16 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El fallo considera que el tipo de interés del 27 por ciento puede ser considerado usura tratándose de tarjetas

Por qué la sentencia del Tribunal Supremo sobre tarjetas revolving no es tan positiva para el cliente

Las tarjetas de WiZink.
Las tarjetas de WiZink.
Aunque la sentencia emitida este pasado miércoles 4 de marzo considerando el tipo de interés del 27% que cobraba WiZink a un cliente por su tarjeta de crédito como usura sea un triunfo para el consumidor, se puede hablar de una victoria pírrica. Y lo es porque el Tribunal Supremo a la hora de evaluar este producto financiero se ha quedado en la forma (tarjeta) que en el fondo de este producto, una forma de préstamo.

La sentencia del Tribunal Supremo señala que, a la hora de comparar tipos de interés medios y considerarlos usura o no, el Alto Tribunal lo hace por lo que considera “su categoría”, tarjetas, y no como un crédito al consumo. 

La diferencia es enorme. Si nos atenemos a los últimos datos sobre intereses medios que ha publicado el Banco de España, que corresponden al mes de diciembre de 2019, el tipo medio de las tarjetas de crédito es del 19,67% mientras que el de préstamos al consumo de 1 a 5 años es un 7,72% y el ponderado a todos los plazos un 7,91%.

¿Qué significa esto? Pues la sentencia del Supremo si ha considerado como usura que WiZink cobrara más de un 7% de diferencia con respecto al tipo medio, pero, por ejemplo, si se reduce a un 22% (un 2% más) es muy probable que muchos juzgados no acepten ese argumento y consideren que pequeñas diferencias son asumibles, son razones de mercado.

Razones para que una revolving se considere con el fondo

El problema es que en esa media de tarjetas si se consideran productos que son muy diferentes a tarjetas revolving, ya que una tarjeta de crédito clásica que te de un banco con un límite mensual de 1.200 o 1.500 euros tiene fines muy distintos a una revolving con un límite de 8.000 euros o más como se comercializan la mayoría.

En el primero, si estaríamos hablando de un medio de pago con la facilidad de poder fraccionar alguna compra y en la revolving de un medio de financiación. De hecho, en estas tarjetas se “incita” constantemente al cliente para que ingrese dinero en efectivo en su cuenta a cargo de su saldo, es decir, su uso es el de un préstamo y así debería entenderse. 

Tribunal Supremo.

Lo que si queda claro en esta sentencia es el varapalo a la falta de transparencia. El problema de las revolving no es solo su interés abusivo, también que se incita a que se pague en cuotas muy bajas. La combinación de interés alto y cuota baja es multiplicar su coste. Pagar 30 euros al mes en una tarjeta WiZink por una deuda de 1.000 euros significa tardar más de seis años en pagar la deuda y que los intereses acumulados sean superiores al capital, a esos 1.000 euros financiados. 

En definitiva es necesario que las tarjetas revolving sean consideradas como préstamos porque es su principal modus operandi y que además se legisle para que a la hora de comercializar estos productos de riesgo que multiplican el endeudamiento de las familias sea de forma clara, conociendo toda su problemática.

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