18 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Dos jovenes emprendedores españoles preparan una producción "especial" y “única” de ibéricos en Texas, con cerdos importados desde nuestro país

La Guerra del Jamón Ibérico: Los empresarios españoles contra el proyecto de producción en EEUU

Producción en Texas
Producción en Texas
El jamón de pata negra es uno de los sellos de identidad española más conocidos en todo el mundo. Este símbolo íbero, hasta ahora sin competencia, deberá enfrentar el proceso de globalización. Dos empresas basadas en los Estados Unidos comienzan a ganar terreno en el mundo del jamón ibérico bajo la denominación “Ibericus Meat”. Los cerdos criados en Texas y Georgia son importados desde nuestro país y comen cacahuetes y nueces.

Sergio Marsal y Manuel Murga, barcelonés y sevillano respectivamente. Son los responsables y fundadores de Acornseekers, una empresa de carne de cerdo basada en Flatonia, Texas. Estos dos españoles se mudaron hace varios años a norteamerica dónde establecieron una granja de cría de cerdos de pata negra alimentados por bellotas.

Actualmente, Acornseekers cuenta con hasta 3.000 ejemplares en varios espacios de Texas y vende a diversos restaurantes su “Ibericus Meat”, o “carne ibérica” en español.

Por su parte, Iberian Pastures, una empresa fundada por los latinoamericanos Will Harris y Jaime y Kurt Orioly con sede en el estado de Georgia también entró hace un tiempo al juego del jamón ibérico americano.

Jamón de Acornseekers.

Hace aproximadamente tres años, varios especímenes de pata negra fueron trasladados en avión desde la granja extremeña de Cobacha, hasta las White Oak Pastures para comenzar una producción georgiana de jamón ibérico. El producto salió a la venta hace unos 12 meses.

Aunque la producción estadounidense ha suscitado cierto recelo entre los productores españoles, lo cierto es que ni el sabor, ni la textura, ni el color es el mismo. De hecho, aunque son la misma variedad de cerdo, los animales criados en Estados Unidos son alimentados con nueces, cacahuetes y semillas de girasol, por lo que no llevan la categorización “de bellota”.

Una producción polémica

El jamón ibérico es de difícil producción, no cualquiera sabe criar y alimentar a los especímenes para lograr esta exquisitez. Los cerdos deben comer en los espacios de la Dehesa española o portuguesa durante sus últimos años de vida y su dieta debe limitarse a las bellotas que caen de los árboles.

Es su dieta rica en este fruto lo que permite la textura y el acabado graso en los cortes del jamón. Además, el proceso de curación de la pata debe ser de al menos 36 meses.

Aunque no muy difícil de imitar el procedimiento de curación, las propiedades de los alimentos de la región de la dehesa convierten al producto en algo inimitable. Esto lo saben los productores americanos que han optado por cambiar el nombre al producto.

No obstante, la nueva categorización no ha gustado para nada a la industria jamonera de España. En una entrevista para el diario The Guardian, el consultor industrial Constantino Martínez aseguró que se trata de un reto para la producción española, “somos una nación de idiotas que han regalado nuestra herencia”.

“El verdadero objetivo es acceder al mercado estadounidense en mejores condiciones y a mejores precios que los productores españoles”, explica el experto. Las recientes tensiones entre la Unión Europea y Estados Unidos y el distanciamiento de Madrid de Wahington se han saldado con un aumento de los aranceles a productos españoles como el jamón o el aceite de oliva, muy cotizados en el mercado estadounidense.

Constantino asegura al medio inglés, que las nuevas industrias de producción en Texas y Georgia podrían expandirse hasta acaparar el mercado latino y asiático, claves en el comercio internacional de jamón ibérico.

Desde elcierredigital.com hemos intentado contactar con las dos empresas americanas para conocer más sobre el proyecto, pero hasta el momento no hemos recibido respuesta.

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