que varias mujeres ocupan altos cargos, y que se realizan planes de igualdad desde hace dos décadas, pero el peso del trabajo del género femenino en esta compañía de alrededor de 70.000 trabajadores "es mínimo" y en su Consejo de administración tan solo se sientan dos mujeres.  
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