Esta es la pensión que no requiere cotización: más de 7.000 euros asegurados
Obtén más de 7.000 euros al año sin haber cotizado gracias a la pensión no contributiva para mayores de 65 años
Para las personas mayores que no han cotizado o no cumplen con los requisitos de la pensión contributiva, existe una alternativa. Se trata de la pensión no contributiva, gestionada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
Este beneficio está diseñado para quienes tienen 65 años o más y se encuentran en estado de necesidad, garantizando una ayuda económica anual que, en 2024, alcanza los 7.250,60 euros. Además de la prestación económica, quienes acceden a esta pensión también disfrutan de asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios.
Requisitos para acceder a la pensión no contributiva
A diferencia de las pensiones contributivas que exigen haber cotizado durante un mínimo de 15 años, la pensión no contributiva no requiere historial de cotización. Sin embargo, sí es necesario cumplir con ciertas condiciones sencillas.
Para optar a esta ayuda, es fundamental tener al menos 65 años y residir en España por un período de 10 años. Dentro de ese lapso, al menos 2 años deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud de la pensión.
Otro requisito clave es no disponer de ingresos suficientes. En 2024, el límite para poder recibir la pensión es de 7.250,60 euros anuales.
Si los ingresos personales son inferiores a esta cantidad, se evaluarán los ingresos de los familiares con los que convive el solicitante. De esta forma, se busca garantizar que el beneficiario realmente necesita la ayuda para cubrir sus gastos básicos.
¿Cuánto se recibe por la pensión no contributiva?
La pensión no contributiva en 2024 ha experimentado una subida del 6,9%, lo que la sitúa en 7.250,60 euros anuales. Esta cantidad se abona en 12 mensualidades, más dos pagas extraordinarias de 517,90 euros. De este modo, quienes accedan a esta pensión pueden asegurarse un ingreso mensual que les permita cubrir sus necesidades más urgentes.
Además, la cuantía de la pensión puede variar en función del número de personas que vivan en el domicilio y de los ingresos totales de la unidad familiar. Si, por ejemplo, se convive con más familiares y sus ingresos superan ciertos límites, la cuantía de la pensión se ajusta.
En el caso más extremo, la pensión puede llegar a reducirse hasta el 25% de la cuantía total, es decir, 1.812,65 euros al año. Esto se traduce en 14 pagas de 129,48 euros, lo que garantiza que incluso en los casos más modestos, el beneficiario reciba un ingreso.
Cómo solicitar la pensión no contributiva
El proceso para solicitar la pensión no contributiva es relativamente sencillo. Se puede realizar a través del IMSERSO o en las oficinas de la Seguridad Social. El solicitante debe presentar la documentación necesaria que acredite su edad, su residencia en España y sus ingresos o los de su unidad de convivencia.
Una vez revisada la solicitud, se determinará si la persona cumple con los requisitos establecidos. Y, en caso afirmativo, se procederá al pago de la pensión.
Si bien no se requiere haber cotizado, es fundamental que el solicitante cumpla con los demás requisitos, ya que la pensión está diseñada para ayudar a quienes realmente lo necesitan.
La pensión no contributiva es una opción vital para aquellos que, por diferentes circunstancias, no han podido cotizar lo suficiente durante su vida laboral. Gracias a esta prestación, las personas mayores pueden acceder a más de 7.000 euros anuales.
Además de contar con asistencia médica y servicios complementarios que mejoran su bienestar. Es una medida de apoyo que garantiza que nadie quede desprotegido en su jubilación, independientemente de su historial laboral.
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