La FDA saca los colores a la ministra de Sanidad, Mónica García
La agencia norteamericana validó el pasado 16 de enero las bolsitas de nicotina contradiciendo la propuesta de Sanidad
La Agencia del Medicamento y Alimentos Estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) autoriza la venta de las bolsas de nicotina en EEUU tras hacer una extensa revisión científica reconociendo que estos productos reducen el riesgo de cáncer y de otras enfermedades respecto al consumo de cigarrillos. Una decisión histórica que pone en entredicho la visión del Ministerio de Sanidad español que lo que quiere es prácticamente prohibirlos
Para el organismo estadounidense, los resultados de un amplio estudio científico demuestran que ese producto es menos dañino que las cajetillas de tabaco. Convirtiéndolo en una opción positiva para las personas que quieren dejar de fumar.
El informe es muy contundente al señalar que existe suficiente evidencia científica de que las bolsitas de nicotina ofrecen un beneficio mayor que el riesgo asociado a su consumo. Siendo una buena alternativa para las personas que desean abandonar el cigarrillo. Además de reducir el gasto público en sanidad que está relacionado con el tabaquismo.
La situación en España es radicalmente diferente. El Ministerio de Sanidad dirigido por Mónica García de SUMAR, considera que las bolsitas de nicotina son tan dañinas como el cigarrillo tradicional; aún cuando no hay inhalación de humo, mismo que contiene las sustancias más nocivas para la salud. Mientras la FDA aprueba el consumo de hasta 6 mg de nicotina por bolsita, en España se está planteando prohibir la venta con más de 0,99 mg de nicotina por bolsita.
Es previsible que esta diferencia de enfoques dificulte que miles de consumidores españoles abandonen el tabaco para esta alternativa. Ya que en el mismo estudio se evidenció que una gran cantidad de los adultos consumidores de tabaco dejaron completamente de fumar al cambiar a las bolsitas de nicotina. Reduciendo así los riesgos en salud pública asociados al tabaquismo, y por lo tanto, el gasto del Estado en sanidad.
Estados Unidos no es el único país que apuesta por las alternativas al tabaco como medida para reducir el consumo de cigarrillos tradicionales. Nueva Zelanda, Inglaterra o Suecia, llevan a cabo programas para facilitar a los consumidores de nicotina a abandonar el cigarrillo por alguna de las alternativas sin humo. Las bolsitas de nicotina son muy populares en los países escandinavos, donde se comercializan desde hace años. Han tenido un impacto positivo en la salud de la población general y para las arcas públicas, al ahorrar en medicamentos y tratamientos sanitarios.
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