Sorpresa de la Seguridad Social a los que han hecho la mili: ojo a la pensión
Un año de servicio militar obligatorio puede marcar la diferencia en tu pensión de jubilación, pero solo de esta manera
A pesar de que la mili se abolió en diciembre 2001, sigue siendo un tema relevante para muchos. Para los nacidos entre 1946 y 1964, esta experiencia podría ser más que un recuerdo del pasado. Pero podría influir en su futuro, concretamente en el cálculo de su pensión de jubilación.
El valor de la mili en la jubilación
Durante muchos años, el servicio militar obligatorio fue un deber ineludible para los hombres en España. Las mujeres también tuvieron que cumplir con ciertas obligaciones, aunque más enfocadas en áreas de cuidado y asistencia. Este servicio, que comenzó durando hasta dos años, se fue reduciendo progresivamente hasta alcanzar los nueve meses en sus últimos años de vigencia.
En ese tiempo, los jóvenes que cumplían con la mili se veían fuera del mercado laboral. Algo que significaba que no cotizaban a la Seguridad Social. Esta falta de cotización ha sido, durante años, una preocupación para quienes ahora se acercan a la edad de jubilación.
Sin embargo, la Seguridad Social permite que esos meses de servicio militar puedan contabilizarse. Y pueden usarse para alcanzar el periodo de cotización necesario en ciertos casos de jubilación anticipada.
¿Qué dice la Seguridad Social sobre la mili?
Según la normativa vigente, el período de servicio militar obligatorio puede computarse para alcanzar el período mínimo de cotización en casos de jubilación anticipada. Ya sea voluntaria o involuntaria. Este cómputo, sin embargo, tiene un límite máximo de un año.
Por ejemplo, para jubilarse anticipadamente en 2024, se requiere haber cotizado un mínimo de 35 años. De los cuales al menos dos deben haberse acumulado en los últimos 15 años previos a la jubilación. Aquí es donde la mili entra en juego: este tiempo de servicio puede añadirse para alcanzar el periodo de cotización necesario, siempre que no exceda de un año.
Cómo hacer valer la mili en la Seguridad Social
Para que el tiempo de servicio militar se tenga en cuenta en el cálculo de la pensión, es necesario seguir un procedimiento específico. Lo primero que se debe hacer es obtener un certificado para el cómputo de cotizaciones. Este documento se solicita en la Delegación del Ministerio de Defensa de la provincia donde residía el interesado cuando se incorporó al servicio militar.
Para obtener este certificado, el interesado deberá enviar una solicitud junto con una copia de su DNI y la cartilla militar. Una vez obtenido, este certificado debe ser presentado ante la Seguridad Social para que el tiempo de mili sea añadido a la vida laboral.
Es importante destacar que no solo los hombres que realizaron la mili pueden beneficiarse de este reconocimiento. Aquellos que optaron por la prestación social sustitutoria, o las mujeres que realizaron el servicio social femenino, también pueden solicitar el cómputo de ese tiempo. Con las mismas condiciones de un máximo de un año.
Excepciones y consideraciones especiales
Hasta 2021, el servicio social femenino no tenía la misma consideración que la mili. Esto generaba una notable desigualdad en el reconocimiento de este tiempo de servicio.
No obstante, tras varias sentencias y reformas en el sistema de pensiones, se ha conseguido que este tiempo también sea reconocido. Sin embargo, al igual que con la mili, solo se computa para la jubilación anticipada y con un límite de un año.
Existen situaciones excepcionales en las que el tiempo de servicio militar podría contar incluso para la jubilación ordinaria. Esto ocurre cuando se ha acreditado un período de servicio superior al obligatorio en la época correspondiente.
Si un hombre decidió prolongar su servicio militar o realizó más tiempo del que le correspondía, este excedente podría ser considerado para la pensión. No obstante, para que esto sea posible, es necesario contar con la autorización de los organismos responsables de la gestión de pensiones.
En definitiva, la mili puede tener un impacto real y positivo en la vida de aquellos que están planeando su jubilación. Y es un recurso que no se debe pasar por alto.
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