Atención, jubilado: 4 motivos por los que te pueden quitar la pensión de jubilación

Las pensiones no contributivas son un tipo de prestación económica destinada a aquellas personas que, por diversas circunstancias, no han cotizado lo suficiente para acceder a una pensión contributiva.

Estas ayudas están diseñadas para garantizar un mínimo de ingresos y asistencia médica y farmacéutica gratuita a personas mayores de 65 años o con una discapacidad superior al 65%.

Sin embargo, la Seguridad Social puede retirar estas pensiones bajo ciertas condiciones. Aquí te explicamos cuatro motivos por los cuales podrías perder tu pensión no contributiva.

¿Qué es una pensión no contributiva y a quién va dirigida?

Una pensión no contributiva es una ayuda económica que se concede a personas que no han alcanzado el mínimo de años de cotización requerido para una pensión contributiva. Estas pensiones están dirigidas a:

• Personas mayores de 65 años.
• Personas entre 18 y 65 años con una discapacidad del 65% o más.

El objetivo principal de estas pensiones es proporcionar un ingreso mínimo y cubrir necesidades básicas para quienes no han podido cotizar lo suficiente durante su vida laboral.

Aun así, existen varias razones por las cuales la Seguridad Social podría proceder a la retirada de estas prestaciones. Estos son los cuatro motivos principales:

1. Superar el umbral de ingresos

Uno de los motivos más comunes por los cuales se puede retirar la pensión no contributiva es superar el umbral de ingresos establecido. Para 2024, este límite está fijado en 7.250,60 euros anuales para una sola persona. Si vives con familiares, este umbral aumenta según el número de personas en la unidad familiar. Por ejemplo:

• Dos convivientes: 12.326,02 euros anuales.
• Tres convivientes: 17.401,44 euros anuales.
• Cuatro convivientes: 22.476,86 euros anuales.

Si tus ingresos o los de tu unidad familiar superan estos límites, podrías perder tu pensión.

2. No presentar la declaración anual de ingresos

Cada año, los beneficiarios de una pensión no contributiva deben presentar una declaración de ingresos antes del 31 de marzo. No hacerlo puede resultar en la suspensión temporal de la pensión.

Aunque esta suspensión se puede levantar una vez que se presenten los documentos necesarios, el retraso puede causar problemas económicos a corto plazo.

3. Cambios en la situación personal sin notificar

La Seguridad Social debe estar informada de cualquier cambio en tu situación personal, como el estado civil, el número de miembros en tu unidad de convivencia o tu lugar de residencia.

No notificar estos cambios puede llevar a la suspensión o retirada de la pensión. Es importante mantener actualizada tu información para evitar sorpresas desagradables.

4. Detectar irregularidades

La detección de irregularidades en la percepción de la pensión puede llevar a su retirada. Esto incluye situaciones como declarar información falsa o incompleta en la solicitud o durante las revisiones anuales.

Aunque en muchos casos se permite la devolución de los cobros indebidos y la reactivación de la pensión, es un proceso engorroso que puede afectar tu estabilidad económica.