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Una mujer con expresión de sorpresa sostiene sus gafas frente a un edificio del Instituto Nacional de Seguridad.
ECONOMÍA

La Seguridad Social da un jarro de agua fría a muchas empresas: hay que pagar más

Existe un nuevo recargo que deberán afrontar algunas empresas, el cual ha sido bautizado como “cuota de solidaridad”

Ser empresario en España no es fácil. Muchas pymes ya están al límite por la carga de impuestos, tasas y cotizaciones sociales. Y por si esto fuera poco, a partir del próximo año, estas empresas se enfrentarán una nueva obligación.

La Seguridad Social ha advertido que las empresas con empleados que perciban salarios superiores a 60.000 euros brutos anuales deberán abonar un nuevo recargo. Este aumento no es una medida temporal, sino que se prolongará en el tiempo, con un incremento progresivo hasta alcanzar el 7% en 2045.

Vista exterior de unas oficinas de la Seguridad Social
La Seguridad Social alerta de un nuevo coste que tendrán que afrontar algunas empresas | Seguridad Social

La Seguridad Social alerta de un nuevo coste que tendrán que afrontar las empresas en 2025

El recargo ha sido denominado cuota de solidaridad y, aunque aún no es del todo claro cómo impactará a corto plazo, los expertos ya lo califican como “un nuevo impuesto encubierto”. Esta cuota no estará vinculada directamente a futuras prestaciones, lo que ha generado críticas entre los especialistas y empresarios. Es decir, las empresas deberán asumir este pago sin que los empleados vean mejoras en sus pensiones o coberturas de la Seguridad Social.

La medida se aplicará a cualquier salario que exceda los 60.000 euros anuales. Una medida que afectará principalmente a sectores con profesionales altamente cualificados, como la tecnología, la ingeniería y las finanzas.

Las pymes, que suelen tener menos margen de maniobra para absorber estos costes adicionales, serán las más perjudicadas. Según lo estipulado, este recargo comenzará a aplicarse el próximo año y aumentará progresivamente durante más de dos décadas, hasta alcanzar ese 7% en 2045.

Para muchas pequeñas y medianas empresas, este nuevo coste será una carga significativa, especialmente en un contexto económico ya de por sí complicado. Las pymes, que constituyen la mayor parte del tejido empresarial español, ya deben lidiar con dificultades para contratar y retener talento. Ahora, la implementación de la cuota de solidaridad podría complicar aún más esta tarea.

Un hombre mayor con gafas y camisa azul, sosteniendo un bolígrafo, con billetes de euro y un cartel del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de fondo.
Para muchas pequeñas y medianas empresas, este nuevo coste será una carga significativa | Seguridad Social, Studioroman, Getty Images, Rallef

Los empresarios no solo tendrán que hacer frente a este recargo, sino que también deberán adaptarse a un entorno cada vez más costoso. Con la inflación elevando el precio de los suministros y servicios, y ahora con una mayor presión fiscal, muchas empresas temen que sus márgenes de beneficio se reduzcan aún más. Los expertos señalan que este recargo podría disuadir a las empresas de ofrecer salarios más competitivos, lo que a su vez podría tener un impacto negativo en la competitividad del país.

Un “impuesto encubierto”

Aunque la cuota de solidaridad no se ha etiquetado formalmente como un impuesto, muchos la perciben de esta manera. Los especialistas lo califican como un “impuesto encubierto”, ya que no ofrece a los empleados un retorno tangible en forma de mejores prestaciones o mayores coberturas por parte de la Seguridad Social.

A pesar de que su nombre sugiere una contribución con fines solidarios, lo cierto es que las empresas deberán pagar sin recibir nada a cambio. Simplemente con la obligación de cumplir con una nueva normativa. Los trabajadores cuyos salarios excedan el umbral de los 60.000 euros seguirán recibiendo las mismas prestaciones, sin mejoras adicionales por el nuevo pago que sus empleadores tendrán que asumir.

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