29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

UGT, Fedico y CCOO quiere un aumento del 2% del salario y mejoras en los horarios de los trabajadores cuya plantilla se vio recortada en 2019

Mikhail Fridman sigue sin firmar el convenio con los sindicatos de DIA y crece el temor a un ERE

Supermercados DIA.
Supermercados DIA.
Los supermercados DIA, ahora bajo el control de Mikhail Fridman siguen en una situación complicada y de incertidumbre para sus trabajadores, tras no llegar aún a un acuerdo con los sindicatos para aprobar un convenio colectivo. Los empleados de al cadena temen que la empresa del magnate ruso opte por llevar a cabo un nuevo ERE. El pasado año la empresa sufrió dos y los sindicatos no actuaron de forma conjunto. Ahora se han unido para exigir mejoras para los trabajadores de DIA.

Corren malos tiempos para la cadena de supermercados DIA. El pasado 16 de enero la reunión de los representantes de la empresa y los sindicatos para cerrar el convenio colectivo. Tras ser adquirida la cadena por el fondo de inversiones Letterone controlado por el ruso Mikhail Fridman la renovación del convenio se alargó sine die.

Los sindicatos CCOO, UGT y Fetico rechazaron la propuesta de los nuevos propietarios de la cadena de supermercados. El motivo radicaba en la oferta económica del grupo de Fridman. Los representantes de los trabajadores exigen una subida del 2% en los sueldos para este 2020 así como la reducción de la jornada laboral que con el cambio de propietario se vio aumentada. También que trabajar domingos y festivos suponga, a cambio, una implementación de las mejoras.

Sin embargo, en el ánimo de muchos de los empleados de la cadena de supermercados está el miedo a que se repita de nuevo un ERE como los dos que Letterone llevó a cabo durante 2019. El primero acabó con 2.100 empleados en la calle y el segundo con 186. Durante estos expedientes de regulación de empleo los sindicatos no consiguieron una unión para negociar todos a una con los nuevos propietarios de DIA y conseguir un nuevo convenio colectivo. Fue Comisiones Obreras quien se desmarcó de las posiciones de UGT y Fetico. CCOO judicializó el asunto y, finalmente, la Audiencia Nacional dio la razón a Mikhail Fridman.

Mikhail Fridman. 

Para el magante ruso la adquisición de los supermercados no ha sido un negocio redondo. Lettorene, que tiene su sede en Luxemburgo un territorio fiscalmente más laxo que España, ha tenido que desembolsar mucho dinero desde el inicio cuando le costó varios millones la compra de acciones para luego poder realizar la OPA que le permitió hacerse con el control de la cadena.

El multimillonario ruso y máximo accionista de la cadena de supermercados DIA, aprovechó su posición de privilegio en Zed para forzar su insolvencia y poder hacerse con su control después a un “precio irrisorio” de 20 millones de euros, cantidad notablemente inferior a la del mercado. Así lo considera la Fiscalía Anticorrupción, que, a través de un escrito del fiscal José Grinda, asegura que el entramado societario controlado por Fridman llevó a cabo un “raid”, lo que se conoce en el entorno criminal como una absorción ilegal.

Hasta hace poco tiempo su relación con la cadena de supermercados era mínima, pero el multimillonario comenzó a hacerse con DIA hasta lograr controlar la mayor parte de sus acciones. Fue hace un año cuando adquirió el tres pòr ciento del Grupo Dia, a través de una de sus compañías, Letterone Investment Holdings.

En esta operación, Mikhail compró 18,7 millones de acciones valoradas en 97,05 millones de euros y después de esta inversión, el grupo de alimentación se disparó en bolsa. Estos días su nombre ha invadido la prensa económica después de que la cadena de supermercados se hundiera en bolsa y después de que el oligarca ruso se convirtiera en el principal accionista de DIA. Actualmente Mikhail ostenta el 29% de la cadena de supermercados.

Mikhail Fridman. 

