El cambio que afecta directamente a estos pensionistas: aviso de la Seguridad Social
La distribución de las pagas en las pensiones por incapacidad permanente cambia en 2024
La incapacidad permanente es una prestación crucial para quienes, debido a una enfermedad o accidente, no pueden continuar con su vida laboral. Sin embargo, la distribución de estas pagas a lo largo del año puede variar significativamente dependiendo del tipo de contingencia que origine la pensión.
Esto ha generado cierta confusión entre los beneficiarios. Especialmente en el año 2024, cuando algunos recibirán menos pagos que otros, pese a no haber variado el importe total de sus pensiones.
Incapacidad permanente: la diferencia según la contingencia
Cuando se concede una pensión por incapacidad permanente, la Seguridad Social tiene en cuenta el origen de la incapacidad. Este puede ser de dos tipos: contingencias comunes o contingencias profesionales. Esta distinción no es solo un formalismo, sino que influye directamente en cómo se distribuyen las pagas a lo largo del año.
Si la incapacidad deriva de una contingencia profesional, es decir, de un accidente de trabajo o enfermedad profesional, el pensionista recibirá 12 pagas al año. En estos casos, las pagas extras que normalmente se abonan en junio y noviembre se prorratean dentro de las mensualidades ordinarias.
De esta manera, cada mes el beneficiario recibe una cantidad ligeramente superior. Pero no contará con un ingreso adicional en los meses mencionados, como ocurre con las pagas extras convencionales.
Por otro lado, si la incapacidad proviene de contingencias comunes, como una enfermedad no laboral o un accidente fuera del ámbito de trabajo, el pensionista recibirá 14 pagas al año. Esto significa que, además de las 12 mensualidades regulares, los beneficiarios recibirán dos pagas extras en junio y noviembre, incrementando significativamente sus ingresos en esos meses.
Una diferencia que no afecta el importe total, pero sí el flujo de efectivo
A primera vista, podría parecer que esta diferencia en el número de pagas implica que unos pensionistas están en desventaja respecto a otros. Sin embargo, no es así.
El importe total que recibe un beneficiario de una pensión por incapacidad permanente es el mismo, independientemente del tipo de contingencia. La diferencia radica únicamente en cómo se distribuyen esos pagos a lo largo del año.
Para aquellos que reciben 12 pagas, las cantidades prorrateadas incluyen lo que serían las pagas extras. Lo que se traduce en una mensualidad más alta pero sin los "extras" en junio y noviembre. Mientras que los que reciben 14 pagas, perciben un importe mensual ligeramente inferior, con la compensación de recibir esas dos pagas adicionales.
¿Qué pasará en el caso de una nueva pensión? ¿O una pensión reanudada?
Un aspecto importante que suele generar dudas es cómo se distribuyen las pagas extras cuando se concede una pensión por incapacidad permanente por primera vez. O cuando se reanuda una pensión que había sido suspendida. En estos casos, las pagas extras se calculan de forma proporcional al tiempo transcurrido dentro del período de devengo correspondiente.
Para la paga extra de junio, el período de devengo comienza el 1 de diciembre del año anterior y se extiende hasta el 31 de mayo. Mientras que para la paga extra de Navidad, el período de devengo se inicia el 1 de junio y finaliza el 30 de noviembre.
Así, puede ocurrir que la pensión se reconozca o se reanude en medio de alguno de estos periodos. En este caso, el beneficiario no recibirá la paga extra completa, sino solo la parte proporcional al tiempo devengado.
La importancia de estar bien informado
Este tipo de detalles puede parecer menor, pero son cruciales para que los pensionistas puedan planificar adecuadamente su economía. Conocer cómo se distribuyen las pagas permite a los beneficiarios anticipar sus ingresos y gestionar mejor sus gastos a lo largo del año.
Aunque la cantidad total que se recibe no varía, la forma en que se distribuyen las pagas a lo largo del año puede marcar una diferencia significativa. Es esencial que los pensionistas comprendan esta distinción para poder planificar adecuadamente y evitar malentendidos que puedan afectar su estabilidad económica.
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