24 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Yolanda Díaz ha logrado un habilidoso 'triunfo' que ha irritado a Pablo Casado, huérfano de empresarios que le apoyen

La 'reforma laboral' que no fue: PSOE y Podemos incumplen su acuerdo programático

/ Garamendi y Díaz
El PSOE y Unidas Podemos presentaron en víspera de Nochebuena un acuerdo con la patronal y los principales sindicatos. Esta supuesta 'reforma laboral' incumple los programas electorales de ambos partidos y también su acuerdo programático. Pero Yolanda Díaz ha logrado el 'triunfo estético' que pretendía.

La habilidad de la política mejor valorada de España, Yolanda Díaz, ha quedado fuera de toda duda después de haber logrado acordar en la víspera de Nochebuena una supuesta 'reforma laboral' con PSOE, los principales sindicatos y la patronal CEOE.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, ministra de Trabajo, líder del futuro 'Frente amplio' y militante del PCE, ha conseguido volver a romper clichés tras cerrar un acuerdo con Antonio Garamendi para enfado de Génova 13, donde siguen atónitos al ver cómo hasta Mariano Rajoy y Fátima Báñez bendicen los cambios.

Pablo Casado pretendía que el empresariado español le regalase una alfombra de rosas para sacar de La Moncloa al que llaman 'Gobierno socialcomunista'. Pero Yolanda Díaz les ha roto esquemas. Eso sí, a costa de incumplir su programa electoral.

ELA se rebela

La Moncloa podrá poner coto a los contratos laborales. Fuentes gubernamentales admiten que este hecho es "tan cierto como que no se van a recuperar los derechos laborales anteriores a 2011" a pesar que PSOE y Unidas Podemos se comprometieron a hacerlo. Y las mismas fuentes explican que estos cambios legislativos no limarán los aspectos "más lesivos de la reforma del PP".

El sindicato vasco-navarro ELA asegura que "la patronal CEOE ha logrado imponer su veto al Gobierno de Sánchez, CCOO y UGT para que sigan vigentes los aspectos más lesivos de las reformas de Zapatero y Rajoy (2010 y 2012), como la facilidad para seguir realizando despidos y su posición de ventaja para negociar los convenios (prevaleciendo el marco estatal, lo que acarrea condiciones laborales de miseria)".

La central sindical recuerda que "en un contexto de una fuerte crisis económica, las reformas de Zapatero y Rajoy se utilizaron para dar más poder a las empresas y la patronal. Aquellos gobiernos desregularon la normativa laboral para facilitar el despido individual y colectivo, aumentar la precariedad laboral y bajar los salarios mediante las modificaciones de la negociación colectiva, y ello aumentó aún más el desequilibrio existente".

Unai Sordo y Pepe Álvarez, líderes de CCOO y UGT respectivamente. 

"La patronal reconoció entonces que había obtenido más de lo que preveía. Por desgracia hoy también tiene motivos para la alegría, al haber mantenido sin cambios cuestiones tan importantes como la facilidad del despido y su posición de ventaja en la negociación colectiva", añaden.

ELA ya había denunciado que el diálogo social era una coartada para no derogar las reformas. "Tomando en cuenta que las empresas contaban con una ley laboral que le otorga numerosas ventajas, era falso, como se ha comprobado, que la reforma laboral pudiese derogarse con acuerdo de la patronal", advierten.

El sindicato asegura que "la propia ministra Yolanda Díaz ha quedado en evidencia, ya que ha sostenido hasta el último momento su compromiso para derogar la reforma laboral, algo que ha incumplido". Y recuerda "el efecto tan negativo que tienen entre la clase trabajadora cuestiones como los ERE o la centralización de la negociación colectiva".

Triunfalismo gubernamental

Desde los aledaños de Unidas Podemos han repetido el triunfalismo que proyectaron cuando dieron luz verde al Ingreso Mínimo Vital, que luego ha sido imposible de cobrar para cientos de miles de españoles por su errático diseño.

IU asegura que es "un gran paso adelante", el PCE habla de "acuerdo histórico" y CCOO ha aceptado firmar una nota conjunta con la UGT en la que dicen que los españoles "ganamos derechos". En realidad, detrás de esta visión optimista podría encontrarse el interés de la izquierda transformadora de vender una imagen victoriosa de Yolanda Díaz, que ahora asegura que la reforma laboral no se podía derogar.

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