Aunque el nombre de Fridman ha irrumpido de manera contundente en los medios españoles en estos últimos meses, no es la primera vez que el magnate ha dado que hablar en nuestro país. Así, hace quince años (2002) Mikhail era dueño de TNK, la compañía petrolera responsable de fletar el conocido Prestige. El barco petrolero se hundió frente a la costa gallega, provocando una de las peores catástrofes ambientales de la historia de este país. Su relación con el mundo del petróleo terminó cuando vendió su parte de TNK en 2012.

Del acero a ser uno de los hombres más ricos de Rusia

De este controvertido personaje se dice que comenzó su fortuna revendiendo entradas en la puerta de los teatros. “Hay que vivir allí donde está el dinero”, le gusta decir. Según publicó Serguéi Stepovói en el periódico Stringer, Mijail Fridman tiene todas las cualidades que hacen de él un típico oligarca ruso: "codicioso, cobarde, rencoroso, desconfiado, no cree en nadie, tiene tendencia a las depresiones y al suicidio, pero nunca muestra en público su mal estado de ánimo".

Fridman, de familia judía, nació en Ucrania, sin embargo, los destinos donde su vida le ha situado son muy variados y diversos. Desde Moscú, hasta Amsterdam, Hamburgo, París y Londres, donde reside actualmente.  Además de la nacionalidad ucraniana y rusa, también posee la israelí.

El magnate ruso llegó a formar parte a sus 38 años de la lista denominada “Los cuarenta más ricos con menos de 40 años”. Según la lista Forbes, su patrimonio actual está estimado en cerca de 11.300 millones de euros, siendo el segundo magnate ruso más rico del mundo

Es hijo de unos ingenieros con una vida acomodada, quienes tuvieron a Mikhail de forma tardía, pero eso no impidió que fuera querido y mimado. Durante su infancia, estuvo ingresado en el hospital por una circuncisión mal operada, razón por la cual, según cuentan, no siente especial simpatía por los judíos ortodoxos.

Supermercados DIA.

Se graduó en 1986 en el Instituto de Acero y Aleaciones de Moscú y, aunque trabajó durante dos años en una fábrica de la compañía Electrostal, la vocación del magnate iba más encaminada a ser jefe que a ser mandado. De esta manera, cuando el dirigente ruso Gorbachov permitió la apertura de cooperativas y negocios privados, Fridman supo aprovechar la ocasión y en 1988 fundó Alfa Foto, una empresa de venta de ordenadores, y Alfa Eko, dedicada productos como el azúcar, cigarrillos, té y tapices hechos a mano.

Las dos entidades conforman el conglomerado Alfa Group, donde se integra el mayor banco privado de Rusia, Alfa Bank y Alfa Capital, junto a un conjunto de empresas dedicadas a la fabricación de materiales de construcción.

“No quiero dejarles nada a mis hijos”

Según cuenta la revista Vanity Fair, Mikhail se casó en segundas nupcias con una compatriota, Olga, de la que ahora está ya divorciado. Con ella tuvo cuatro hijos: Laura, la mayor, se ha graduado en Yale, donde también estudia su segunda hija, Katerina. La más pequeña, Katia, vive en Moscú con su madre y el único chico, Alex, estudia en un internado en Kent.

Hace un año compró la mansión victoriana Athlone House, un edificio construido en 1872 en Londres y que sirvió de vivienda para algunos conocidos empresarios británicos. Se hizo con la compra de la casa por 65 millones de libras que pagó a una familia kuwaiti que pretendía derribarla y construir una vivienda el doble de grande ante la firme oposición de los vecinos.

Fridman ha pensado una reforma respetando la construcción original, aunque no ha renunciado a algunos detalles propios de millonarios, como lo es una piscina en el interior de la casa, una pista de tenis y una sala de fumadores.

Pero, a pesar de ser uno de los hombres rusos más ricos y poderosos, el mensaje que lanzó a sus hijos el año pasado sobre su herencia durante un discurso en el Club Forbes de Rusia fue, como mínimo, para asustarse: “Voy a donar toda mi fortuna a organizaciones benéficas. No quiero dejarles nada a mis hijos”.

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