El truco definitivo para aumentar tu pensión: solo para estos españoles
Sigue trabajando y cobrando tu pensión: descubre cuál es la mejor opción según tu perfil, cuando quieres seguir activo
Si has llegado a la edad de jubilación pero no quieres abandonar por completo tu vida laboral, tienes opciones interesantes. Especialmente si quieres compatibilizar tu pensión con el trabajo.
La Seguridad Social ofrece dos modalidades: la jubilación activa y la jubilación flexible. Aunque son similares, presentan diferencias clave que podrían hacer que una de ellas sea más adecuada para ti. Aquí te las explicamos para que elijas la que mejor se adapta a tus necesidades.
¿Qué diferencia a la jubilación activa de la jubilación flexible?
La principal diferencia entre ambas opciones radica en cómo se combinan la pensión y la actividad laboral. En ambos casos, puedes seguir trabajando tras la jubilación, pero con matices que afectan a tus ingresos y condiciones. Dependiendo de tu situación laboral, una de estas alternativas puede ser más ventajosa.
Cada vez más personas deciden seguir trabajando tras alcanzar la edad de jubilación. Es una forma de generar ingresos adicionales sin renunciar a la pensión.
Sin embargo, elegir entre la jubilación activa y la flexible depende de varios factores. Por ejemplo, la naturaleza de tu trabajo y tu capacidad para reducir la jornada o mantenerla completa.
Qué es la jubilación activa
La jubilación activa, también conocida como “envejecimiento activo”, te permite combinar tu pensión con un empleo, ya sea a tiempo parcial o completo. Según la Seguridad Social, puedes acogerte a esta opción siempre que hayas alcanzado la edad ordinaria de jubilación y estés cobrando el 100 % de la base reguladora de tu pensión.
Uno de los puntos clave de la jubilación activa es que, si decides trabajar mientras cobras la pensión, la cantidad de tu prestación se reduce al 50 %. No obstante, si trabajas por cuenta propia y tienes empleados contratados, podrías seguir cobrando el 100 % de tu pensión.
Otro detalle importante es que solo puedes optar por ella si te jubilas al menos un año después de cumplir la edad ordinaria de jubilación. Es una alternativa interesante si quieres mantener tu actividad laboral sin renunciar por completo a tu pensión.
Qué es la jubilación flexible
Por otro lado, la jubilación flexible te permite compatibilizar tu pensión con un trabajo a tiempo parcial. Siempre que reduzcas tu jornada entre un 25 % y un 50 % respecto a la de un trabajador a tiempo completo. La Seguridad Social ajustará la cuantía de tu pensión en proporción a la reducción de la jornada.
Una ventaja es que las cotizaciones que realices durante el periodo de jubilación flexible se sumarán a tu futura pensión cuando ceses tu actividad laboral. Esto significa que puedes seguir acumulando beneficios para tu pensión mientras disfrutas de una jornada más reducida.
¿Cuál es la opción que más te conviene?
La decisión entre jubilación activa y flexible depende de tu perfil y necesidades. Si prefieres seguir trabajando de manera más intensa y mantener tu jornada completa, la jubilación activa puede ser más adecuada. Pero si buscas reducir tus horas de trabajo pero seguir aportando cotizaciones para mejorar tu pensión futura, la jubilación flexible podría ser la mejor elección.
Ambas opciones ofrecen la posibilidad de mantenerte activo mientras disfrutas de una pensión, pero con diferentes condiciones. Evalúa tus circunstancias y elige la opción que mejor se ajuste a tu estilo de vida y situación económica.
La Seguridad Social ofrece tanto la jubilación activa como la flexible para quienes desean seguir trabajando después de alcanzar la edad de jubilación. Cada una tiene sus propias ventajas, dependiendo de si quieres trabajar a tiempo completo o parcial. Y cómo deseas combinar tu pensión con los ingresos laborales.
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