20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

"Si hubiera Policía Local vigilando los desórdenes de la calle en Punta Ballena, seguiríamos abiertos en Mallorca", asegura

Juan Rodríguez, portavoz de los locales de ocio de Magaluf: "Estamos en una Dictadura a golpe de pandemia"

Juan Rodriguez, sobre Magaluf.
Juan Rodriguez, sobre Magaluf.
Juan Rodríguez es el rostro que defiende al sector de la noche de Magaluf (Mallorca) por la que pasan 3 millones de personas todos los veranos. Tras el cierre de todos los locales, este joven dirige las protestas contra las distintas administraciones. Ha sido camarero y encargado de una veintena de locales emblemáticos y pertenece a una familia que tuvo mucha influencia en el PSIB-PSOE. Denunciar la situación del sector le ha costado amenazas por escrito con anónimos en su coche.

Juan Rodríguez ha trabajado durante casi 20 años en la noche de Magaluf. Ahora es la voz de empresarios y trabajadores en un momento crítico para cerca de 1.000 familias. Tiene 36 años, 4 hijos y 301 euros en la cuenta. El cierre de Punta Ballena que ha dejado a 700 trabajadores sin ERTE en mitad de una temporada calamitosa, le ha llevado a dar un paso al frente para defender la reapertura de estos establecimientos y asevera que van a presentar batalla en todas las instancias posibles.

Ha solicitado una entrevista con el Alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez después de que les negara asistir al pleno de la semana pasada y asegura que van a pedirle que asuma los gastos que ha ocasionado el cierre de todos los locales para los que ha dejado una temporada sin ingresos y sin posibilidad de negocio hasta abril de 2021. En una primera valoración, el portavoz de Punta Ballena habla de 10 millones de euros.

Tras el cierre de los bares de Punta Ballena a mediados de julio, ordenado por el Govern Balear y apoyado por el Alcalde de Calviá, Alfonso Rodríguez, los artífices de la noche magalufense se manifestaron para pedir la dimisión de Natividad Francés, la concejala responsable de la Policía Local. Defienden que los altercados por los que se ordenó el cierre son responsabilidad de quien debe mantener el orden en la calle ya que los hechos se produjeron a las dos y media de la madrugada cuando los bares ya habían cerrado sus puertas al público.

“Dictadura a Golpe de Pandemia”

“La culpa es la incompetencia de Natividad Frances. Si hubiera Policía Local vigilando los desórdenes de la calle, Punta Ballena seguiría abierto”. El portavoz aclara: “Las imágenes que se difundieron de jóvenes descontrolados pudieron ser por encargo porque por esas imágenes ha caído todo. Dictadura a golpe de pandemia.”

Juan Rodríguez. 

Juan afirma que Magaluf siempre ha generado muchas Fake news ya que “los medios han sacado grabaciones que, en ocasiones, tenían más de 5 años como si fuesen de ese verano en concreto”. Denuncia “bullyng mediático” y dice con ironía: “Nos achacan ser la meca del balconing, ¿Sólo se caen aquí los turistas borrachos? Cada verano pasan 3 millones de visitantes, no pasan tantas cosas como nos atribuyen si piensas en la proporción de personas frente a los altercados que se producen”.

Lamenta que no se valore “el esfuerzo de muchos locales que renunciaron a servir barra libre, aumentaron la calidad e hicieron reformas el año pasado”. Dice que los verdaderos enemigos de la seguridad en la noche de Magaluf son las mafias senegalesas. “Son los que venden droga en las esquinas. He sido testigo directo de cómo ocultaban la droga y como operaban. Hablé con la Policía para denunciarles, pero les pedí que respetasen mi anonimato. A los dos días, lo sabían los camellos”. Juan argumenta: “Luego acusan a los bares de Magaluf de vender droga. Son los camellos los que esperan a los turistas a la salida de los hoteles y en las esquinas de nuestros negocios. Son temporeros al igual que las ladronas que ofrecen servicios sexuales cuando ven a un turista borracho, los engatusan y luego les despluman con violencia. Todos residen en la barriada de Son Gotleu de Palma, el mercado de la droga”.

Juan Rodríguez se indigna ante la impunidad con la que actúan y reclama que Calviá tenga Policía Nacional “para limpiar toda la corrupción que hay. Y no me lo invento, hay casos donde hay imputados miembros de la Policía Local que se están juzgando. Aquí hace falta la Policía Nacional y un Juzgado de Guardia”.

Los desfases permitidos a los ricos

El portavoz de los locales de Punta Ballena se indigna ante el “agravio comparativo” que las autoridades inflingen al permitir otros negocios en Magaluf cuando hay una pandemia. “Dejan las fiestas en Nikki Beach, el club de la playa donde hay desmadres, pero es para los ricos. Allí cuesta 20 mil euros una botella de champán y se les puede ver de fiesta sin distancias de seguridad, desfasando. O las fiestas que se montan en los barcos atracados delante mismo”.

Juan Rodríguez es fiel al tatuaje que lleva inscrito: “Si luchas, puedes perder. Si no luchas, estás perdido”. Se ha convertido en la figura de consenso para empresarios y trabajadores de los distintos locales, otros veranos enfrentados por diversos intereses y que, ante la urgencia de la situación, han decidido presentar batalla conjuntamente.

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