26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Las filiales españolas en el país de Nicolás Maduro superan el número de setenta, según datos del Banco Central de Venezuela

Se agudiza el temor de las empresas españolas en Venezuela ante el aumento de las tensiones y un posible golpe de Estado

Se recrudece la crisis en Venezuela.
Se recrudece la crisis en Venezuela.
El Gobierno de España ha hecho un llamamiento para la celebración de elecciones democráticas al tiempo que Asuntos Exteriores y la Unión Europea han difundido a través de Twitter el teléfono de emergencia consular para nuestros residentes en Venezuela. Las empresas españolas viven con preocupación y temor sus inversiones en el país caribeño ante la incertidumbre provocada por el recrudecimiento de la grave crisis social, política y económica, que puede llevar a duros enfrentamientos.

El Gobierno de España ha reiterado este martes 30 de abril su llamamiento para que se celebren, inmediatamente, elecciones democráticas en Venezuela y su deseo de que no se produzca derramamiento de sangre en el país, tras la escalada de tensión después de que el presidente encargado, Juan Guaidó, haya anunciado la "fase definitiva para el fin de la usurpación". El presidente de la Asamblea Nacional y proclamado presidente interino de Venezuela ha liberado al dirigente opositor Leopoldo López, en arresto domiciliario desde 2017, y ambos han animado sus seguidores a salir en masa a manifestarse contra Nicolás Maduro en Caracas dando pie a un nuevo y delicado episodio de la crisis política que arrastra el país sudamericano.

Además, el Ejecutivo español sigue muy de cerca la situación en y vela, "con todos los medios a su disposición, por garantizar la protección de la colectividad española así como de las empresas españolas", ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en un comunicado.

Exteriores ha precisado que la Embajada de España en Caracas y el Consulado General tienen activados los cauces de atención y protección a la colectividad española en Venezuela, que pueden recibir asistencia a través del teléfono de emergencia +584242090264 y las cuentas de twitter @MAECgob y @EmbEspVenezuela y @ConsEspCaracas. Los cauces de comunicación permanecerán abiertos para garantizar la información y la comunicación con los residentes españoles en Venezuela ante los movimientos militares que vive el país. La Embajada y el Consulado de España en Caracas han señalado también que están siguiendo de cerca la situación y "en contacto estrecho con la colectividad española", que es su "máxima prioridad", y con las empresas.

El ministro en funciones de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha adelantado que el Consulado español está cerrado al público provisionalmente, por motivos de seguridad y que se ha aconsejado a la colonia española máxima precaución y que no salgan de sus casas. Ya hace tiempo que Exteriores desaconseja viajar a Venezuela salvo por "razones de extrema necesidad" y evitar desplazamientos cuando se produzcan movilizaciones políticas. Hace tiempo que Exteriores desaconseja viajar a Venezuela salvo por "razones de extrema necesidad" y evitar desplazamientos cuando se produzcan movilizaciones políticas.

Las empresas españolas

Ante la crisis política, social y económica, las empresas extranjeras abogan por la estabilidad en el país caribeño, donde la superinflación y la caída del valor del bolívar está castigando sus intereses. Son muchas entidades las que se han ido de Venezuela, pero otras se han quedado, entre las que se encuentran filiales de empresas españolas. Estas superan las setenta según datos del Banco Central de Venezuela, que muestra una realidad nada positiva para Venezuela: prácticamente el único dinero que aportan estas empresas es la reinversión de sus ingresos. A la enorme inflación se le suma una divisa de nulo valor internacional, que hacen que no se tenga en cuenta ni repatriar estos beneficios, ni realizar nuevas inversiones.

Banco BBVA.

Uno de los casos más paradigmáticos es el de Telefónica. La operadora española compró en 2004 Telcel y es actualmente la segunda operadora de telefonía móvil del país con más de diez millones de usuarios. A pesar de los buenos datos, la hiperinflación ha llevado a que su cifra de negocio se desplomara entre enero y septiembre de 2018 a un 82 por ciento interanual y su resultado bruto de explotación en un 96,2 por ciento.

Por su parte, Repsol cuenta con más experiencia en Venezuela. Entró en 1993 en el negocio de la exploración y producción y gestiona varias explotaciones de crudo y gas, pero los graves problemas económicos están lastrando a la petrolera española. Apenas invierte y ya se empieza a retirar. Recientemente, su consejero delegado, Josu Jon Imaz, señaló que había reducido su exposición en Venezuela hasta los 920 millones de dólares, frente a los 1.700 de solo hace un año.

Los bancos españoles también han notado la crisis producida por el bolivarianismo, como así lo demuestran las dos mayores entidades bancarias. Hace diez años, en 2009, Santander y BBVA negociaron con el Ejecutivo de Hugo Chávez su continuidad en Venezuela. El primero, entonces con el fallecido Emilio Botín al frente, logró una solución no del todo amistosa pero más o menos aseada: la venta para su nacionalización por 755 millones de euros, 110 millones menos de lo que pedía. Aunque no consiguió toda la cantidad que solicitaba, la decisión fue la mejor que se pudo tomar.

BBVA, que opera a través de Banco Provincial, resistió el envite después de que Chávez, llamando por teléfono durante un programa de televisión en directo al presidente de la filial venezolana, Pedro Rodríguez, incluso amenazara con expropiarlo. Pero el coste por quedarse han sido pérdidas millonarias.

Mapfre, Acciona, Alcatel, Editorial Planeta, Santillana, Elecnor, Dragados, Duro Felguera, Hesperia o Meliá son otras de las empresas destacadas. Conocer el total de la inversión si es más difícil, debido a que los datos están desactualizados. En 2015 ascendían a 21.313 millones de euros, pero un año después esa cifra cayó a 1.381 debido fundamentalmente a los efectos contables de la devaluación cambiaría, actualmente se situarían alrededor de los 15.000 millones de euros.

Refinería de Repsol.

No solo caen las ventas, también lo hacen las exportaciones de España al país latinoamericano. Y con los graves problemas económicos, políticos y sociales, la tendencia es que cada vez se venda y se invierta menos.

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