El declive de Airbnb: Ciudades de todo el mundo declaran la ‘guerra’ a esta plataforma
Según uno de los fundadores de la compañía de alquiler de viviendas, Brian Chesky, están pasando por un año complicado.
La plataforma de alquiler de viviendas vacacionales, Airbnb, nació en 2008 como una opción barata para los viajeros que quisieran alojarse en un apartamento cuando viajaban alrededor del mundo. Los usuarios de la página web podían alquilar desde una habitación conviviendo con el resto de huéspedes de la casa hasta el hogar completo. Quince años después, la idea sigue siendo la misma, pero el aumento de viviendas y sus precios ha provocado que muchas ciudades alrededor del mundo intenten pararle los pies a la plataforma.
El incremento en publicidad —tanto en televisión como en internet— de la plataforma de alquileres ya daba una pista sobre lo que recientemente ha confirmado Brian Chesky, uno de los fundadores de Airbnb. Este ha admitido en una entrevista para Bloomerg que la plataforma está pasando un año complicado. ¿El motivo? La rapidez con la que ha crecido Airbnb, el consecuente incremento de los precios y la regulación mundial para ponerle freno.
Para Chesky, la solución pasa por hacer que “los precios se muevan y sean más competitivos frente a los hoteles”. Pero las nuevas normas no parecen ponérselo sencillo. Y es que en los últimos meses han desaparecido de la plataforma una gran cantidad de viviendas en grandes ciudades como Nueva York, Florencia o Edimburgo.
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Elcierredigital.com ha contactado con una usuaria que había alquilado un apartamento para la ciudad británica durante un par de días. Según explica, la plataforma le canceló el alojamiento “un mes antes de viajar y sin dar ninguna explicación”. “Fue el propietario de la vivienda el que nos explicó cuando le preguntamos que tenía que retirar el apartamento porque había una nueva Ley para regular estancias cortas”, relata.
Para esta usuaria, “no inspira mucha confianza que alquiles un apartamento, creas que tienes el alojamiento para tu viaje solucionado, y unos días antes puedan cancelártelo debido a las nuevas leyes. Cuando no hay mucha diferencia de precio, es preferible irse a un hotel”.
El problema de los alquileres en las grandes ciudades
La causa de las regulaciones, como indican diversos estudios, viene dada por el incremento de los alquileres en las zonas más turísticas de las grandes ciudades, que son precisamente las que han puesto medidas. Algunos propietarios de una segunda vivienda prefieren ofertarla en Airbnb y ganar mayores cantidades de dinero por alquilarla un par de días que ofrecerla con alquileres mensuales. Esto conlleva que haya menos oferta de viviendas para alquilar, una demanda que sigue incrementando y un precio que sube, obligando a las personas a mudarse a la periferia de las ciudades.
No es un problema únicamente de 2023. En el año 2019, el estudio Las viviendas turísticas ofertadas por las plataformas online: estado de la cuestión, realizado por los investigadores de Fedea Armando Ortuño y Juan Luis Jiménez, ya abordaba este tema. Según el escrito, el aumento de viviendas de Airbnb en las ciudades, producía un aumento no solo del alquiler tradicional, sino también de las viviendas.
En el programa La Sexta Clave, de la cadena televisiva La Sexta ofrecían algunas cifras de esta situación. En Madrid, hay 7.000 apartamentos anunciados en Airbnb frente a poco más de 1.000 en alquiler convencional. Esto ha provocado un aumento del 9,1 por ciento en los alquileres más céntricos.
Ciudades alrededor del mundo que han puesto medidas contra Airbnb
Dentro de la inmensa amplitud de Airbnb, hay todo tipo de viviendas y algunas se han visto más afectadas que otras por las nuevas regulaciones alrededor del mundo. Uno de los casos más llamativos se ha dado recientemente en Nueva York.
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El pasado mes de septiembre entraba en vigor una nueva ley que ponía cinco requisitos a los propietarios de viviendas que quisieran alquilarlas para estancias cortas. La primera, que los dueños estén presentes en la vivienda mientras se alojan los huéspedes. Estos pueden ser un máximo de dos, que tendrán que mantener las puertas sin poder cerrarse con llave. Los últimos dos requisitos implican que la vivienda esté registrada y que no sea de renta antigua. Esto ha hecho que muchas viviendas hayan sido retiradas de la plataforma.
Otros países que han puesto límites a plataformas como Airbnb son Francia, Alemania, Italia, Portugal, Países Bajos, Reino Unido y España.
En Italia se está empezando a pensar en una ley nacional para combatir la crisis de la vivienda provocada, en parte, por este tipo de alquileres, además del salario, la inflación y las pocas propiedades que se disponen para alquilar. Una de las primeras ciudades en poner normas ha sido Florencia, que exige una estancia mínima de dos noches en las viviendas situadas en el centro.
En el caso de nuestro país, la ciudad que ha decidido regular la situación es Barcelona. Lo hizo en 2021 y actualmente no permite alquilar habitaciones privadas en un plazo inferior a 31 días. Sí que está permitido, no obstante, alquilar apartamentos o casas completas siempre si se obtiene una licencia. En Palma, la prohibición está en alquilar apartamentos que formen parte de un edificio de viviendas.
Cada día, son más ciudades a lo largo del mundo las que ponen trabas a que Airbnb funcione como lo ha hecho los últimos quince años. Y con normativas que cambian ya no solo por cada país, sino por cada ciudad dentro del mismo, la “sencillez” que ofrecía Airbnb se hace cada vez más complicada.
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