La multa de 100.000 € que puede poner Hacienda este año a muchos propietarios

En España, Hacienda mantiene un riguroso control sobre todas las operaciones que involucran la compraventa y arrendamiento de viviendas. Esto no solo incluye la vigilancia de las transacciones económicas sino también la verificación de que todas las obligaciones fiscales sean cumplidas de acuerdo a la normativa vigente.

El control se ejerce desde varias aristas. En primer lugar, a través de la declaración del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en las compraventas.

Hacienda se asegura de que el valor declarado de la vivienda corresponde al precio real de la transacción. También de que los impuestos se han calculado correctamente sobre esta base. 

Este control exhaustivo busca, además de asegurar la recaudación, combatir la economía sumergida en el sector inmobiliario y garantizar que el mercado funcione bajo condiciones de transparencia y legalidad. Para los ciudadanos, es crucial entender que todas las operaciones que involucren viviendas están bajo el escrutinio de Hacienda.

Hacienda pone multas de 100.000 €

En las transacciones de viviendas entre familiares, es común que se intenten llevar a cabo prácticas que, aunque parecen legítimas, en realidad están diseñadas para eludir el pago de impuestos.

Una de las técnicas más habituales consiste en vender un inmueble a un precio muy por debajo del valor de mercado. Se hace con el objetivo de realizar una donación encubierta que no esté sujeta al Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Muchas personas creen que pueden fijar libremente el precio de venta de su propiedad, sin embargo, Hacienda impone límites para prevenir este tipo de operaciones. Y es que el verdadero fin de las mismas no es obtener un beneficio económico, sino evitar el pago de impuestos. Cuando el precio de venta se desvía significativamente del valor de mercado, Hacienda interviene de manera contundente.

En particular, Hacienda aplica sanciones severas en dos casos específicos. Si el precio de venta es inferior al 10% en su valor de mercado real, el vendedor se enfrenta a multas que oscilan entre los 1.000 y los 10.000 euros.

Si la diferencia es aún mayor, con un precio de venta inferior del 5% al del valor de mercado, las multas pueden elevarse. Podrían ser de entre 20.000 y 100.000 euros. En casos graves, incluso podría acarrear penas de cárcel de seis meses a dos años.

Estas medidas reflejan la firmeza con la que Hacienda combate el fraude fiscal en el mercado inmobiliario. Especialmente en operaciones entre familiares, donde las intenciones de eludir el pago de impuestos son más comunes. Con estas acciones, la Agencia Tributaria busca garantizar que las transacciones se realicen de manera justa y legal, asegurando que todos cumplan con sus obligaciones fiscales.