25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Una perfecta simbiosis con la mejor tradición culinaria de la región

Asador Concepcion: la deliciosa cocina manchega que apuesta por la modernidad

Albacete, moderna y pujante ofrece muchos atractivos para el viajero, entre ellos una oferta gastronómica de alta calidad como la que brinda este restaurante familiar

Albacete es tierra llena de contrastes. Muchos de los lectores la conocerán de paso, camino de playas levantinas, otros muchos habrán disfrutado de su maravillosa Feria septembrina y otros cuantos, por su famosa cuchillería. Tierra de temperaturas extremas, de llanura sin fin, como sus gentes, abiertas al horizonte, sin recovecos, sin atajos, pero pendientes de todo aquel que llega para poderle agradar en lo que fuese menester.

Y la verdad que esto es lo que rezuma este Asador de la familia Rodenas. Y digo familia porque todo se ha de entender aquí como una perfecta simbiosis entre tradición y modernidad, entre enseñanzas paternas y desparpajo filial.

En 1994 , Antonio Rodenas, descendiente de una familia de restauradores de una pedanía de la capital, camino de Murcia, llamada Pozo Cañada, eran propietarios del famoso Bar Rosendo, lugar de parada y descanso obligatorio en aquellos viajes interminables. Poco a poco observaba como la nueva circunvalación del pueblo alejaba sueños y oportunidades por lo que decidió instalarse en la capital, en un pequeño local en la céntrica calle Concepción. Allí junto a su mujer, Ana Rodriguez, comenzó de nuevo, paso a paso, a darse a conocer en el duro negocio de la restauración. Pronto comenzó a atraer clientes fieles que encontraban, en ellos, algo más que un buen restaurante. Se respiraba humanidad y nobleza. El negocio fue a más y rápidamente se colocó entre lo mejor de la ciudad, destacando por su cocina honesta y precios ajustados.

Interior del comedor

En el 2012, Antonio y Ana decidieron que había llegado la hora de dar el gran paso, de jugársela de frente, en corto y por derecho. Ampliaron el local y lo transformaron en el restaurante que hoy conocemos, con una gran barra a la entrada y un coqueto comedor interior decorado con fotografías del Albacete antiguo y pinturas de bodegones muy coloridos, la mayoría, de la propia Ana.

Tras un arranque algo indeciso, Antonio volvió a acertar y comandando la sala como solo él sabía hacerlo, con su mujer en cocina, fue tallando, formando y enseñando a sus dos hijos, Antonio y Cristina, para dar el relevo generacional que ya pedía un nuevo tipo de clientela.

Antonio y Cristina Rodenas

Esencia del alma manchega

Hoy en día el Asador Concepción se ha consolidado como uno de los mejores restaurantes de Albacete por cocina y servicio. Sus propuestas son esencia de alma manchega pero bañadas de modernidad.

Con una carta pequeña pero perfectamente diseñada, el comensal puede elegir entre platos de cuchara típicamente locales como las judías con perdiz, los gazpachos manchegos, etc., o bien, arroces de elaboración más original como el meloso de carabineros y erizos.

Nosotros planteamos una comida algo menos contundente y empezamos por unas croquetas de bogavante, crujientes y untuosas, realmente exquisitas.

 

Croquetas de bogavante

Como guiño a la tierra probamos el Forrete de cochinillo ibérico. Este plato tan típico de esta tierra, está elevado de categoría en esta casa: la careta del cerdo se confita, antes de pasar por el aceite, consiguiendo piezas crujientes y asombrosamente tiernas , de sabor largo e intenso. Iban a acompañadas de un puré de patata con trufa que no nos dijo gran cosa, sinceramente.

 

Forrete de cochinillo ibérico

Seguimos con un plato fresco y atrevido, Carpaccio de gamba roja con crema de ajo blanco y tomate en concassé. Deliciosa mezcla que nos sorprendió por elegante y fina.

 

Carpaccio de gamba roja con crema de ajo blanco

Ya en el apartado de platos principales, comenzamos con morrillo de atún de almadraba con emulsión de piquillos y pimientos rojos confitados al Pedro Ximenez, francamente delicioso. Producto muy fresco, de sabor yodado, muy bien elaborado en plancha.

 

Morrillo de atún

A continuación, la famosa Paletilla de cordero lechal. Asada al horno con el punto perfecto, resultó melosa y tierna, potenciando el sabor de la raza manchega, auténtico estandarte de estas tierras . De las mejores que he probado. Realmente imprescindible.

 

Paletilla de cordero lechal

También quisimos probar la Entraña de angus, acompañada de una original emulsión de perejil, mantequilla, mostaza y anchoas. Corte jugoso de esta famosa carne que destacó con el punto de acidez de la emulsión.

Entraña de angus

En el apartado de postres, parcela que dirige Cristina Rodenas, disfrutamos de una excelente tarta de manzana hojaldrada y la antiquísima y maravillosa receta del monte nevado, un laborioso postre a base de claras de huevo a punto de nieve y leche. Sin embargo, la milhoja rellena de crema, nos pareció de tono menor.

Tarta de manzana y monte nevado

Otro apartado a destacar es la excelente bodega del Asador . Antonio jr. es Sumiller por vocación y ha ido desgranando sus conocimientos como los versos de su otra pasión, la poesía. Su carta ya se inicia con dedicadas notas informativas sobre los “terroirs”, las uvas, la crianza del vino, etc, lo cual es de agradecer. Presenta multitud de referencias de toda España a precios más que interesantes. Nos decantamos por una botella de Triga, de Bodegas Volver. Monastrell maravilloso y equilibrado, elaborado por Rafael Cañizares en Pinoso, Alicante.

Triga, de Bodegas Volver 

El servicio es atento y rápido, incluso a veces en exceso, pero es comprensible dada la gran afluencia de clientes tanto en la sala como en su famosa barra.

Volvemos para Madrid. Atrás queda el recuerdo de una comida entrañable. Pienso que merece la pena al pasar por esta ciudad, detenerse un momento, disfrutar de su riqueza gastronómica, de la hospitalidad de sus gentes y de sus valores. Los mismos que adornan a esta saga de restauradores: familia, trabajo y honradez.

Azorín, ese extraordinario escritor y poeta de Monóvar, llamó a finales del XIX a Albacete, el Nueva York de La Mancha, por sus altos y modernos edificios y su potente desarrollo. Hoy, en el siglo XXI, esta ciudad moderna y pujante ofrece muchos atractivos para el viajero, entre ellos una variada y extensa vida cultural así como una oferta gastronómica de alta calidad. Sirva como por ejemplo este Asador Concepción.

 ( Precio medio 50 Euros)

 

RESTAURANTE ASADOR CONCEPCION

C/ Concepción 5 . Albacete

Teléfono: 967 524 350

Cierra Lunes

Horario : 11:00- 16:30 h/20:00-23:30  h

Admite reservas

No tiene servicio de aparcacoches

                       

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