20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

¿Es bueno el uso de antiinflamatorios musculares en el deporte?

Resulta cada vez más habitual recurrir a productos analgésicos, así como antiinflamatorios musculares, para la práctica del deporte. De esta manera, se consigue aplacar un dolor que en circunstancias normales puede impedir que nos ejercitemos. No obstante, dicha costumbre quizás no sea la más indicada, pues puede favorecer que los tejidos se vuelvan más frágiles.

Existen diversos estudios al respecto que son muy esclarecedores. Al parecer, el uso de antiinflamatorios en fracturas óseas y en lesiones tendinosas puede llegar a perjudicar la reparación de estos tejidos, que pueden incluso tardar más de la cuenta en sanar a causa de los antiinflamatorios.

Así, tal y como refieren en el Colegio de Fisioterapeutas de Aragón, la inflamación se ha considerado siempre como un proceso patológico que urgía bloquear mediante el empleo de técnicas y antiinflamatorios, a los que de manera indiscriminada recurre toda la población, especialmente los más deportistas, que tienden a lesionarse y mantienen un ritmo bastante exigente de entrenamientos.

“Sin embargo, la biología y fisiología de la reparación de los tejidos demuestran que el proceso inflamatorio pone en marcha los mecanismos intrínsecos de reparación y regeneración de estos”, afirman desde esta asociación de profesionales.

Por lo tanto, parece claro que es un error evitar que el músculo se inflame, pues es un paso necesario para su recuperación. Para colmo, los inconvenientes no acaban ahí, dado que se ha comprobado que pueden aumentar el riesgo de deshidratación. Esto último, sin duda, no resulta nada aconsejable mientras nos estamos ejercitando y realizando un importante esfuerzo.

No obstante, en España su ingesta es toda una costumbre más que asumida, pues un 8 por ciento de la población reconoce consumirlos más de lo que debería. Además, estos porcentajes se elevan de manera vertiginosa en el caso de los deportistas. En concreto, un 70 por ciento opta por tomar ibuprofenos o similares antes o después del entrenamiento con el objetivo de mejorar su rendimiento físico.

En estos casos, lo más sensato es descartar la automedicación y decantarnos por tratamientos de fisioterapia, masajes o cualquier alternativa que pueda servir para aliviar las molestias. Aunque sí que es cierto que podemos acudir a los antiinflamatorios de una manera puntual para reducir el dolor, no debemos usarlos por un periodo superior a las 48 o 72 horas.

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