Enrique Riquelme, el amigo de Alvise Pérez que intenta levantar Abengoa
Enrique Riquelme Vives se ha convertido en uno de los actores más llamativos del mundo económico español.
La compañía Cox Energy camina de la mano del banco de inversión Deutsche Bank en su inminente salto a Bolsa, con el objetivo de conseguir financiación de cara a su futura expansión. El alicantino Enrique Riquelme Vives (natural del municipio de Cox y nacido en 1989) quiere culminar el crecimiento de esta empresa que fundó hace una década.
El joven empresario procede de una familia dedicada al sector del cemento. Tras fracasar en los estudios, Riquelme comenzó a trabajar en la empresa familiar y, en el año 2010, asegura que tras hipotecarse, se marchó a trabajar a Panamá.
A la revista Forbes le contó que en Panamá encontró "buenos socios y comencé a crecer con fábricas de cantera, de esta manera fundé Grupo Sol".
"Con todo el boom de construcción que se vivía en Panamá por esos tiempos, crecimos muy rápido y pronto teníamos alrededor de 1.200 empleados", añadió
En 2012 decidió apostar por las renovables y en 2014 creó el Grupo Cox, que en 2023 se hizo con Abengoa y, tras la digestión, en el primer trimestre de 2024 ha multiplicado por siete sus ingresos respecto al mismo periodo de 2023, alcanzando los 44 millones de euros.
José Antonio Hurtado de Mendoza, CEO de Cox Energy, asegura que "durante los últimos meses, Cox Energy ha experimentado avances significativos y ha sentado las bases para potencializar su crecimiento en el corto y largo plazo".
"Con la reciente integración de los activos de energía provenientes de la compra de las unidades productivas de Abengoa, así como con la adquisición de la plataforma europea, la compañía se perfila para lograr un crecimiento récord durante 2024, apoyado por una fuerte estrategia de expansión con enfoque en la rentabilidad sostenida y la apuesta por la diversificación de energías", afirma.
El directivo afirma que "esta solidez y coherencia han permitido que, pese a la complejidad del entorno, el elevado grado de diversificación, la disciplina y fortaleza financiera, así como la ambición innovadora de Cox Energy, sea un catalizador para que el 2024 pueda ser el mejor año en términos de desarrollo y nuevas oportunidades".
Enrique Riquelme está intentando encauzar Abengoa, con la que se hizo el pasado año por 563 millones de euros (gran parte de la cual está relacionada con deudas a terceros e impagos a trabajadores o la Seguridad Social).
"Abengoa es una compañía estratégica para España y queremos que vuelva a ser referente. Estamos convencidos de que nuestra propuesta permitirá conformar un grupo líder de desarrollo de soluciones energéticas", aseguró el empresario tras presentar la oferta frente a HSBC y Urbas.
Riquelme y el Real Madrid
Algunas quinielas dicen que Riquelme optará a la presidencia del Real Madrid cuando Florentino Pérez se jubile. Su padre, Enrique Riquelme de la Torre, fue consejero blanco con Ramón Calderón entre 2006 y 2009.
Y el creador de Cox Energy insinuó en 2021 que iba a presentarse a las elecciones merengues: "Estoy viendo la posibilidad de aplicar lo aprendido y manejarme con una junta directiva hiperprofesional, no de amigos, para llevar al club a otro nivel".
"Ahora mismo, o el club toma una dirección diferente y profesionaliza al máximo la gestión, convirtiéndose realmente en un club global, o habrá problemas. Y ser global no es hacer una gira por Estados Unidos", añadió.
El dueño de Cox Energy finalmente no dio un paso adelante, y tampoco parece hacerlo en política pese a que algunos medios lo presentan como patrocinador de 'Se Acabó la Fiesta'.
El líder de esta agrupación, Alvise Pérez, ha negado que detrás de su proyecto se encuentre Riquelme jr., centrado en levantar Abengoa tras su ruidoso derrumbe.
El derrumbe de Abengoa antes de ser adquirida por Riquelme
El juez sustituto de la Sección Tercera del Juzgado Mercantil de Sevilla, Francisco Javier Carretero Espinosa de los Monteros, dictó en julio de 2022 un auto que decretaba la definitiva liquidación de la histórica Abengoa SA, matriz del grupo fundado en 1941.
Los nubarrones se habían instalado de forma casi definitiva en la multinacional sevillana después de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) se negase a ejecutar un rescate de 249 millones de euros por la imposibilidad de la compañía para devolver el dinero.
Abengoa se convirtió años atrás en un 'caballo desbocado' que impidió el éxito de los tres rescates financieros que intentaron. La pésima gestión de varios de sus últimos administradores y la utilización de algunos partidos políticos de este gigante empresarial del sur español abocaron a la destrucción de miles de empleos.
La valoración bursátil de Abengoa rondaba los 130 millones de euros en 2020, cifra que contrasta con los 4.000 que llegó a rondar en su momento álgido. Este desplome abocó a la firma al desguace que precederá a la quiebra después de haber perdido en 2019 más de 549 millones de euros. Estos números rojos provocaron que su patrimonio neto negativo fuese ya prácticamente inasumible: 4.760 millones de euros.
Aun así, desde el Gobierno de España se intentó, a través de los avales del Instituto de Crédito Oficial, que la compañía se mantuviese con vida de forma más o menos artificial. La entonces ministra de Industria, Reyes Maroto, pidió paciencia a los acreedores y el apoyo de las instituciones públicas.
Abengoa entró en preconcurso de acreedores en 2015 tras arrastrar una deuda de 20.000 millones. Esta deuda se redujo a menos de un tercio tras conseguir que los acreedores se convirtieran en accionistas de una empresa con cada vez menos capitalización.
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