Cómo afecta a los españoles el nuevo sistema de actualización de IPC de alquileres
Analizamos este nuevo índice de IPC de alquileres, que es aplicable a los contratos firmados desde el 25 de mayo de 2023
A punto de expirar el plazo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Vivienda aprueban el índice referencial con el que se actualizarán los alquileres. Entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2025.
El objetivo de este nuevo sistema de actualización es "evitar incrementos desproporcionados en la renta”. Sin embargo, para algunos esta medida podría tener un efecto contraproducente. Según ellos, aunque el mercado del alquiler no pasa por su mejor momento podría ponerse peor en 2025.
¿Cómo se calculará este nuevo índice de actualización de alquileres?
Lo publicará el INE. Será el resultado de la cantidad más baja entre la tasa de variación anual del IPC, la tasa de variación anual de la inflación subyacente y la tasa de variación anual media ajustada. Será elaborada según lo previsto en la metodología aprobada.
Es evidente que es algo que suena complejo y que un propietario o inquilino medio no puede valorar adecuadamente. Sin olvidar que cualquier limitación al libre mercado es un desincentivo para los más liberales.
Dicen que este índice no tiene en cuenta la inflación real de la economía, sino que está por debajo de la realidad del mercado. Y auguran que los propietarios tenderán a resolver los contratos que no se actualicen conforme al mercado. El precio se quedará por debajo del precio medio y con el paso del tiempo creará más inestabilidad al sector del alquiler.
Previsión de actualización de renta de alquiler en 2025
Todo apunta a que en enero de 2025 la actualización será del 2,20%. Este sistema de cálculo tendrá la peculiaridad de que tendrá dos decimales. El INE será en encargado de publicar el dato concreto a partir del día 2 de enero de 2025. La publicación del índice se conocerá a mediados de cada mes respecto del dato del mes anterior.
La intención de la Ley de vivienda de “evitar incrementos desproporcionados en la renta de los contratos de arrendamiento". De momento no se ha conseguido y si las previsiones son correctas esta medida podría provocar un efecto totalmente contrario.
Se trata de criterios de corrección políticos que complica el cálculo de la variación. No permite tener certidumbre ni al arrendador ni el arrendatario.
Consecuencias del nuevo sistema de actualización de rentas de alquiler
Los profesionales del sector ven con desconfianza esta medida y los pequeños propietarios que alquilan su vivienda tienden a no entenderlo. El mensaje que cala en la sociedad es que la renta que pacten no se actualizará con el IPC como se supone que harán el resto de productos y servicios. Sino que se determinará por un sistema complejo que será menor.
El gran problema que hay en el mercado del alquiler es que hay poca oferta y mucha demanda de viviendas en alquiler. Todas las medidas que desincentiven que los propietarios alquilen su inmueble complicará más las cosas. La intención social de esta medida va encaminada a que los inquilinos no tengan que asumir las grandes subidas del IPC.
El problema no es topar la actualización, sino ser conscientes de que los precios seguirán subiendo cuanto más medidas limitadoras existan. Si se quiere incentivar la estabilidad no se debe pretender que un inquilino pague un alquiler que se quede por debajo de precio de mercado. Previsiblemente el propietario acabará resolviendo el contrato al quedarse a un precio desfasado con el mercado.
Según muchos expertos, hay que potenciar vivienda social y facilitar la compra de vivienda, especialmente a los jóvenes. Limitar la actualización de la renta de alquiler previsiblemente no será una medida beneficiosa para el sector. Creará incertidumbre, inseguridad y malestar tanto en propietarios como inquilinos.
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