Cambio radical con las pensiones: es alarmante y afecta a todos los españoles
Las nuevas medidas en las pensiones, que se aplican a partir del 2025, traen cambios no solo en los montos a recibir
En el contexto de una población cada vez más longeva y un sistema de pensiones bajo presión, España continúa ajustando las condiciones de jubilación. Las reformas, que llevan más de una década en marcha, buscan equilibrar el tiempo de vida laboral con la creciente esperanza de vida.
Desde 2025, las reglas para acceder a la jubilación experimentan nuevas modificaciones. Estas afectan tanto a la edad ordinaria de retiro como a los requisitos de cotización necesarios para alcanzar el 100% de la pensión. Aunque el sistema incluye alternativas, como la jubilación anticipada, estas también están sujetas a condiciones más estrictas.
¿Cómo queda la edad de jubilación en 2025?
A partir del 1 de enero de 2025, la edad ordinaria de jubilación aumenta a 66 años y 8 meses para quienes hayan cotizado menos de 38 años y 3 meses. Este ajuste, que supone dos meses más que en 2024, forma parte de un proceso gradual iniciado en 2011.
Aquellos trabajadores que hayan cotizado 38 años y 3 meses o más podrán retirarse a los 65 años sin sufrir reducciones en su pensión. Este modelo tiene como objetivo reconocer las carreras laborales largas y fomentar una planificación anticipada.
Además, es importante recordar que estos cambios buscan adaptar el sistema de pensiones a los desafíos demográficos actuales. Estos hacen referencia al envejecimiento de la población y la reducción de la tasa de natalidad, que impactan directamente en la sostenibilidad del sistema.
Jubilación anticipada: ¿cuáles son las nuevas reglas?
La jubilación anticipada sigue siendo una opción, pero con ciertas condiciones. En 2025, los trabajadores podrán retirarse hasta dos años antes de la edad legal, siempre y cuando hayan cotizado al menos 35 años. De estos años, dos deben haberse cumplido en los últimos 15 años previos a la solicitud.
Sin embargo, esta modalidad conlleva penalizaciones en la pensión, conocidas como coeficientes reductores, que varían según los años adelantados y el tiempo cotizado. Estos ajustes aseguran que el sistema mantenga su viabilidad financiera a pesar de permitir una salida laboral temprana.
Los cambios también afectan a la jubilación anticipada involuntaria, aplicable en casos de despido o reestructuración empresarial. En este escenario, los requisitos son ligeramente diferentes y las penalizaciones suelen ser menores que en la modalidad voluntaria.
Estos ajustes subrayan la necesidad de un equilibrio entre las expectativas de los trabajadores y la sostenibilidad del sistema. En 2025, el cambio en la edad de jubilación refleja una transformación que impacta a todos. Se subraya la importancia de planificar el futuro con tiempo y conocimiento.
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