25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

A finales del año 2020 cerca de 300.000 desempleados seguían sin percibir la prestación por la reducción de sus jornadas laborales

Nuevos problemas de los parados para cobrar del SEPE: Imposible pedir cita previa y atascos informáticos

Los problemas que acumulan los servicios administrativos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) siguen lejos de resolverse. Pedir cita, sobre todo en las principales ciudades de España, es tarea imposible, y los retrasos en los pagos y en las tramitaciones de los ERTE acusan las dificultades que sigue afrontando el organismo público en sus operaciones más habituales.

La falta de medios sigue siendo la causa principal de este colapso, que en las últimas semanas se ha visto acrecentado por los efectos del ciberataque sufrido a principios del mes marzo. De hecho, y según estiman los sindicatos, entre 80.000 y 150.000 personas con derecho a prestación por desempleo sufrirán retrasos en sus abonos. Se trata de desempleados que solicitaron las prestaciones durante los cuatro días en los que el ciberataque dejó el servicio totalmente inoperativo.

Este retraso en el pago no es homogéneo en todo el país, sino que el atasco de expedientes se da, sobre todo, en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Baleares, situación por la que el Ministerio de Trabajo puso en marcha un plan de choque que lograra sacar adelante todo el papeleo acumulado. Para ello, la Cartera que dirige Yolanda Díaz pidió voluntarios que fueran a trabajar el fin de semana. Pese a que los sistemas han empezado a recuperarse, acciones como la verificación de documentos o el traspaso de datos, que durante días se recogieron de forma manual, sumadas a las gestiones propias del día a día y a la atención al ciudadano, suponen una carga de trabajo que se acumula y que, por lo tanto, provoca los retrasos en el pago de algunas prestaciones.

Un hombre espera ante las oficinas del SEPE

No obstante, cabe destacar que quienes tramitaron una solicitud durante esos días críticos no son los únicos afectados por los problemas que el Sepe plantea a la hora de realizar los pagos. Según datos del Barómetro de los Gestores Administrativos, el año 2020 se cerró con 300.000 trabajadores que seguían sin percibir la prestación por ERTE. Una cifra a la que deben sumarse cerca de 500.000 trabajadores que a comienzos de este año continuaban sin ver subsanados los problemas en las liquidaciones correspondientes, como errores en el número de hijos, cobros superiores o inferiores a lo que les correspondía y una larga lista. En este sentido, los errores cometidos por el Servicio Público de Empleo Estatal pueden tener repercusiones para los contribuyentes a la hora de realizar la declaración de la renta, quienes tendrán que prestar especial atención a las cantidades percibidas por error y a si su regularización se ha producido o no.

 Tasas de intermediación insuficientes

La carga de trabajo, la escasez de plantilla, envejecida y sin reemplazo, y una tecnología obsoleta convierten al SEPE en un servicio desfasado que difícilmente puede saldar las necesidades de una población duramente golpeada por la situación laboral.

De hecho, según datos de la encuesta de población activa (EPA) que publica el Instituto Nacional de Estadística, solo un 2% de asalariados fueron contratados en 2020 gracias a la intermediación de las oficinas públicas de empleo. Una tasa de intermediación que es la misma que presentaron en 2019, una cifra escasa que, por lo tanto, no puede atribuirse a las consecuencias de la pandemia.

En total, 316.600 personas obtuvieron el año pasado un puesto de trabajo gracias a la intermediación de este organismo público. Un dato que contrasta con el registrado por las empresas de trabajo temporal, cuya cifra alcanzó las 561.000 personas en el año 2020, una tasa de intermediación del 3,5%, es decir, 1,5 puntos por encima de la registrada por el SEPE. Aun así, este porcentaje se ha reducido seis décimas respecto a 2019, cuando las ETT consiguieron empleo al 4,1% de los asalariados.

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