El núcleo duro de Indra da a Marc Murtra poderes ejecutivos

Pasar de poco más de 4.300 millones de euros de facturación a rebasar los 10.000 millones de volumen de negocio en 2030. Este es el horizonte con el que sueña la empresa tecnológica y especializada en seguridad Indra, que esta semana ha otorgado labores ejecutivas al que en los últimos tres años ha ejercido como  presidente con tareas 'simplemente' representativas, Marc Murtra. 

El directivo catalán no ve mejorado su sueldo, que en 2023 fue de 603.000 euros (lo cual se considera muy bajo para una compañía de este tamaño), pero a cambio recibe galones que le permitirán "una mayor dedicación tanto a los aspectos corporativos como a la apertura de relaciones en las geografías en las que actualmente la Compañía no tiene presencia, así como a la interlocución con las administraciones públicas, gobiernos y organizaciones internacionales que el posicionamiento de Indra en el mercado de Defensa requiere en el contexto geopolítico actual".

"Quiero agradecer al Consejo de Administración su confianza en mí para desarrollar  funciones ejecutivas en el ámbito corporativo que nos permitan mejorar nuestra interlocución con diferentes 'stakeholders' estratégicos  para el futuro de la compañía. Estamos ante una  nueva era en Indra, que se caracteriza por el crecimiento y la expansión bajo el impulso de nuestro Plan Estratégico", dice el 'ascendido'. 

El consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, asegura estar encantado pese a ceder funciones: "Después de un año en Indra y tras un profundo análisis de la compañía, y con el objetivo de centrar todos mis esfuerzos en la implementación del Plan Estratégico Leading the Future, el presidente Murtra y yo hemos propuesto reforzar sus funciones en el ámbito corporativo".

La intención del Plan Estratégico, recién presentado y conocido como Leading the Future (Liderando el futuro), es convertir a Indra "en la multinacional española de referencia en defensa y aeroespacioy en tecnologías digitales avanzadas", señala Murtra. 

Que asegura que "algunos países vecinos, como Reino Unido, Italia y Francia ya han ejecutado esta visión, consolidando su sector de defensa y aeroespacial bajo sus propios campeones nacionales a través de un proceso que los ha llevado más de una década.  Este proceso es crucial para reforzar la autonomía estratégica en España e Indra aspira a liderar el ecosistema nacional en menos de 10 años".

Los objetivos de Indra son "acelerar la transición para ser la referencia nacional multidominio en defensa", convertirse "en el líder global de gestión de tráfico aéreo, ATM (Air Traffic Managenent), escalando su posición en Norteamérica y Asia Pacífico", y ser "el coordinador del ecosistema de tecnología y servicios avanzados en la industria europea y de Latinoamérica, fomentando el desarrollo de las más avanzadas tecnologías digitales en ámbitos como Inteligencia Artificial, cloud, y ciberseguridad".

Cierto es que el golpe de timón socialista en la estratégica fue muy mal recibido por los inversores, que propinaron una cornada bursátil del 15% a esta compañía, de la que fueron cesados cuatro consejeros 'rebeldes': Alberto Terol, Ana de Pro, Enrique de Leyva y Carmen Aquerreta. A estas caídas se les sumaron la no renovación de Isabel Torremocha y la dimisión de Silvia Iranzo. Cabe recordar que en el consejo se sientan representando a SEPI el exministro socialista Miguel Sebastián y los exdiputados socialistas Antonio Cuevas y Juan Moscoso. Ellos ayudaron a otorgar labores ejecutivas a Marc Murtra.

Murtra, ligado al PSC, cuenta con el apoyo de Sapa Palencia  (liderada por el nuevo consejero dominical Jokin Aperribay, tercer accionista de Indra, cercano al PNV y presidente de la Real Sociedad)  y Amber Capital  (primer accionista de Prisa).

Murtra preside Indra desde 2021 tras sustituir a Fernando Abril-Martorell, que no gozaba de la plena confianza del Gobierno de España. No hay que olvidar que Abril-Martorell accedió al cargo en 2015 tras otra maniobra gubernamental, en este caso liderada por el PP. Por aquel entonces, el ministro de Defensa Pedro Morenés consiguió tumbar a Javier Monzón, presidente de Indra desde la fundación de la empresa en 1992. Monzón, que luego presidiría Prisa con la ayuda del Banco Santander, se había mantenido al frente de la tecnológica bajo los gobiernos de Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.

Indra  también sopesa qué movimientos tomar después de que sus ingresos crecieran en 2023 un 13% respecto al año anterior y alcanzaron los 4.343 millones de euros. Y una de las posibles medidas a tomar es estudiar la compra del operador de satélites Hispasat, presidida por el exministro Pedro Duque y también férreamente controlado por el Gobierno.

Hispasat, que tiene un volumen de negocio de alrededor de 20 veces menos que Indra, está dentro de las posibilidades de compra de Indra, tal y como señaló hace unos días el consejero delegado José Vicente de los Mozos. 

El directivo señaló que los números de 2023 "demuestran la situación fuerte de la compañía, lo cual nos va a permitir establecer una base sólida para nuestro plan estratégico Leading The Future, que será el punto de partida para un futuro de crecimiento constante de Indra". 

Murtra, por su parte, afirma que "durante 2023 los ámbitos de defensa y tecnología han continuado creciendo y nosotros hemos realizado un  importante esfuerzo de mejora continua en el trabajo que realizamos para nuestros clientes. Creemos que  tenemos un gran punto de partida para nuestro nuevo Plan Estratégico".