DIA planea competir con Mercadona aumentando precios para reducir pérdidas.
Distribuidora alimenticia de LetterOne estudia reincorporar a Mikjail Fridman al Consejo de Administración.
La cúpula de la cadena de distribución alimentaria española DIA vive días de sonrisas y lágrimas. Su fondo propietario, LetterOne (que cuenta con el 77 por ciento de las acciones del negocio), ha generado unas mayúsculas pérdidas de 7.300 millones de euros en 2023.
Estos números rojos no cortarán el ambicioso plan de inversiones con el que cuenta esta compañía fundada hace poco más de una década por el magnate ruso Mikjail Fridman, que hizo caja con la venta de la petrolera TNK-BP e impulsó este fondo radicado en Luxemburgo.
Fridman ahora respira aliviado tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que asegura que el millonario no tiene vínculos con el Gobierno de Vladímir Putin y le anula todas las sanciones que le obligaron, entre otros asuntos, a dejar el Consejo de Administración de DIA.
LetterOne reestructurará en junio su cúpula e impondrá cambios en DIA, tras asegurar que acoge "con satisfacción la noticia de que el Tribunal de Justicia de la UE ha anulado la inclusión de Fridman en la lista de sanciones". El plan del fondo pasaría por contener precios y mejorar la calidad del catálogo de productos de la distribuidora para hacer sombra a Mercadona, que elevó los precios en el 47% de sus productos de la cesta básica en 2023.
DIA cree que tiene margen de mejora frente a la compañía de Juan Roig, que lidera el mercado español con el 26,2% del total y, según las estadísticas, ha aumentado su margen de beneficio un 23% en 2023 (pese a que el Gobierno prohibió aumentar los márgenes en los alimentos afectados por la rebaja del IVA, medida impulsada para amortiguar la elevada inflación en el sector de la alimentación).
Así, los consumidores denuncian que la botella de un litro de aceite de oliva virgen extra Hacendado se encareció en Mercadona un 64,4% entre enero de 2023 y enero de 2024 (de 5,63 a 9,26 euros) mientras al agricultor se le incrementó un 52% el pago entre esas mismas fechas (de 4,91 a 7,45 euros).
En otros productos, continúan los consumidores, ni siquiera el agricultor vio incrementada su ganancia. Es el caso del kilo de zanahorias, que se pagaba en origen a 0,29 euros/kilo tanto en enero de 2023 como en enero de 2024 mientras que el supermercado incrementó el precio de esta hortaliza un 32% (de 0,82 a 1,09 euros).
También el kilo de patata se pagaba al agricultor a 0,41 euros el kilo a principios de 2023 y de 2024. Por su parte, la cadena de Juan Roig aumentó el precio de la patata un 23% en un año (de 1,05 euros a 1,29 euros por kilo).
"El precio en origen de la pera conferencia (0,75 euros/kilo) tampoco varió de enero de 2023 a enero de 2024, mientras que en Mercadona se ha producido incremento de precio del 10,5% en estas mismas fechas", señalan.
Las lentejas al agricultor se le pagan a menos precio que hace un año (de 0,77 euros/kilo en enero de 2023 a 0,76 euros/kilo en enero de 2024) y en la cadena de Roig el precio del kilo de lentejas pardinas aumentó en el mismo periodo un 5% (de 2,00 a 2,10 euros).
DIA intenta encauzar sus cuentas
DIA recobra el aliento tras unos años de infarto en los que pudo quebrar por una deuda que alcanzó los 1.276 millones en 2021 y que, a 31 de diciembre de 2023, se ha reducido a un tercio hasta los 426 millones gracias a tres operaciones de venta: la de más de 200 tiendas a Alcampo, la de la perfumería Clarel al fondo colombiano Trinity y la de sus tiendas portuguesas Minipreço a Auchan.
La tercera cadena de distribución de España apenas gana cuota de mercado, pero al menos está cuadrando números al quedarse sus tiendas más rentables y empezar a ofrecer mejor calidad de productos.
DIA ahora no puede diferenciarse de sus rivales en precio, tal y como ocurría antaño, por lo cual intenta reforzar sus productos enganche y aumentar su catálogo. En España han sumado 600 nuevas referencias de productos en 2023 mientras que en Argentina han renovado el 80% de sus productos propios.
Pese a lo cual, DIA sumó nuevas pérdidas el pasado año: 30 millones de euros, un 75% menos que en 2022. Clave en la mejora han sido las citadas desinversiones, que son operaciones que por contra han conllevado deterioros contables.
El grupo cuenta con más de 4.000 tiendas en España, Argentina y Brasil (aunque poco más de 1.000 son propias, ya que siguen apostando por la franquicia como modelo de la casa). Grupo DIA cuenta actualmente con cerca de 5.000 tiendas que dan trabajo a unas 30.000 personas. España representa el 60% del total de negocio con 3.344 tiendas, con un 37% propias y el resto explotadas bajo el régimen de franquicia.
Fuentes de la compañía reconocen que la división española entró en beneficios por primera vez en seis años y que las deudas están provocadas por su red brasileña, que podría ser vendida en 2024 o 2025 si encuentran buena opción de venta.
Su CEO, Martín Tolcachir, ha celebrado la mejora de los números: "El buen desempeño del negocio durante 2023 avala la confianza de nuestros clientes y el éxito de nuestra estrategia centrada en la proximidad. En este ejercicio hemos cumplido prioridades estratégicas que confirman que estamos en la senda adecuada, y hemos tomado decisiones para simplificar nuestro porfolio, lo que nos permitirá centrar nuestros esfuerzos en los mercados en los que tenemos potencial para crecer bajo nuestra única enseña".
Sin celebración a la vista por el 45 aniversario de la cadena
DIA intenta recuperar la cuota de mercado perdida en los últimos tiempos bajo la presidencia de Benjamin Babcock, que relevo en el cargo a Stephan DuCharme, tal y como deseaba Fridman.
La distribuidora alimentaria española, que en 2024 cumplirá 45 años de vida, ha reforzado su red de tiendas en Madrid y ha cerrado alianzas con Glovo, Uber Eats y Just Eat para intentar llevar la compra a casa en grandes ciudades en menos de una hora.
DIA quiere potenciar su venta online, que apenas ronda el 3,5% de su facturación, pese a que hace pocos meses desde la compañía desconfiaban de este canal por la infidelidad de los clientes, que se mueven a golpe de oferta.
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